Capitulo 11

133 18 5
                                    

Francisco paso esos tres días castigado, su mamá le había quitado el teléfono y lo había dejado incomunicado con todo mundo, así que su único modo de entretenimiento era su diario donde más de una vez había inventado una historia donde Estaban se enamoraba de él.

Suspiró mientras hojeaba su diario, leyendo las historias que había imaginado en sus momentos de soledad. Una sonrisa fugaz se asomó en su rostro al recordar las aventuras que había creado para él y Esteban en sus páginas.

No había tenido noticias de nadie, tenía prohibidas las visitas, su madre seguía molesta con el y eso lo mataba lentamente. Había perdido la noción del tiempo, solo recordaba que era el segundo día de encierro, mientras seguía leyendo su diario escucho pequeños golpes en su ventana, miro rápidamente y se acercó a ver quién era. Abrió la ventana y vio que Esteban estaba ahí abajo.

–Abrime– Grito desde abajo, a Fran no le importo romper las reglas, guardo su diario debajo de sus cojines, bajo corriendo las escaleras y le abrió la puerta.

–¿Qué haces aca? –preguntó Francisco, sorprendido y emocionado al mismo tiempo.

–Solo vine a verte porque te extraño bro– Dijo Esteban causando toda una avalancha de sentimientos en su corazón. –¿Puedo pasar?–

–Claro claro– Francisco respondió rápidamente, dejando entrar a Esteban en su casa.

Después de eso subieron a la habitación juntos, Francisco tenía planeado que Esteban se vaya antes de que su mamá viniera del trabajo,

–Dios... Que día de mierda– Esteban se tiró sobre la cama de Francisco, sintió un golpe en su espalda, se levantó y al quitar las almohadas se encontro con el diario de Fran. –¿Que es esto?–

–Nada nada– Francisco enloqueció y le quitó el diario a Estaban de las manos.

Esteban lo miro confundido y solo comenzó a reír, luego volvió a recostarse sobre la cama.

–No sabes todo lo que ha pasado desde ayer– Esteban suspiro. Francisco se sentó junto a él.

–¿En serio?– Francisco lo miro un poco incrédulo.

–Si, Maca y yo nos peleamos, dice que me pongo de tu lado y bla bla bla, ay no se, a veces no la soporto– Francisco escuchó atentamente las palabras de Esteban, sorprendido y un poco feliz por lo que estaba escuchando.

–Es una rubia tarada– Dijo Francisco riendo. –Me dejo el brazo hecho mierda–

Esteban asintió con una sonrisa irónica. –Lo sé, a veces puede ser un poco... complicada–

–Es una tarada, eso es lo que es– Se notaba el odio en la voz de Francisco.

Esteban solo rio y no dijo nada más, el silencio se formó en la habitación, no era incómodo, más bien se sentía muy bien.

–Tengo que ir a preparar el almuerzo...– Dijo Francisco.

–¿Te ayudo?–  Esteban se levantó de la cama.

–Te lo ruego–

Ambos bajaron a la cocina para poder preparar algo rápido, quizás unas milanesas con papas fritas y ensalada. Se pusieron el delantal y con música de fondo comenzaron a trabajar en la cocina. La atmósfera se llenó de risas y bromas mientras pelaban papas y preparaban las milanesas.

–¿Te acordás de la última vez que cocinamos juntos?– preguntó Esteban mientras cortaba las papas en rodajas.

–Sí, fue un desastre. Dejamos la cocina hecha concha, llena de harina y todo– respondió Francisco riendo.

ʸᵒᵘ ᵇᵉˡᵒⁿᵍ ʷⁱᵗʰ ᵐᵉ| 𝐹𝑟𝑎𝑛𝑐𝑖𝑠𝑐𝑜 𝑥 𝐸𝑠𝑡𝑒𝑏𝑎𝑛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora