"Siempre tendré mis ojos puestos en ti"
¿Has sufrido una decepción amorosa?, si. Todos algunas vez pero también se que.... Has experimentado el primer amor y eso es lo más maravilloso del mundo que puede llegar a romper tu corazón y cambiar el como...
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Jamás pude ver lo que tenía frente a mi nariz, cegado por mi cobardía... Ahora estoy en un matrimonio en el cual no soy feliz. Todos los días me preguntó si de verdad fuimos importantes en nuestras vidas, si hubiera valido la pena estar juntos.
¿Terminar?, como podía hacerlo en algo que ni siquiera empezó. Nunca pudimos ser... Por qué tenía que acabar de esta forma. Todos los días salía a caminar, solo ó con mi familia. Con la esperanza de verla algún día... cómo muchas veces la vi.
──Sigues pensando en ella, ¿no es verdad?.
──No molestes Amber, quiero estar solo.
Suspiré cansado.... En qué momento arruine mi vida con tantos errores del pasado. Siempre me lamentaria día y noche de por qué no fui capaz de vencer mi más grande miedo... el ser rechazado por ella.
Miro las estrellas cada noche, buscando una respuesta. A qué me ayuden a saber lo que quiero, por qué una vida así, no es vida.
──Ella aún sigue soltera.
Mire de inmediato a Amber y ella me miró con una sonrisa burlona, parpade un par de veces para saber que había reaccionado muy... evidente.
──Lo sé, por su hermano. Sale con una de nuestras primas. Ella me contó.
──¿L-... La has visto?, ¿Cómo está?
Volvió a sonreír pero está vez, con discreción. Era inevitable no emocionarme, creí que ella... ya no vivía en este lugar. Me conformaría con verlas de lejos... solo quiero eso.
──Ella está muy bien, es bonita pero si ha cambiado bastante su personalidad.──Las sonrisas cesaron──No es la misma... ¿entiendes?, ya no es la del pasado.
Suspire decepcionado. Que tanto debió sufrir para cambiar de esa manera.
──Sus padres se divorciaron Taehyung.──La mire incrédulo.──Le fue mal a esa chica y a mi parecer, tiene todo el derecho de ser como es hasta ahora.
Preferí no decir ni una palabra y solo escuchar. Saber que estos años, le fue mal. Me hace pensar que yo soy el culpable, estaría con ella en todo momento, tratando de evitar sus malas rachas y estar en los buenos momentos.
Me contó un poco de lo que sabía acerca de la vida de ella y ahora... tengo miedo. Sentí que no era lo bastante bueno para ella y al cuestionarme, por una sola decisión “sin importante ” arruine su vida. Todo sería diferente si estuviera a su lado....
[...]
Llegué a casa, sin ánimos de nada. Hoy era mi día libre pero, solo quería estar solo. Hasta que Megan llegó con sus estúpidos reclamos que terminó por fastidiar mi día. En qué momento me subí al tren equivocado...
──¿Dónde estabas?, ¿ya viste la hora que es?, ¿que me inventaras ahora?.
──No estoy de humor.
Quise evadir a toda costa la pelea, así que decidí alejarme de ella pero me cerró el paso e inesperadamente estaba frente a mi, mirándome con tanta rabia. Cerré los ojos con fuerza por qué sabía en qué acabaría todo esto teatrito de ella.
──Fuiste a buscarla, ¿no es así?, ¡Ha!.
Gritó furiosa. Odiaba cuando la gente alzaba la voz...
──No se de qué hablas Megan. Quiero descansar, hasta a un lado.
──Tú no irás a ningún lado, ¿entiendes?.
──Si no me dejas pasar, iré a dormir a un hotel.
Sin esperarmelo, me dió una bofetada y lo admito, dolió demasiado. Me aguante demasiado las ganas, yo no era una persona tan impulsiva y fácil de enojar, pero ella lo estaba logrando y con méritos propios.
──Te vas a ir a revolcar con tu amante, crees que no lo sé.
──Deberias de preocuparte por ser una buena madre y no por tonterías como está.
Iba a dejar la discusión ahí, pero ella de nuevo inició el fuego, cuando estaba apunto de salir de casa, aventó un vaso de vidrio a un lado de mi cabeza, dando directo a la puerta y rompiéndose en miles de pedazos. Azote la puerta con fuerza y me regresa hasta ella, invadiendo por completo su espacio, siendo amenazante.
──Estas loca. ¿Que quieres lograr con todo esto?, ¿que te golpe?. Eso no va a pasar Megan.
──Lo sabía. Eres un maldito cobarde. No eres capaz ni de eso.──Comenzó a reírse burlonamente──¡Pégame!, ¡Hazlo!.
Tragué con fuerza, eran deseos que llevaba años guardados en mi. Pero yo era un caballero, no tenía por qué. Aún así tuviera los motivos, nada justificaría la violencia. Pero ella siguió...
──Cobarde de mierda.
Y eso bastó. Para propinarle un golpe en la mejilla, causando que ella cayera al suelo y sollozando se arrinconara en algún lugar de la habitación. Mire mis manos y quería quemarlas... Tan pronto como fui consciente de lo que hice, abandoné el lugar.
Por qué no me fui antes, pude evitar esto. Que carajos me está pasando, en qué me he convertido...
