Capitulo 14

108 10 0
                                    

Francisco caminó de regreso a su casa con lágrimas corriendo por sus mejillas. Las palabras de Esteban resonaban en su mente como un eco doloroso. No podía entender cómo alguien que significaba tanto para él podía ser tan evasivo sobre sus sentimientos. Sentía que su corazón se había roto en mil pedazos y que la esperanza que había albergado durante tanto tiempo se desvanecía.

Al llegar a casa, su madre lo vio entrar y supo de inmediato que algo no estaba bien. Lo abrazó sin hacer preguntas, sabiendo que a veces el simple acto de estar ahí era suficiente. Francisco se dejó consolar, permitiendo que las lágrimas fluyeran libremente mientras su madre lo sostenía.

–Mami, me siento tan perdido– dijo finalmente, su voz quebrada.

...

Francisco no había podido parar de llorar hace aproximadamente una media hora, era casi media noche, para colmo, parecia que el cielo se iba a caer por la lluvia tan intensa.

El sonido de la lluvia golpeando contra las ventanas se mezclaba con el suave murmullo de consuelo de la madre de Francisco mientras lo abrazaba con ternura. En medio de la oscuridad y la tormenta, encontraba un refugio reconfortante en los brazos de su madre, donde podía dejar salir todas sus emociones sin restricciones.

–Está bien, mi amor. Estoy aquí para ti –susurraba su madre, acariciando suavemente su cabello mientras lo mantenía cerca.

Y todo porque le gustaba un chico...

Después de un rato, Francisco logro tranquilizarse, su mamá se fue a dormir dejandolo solo. Las ideas aún rondaban su cabeza y eso le hacía imposible poder conciliar el sueño.

Unos pequeños golpes se hicieron presentes en su ventana, pensó que era la lluvia, pero al mirar se dió cuenta que no se trataba de eso. Confundido se levantó de la cama, tenía una manta en sus hombros, porque el frío era intenso.

Francisco se quedó paralizado por un momento, sin poder creer lo que veía. Esteban, parado afuera en medio de la lluvia, era la última persona que esperaba ver en ese momento. Las emociones revoloteaban dentro de él, luchando entre la sorpresa, la confusión y la esperanza.

Con pasos vacilantes, se acercó a la ventana y abrió lentamente, permitiendo que la lluvia fría y el aire fresco entraran en la habitación. Esteban levantó la mirada hacia él.

–¿Qué quieres, Esteban?– preguntó Francisco, luchando por mantener su voz firme a pesar de la tempestad emocional que lo invadía.

–Quiero hablar con vos, no, no quiero, necesito hablar con vos Fran– Esteban suplico alzando un poco la voz para que Francisco pudiera escucharlo, con una expresión desesperada en su rostro empapado.

Francisco cerro la ventana al escuchar eso, Esteban pensó que era un no, cuando estaba por darse por vencido y salir de ahí, la puerta de la casa se abrió.

–Está bien, entra– murmuró Francisco, tras esperar a que Esteban entrara le ofreció una toalla para que pudiera secarse. –Arriba podemos hablar, de paso te quitas todo eso y te presto algo de ropa–

Una vez en la habitación de Francisco, Esteban se quitó la ropa mojada y se envolvió en la toalla, Francisco evitaba mirar su torso desnudo, dejo una pijama sobre la cama y se dió la vuelta.

–Podes cambiarte en el baño si querés–

Esteban asintió en silencio y se dirigió al baño para cambiarse. Mientras tanto, Francisco se quedó en su habitación, sintiendo una mezcla de incomodidad y nerviosismo por la situación. No podía evitar pensar en las palabras no dichas entre él y Esteban, en todo lo que había pasado y en lo que aún quedaba por resolver.

ʸᵒᵘ ᵇᵉˡᵒⁿᵍ ʷⁱᵗʰ ᵐᵉ| 𝐹𝑟𝑎𝑛𝑐𝑖𝑠𝑐𝑜 𝑥 𝐸𝑠𝑡𝑒𝑏𝑎𝑛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora