Capítulo 20

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Cassy sujetó el cabello de Maggie bajo la mirada de su esposo.

La situación entre ambos seguía tensa luego del vómito verbal que Cassy había tenido en la playa.

—La llevaré con  mamá y volvere para que hablemos, Em.

Embry sonrió con tristeza besando la cabeza de Maggie antes de permitirle irse.

Embry no había oído lo que Cassy dijo pero pronto llegaron a sus oídos los rumores.

No podía culparla.

Su vida al lado de Cassy era feliz, más que eso, Maggie era una auténtica aventura cada día y Cassy era su propio sol.

Pero siempre continuaba el sin sabor del ¿qué hubiera pasado?

Embry podía jurar frente a todos los dioses, incluso podía jurarlo por su más grande secreto, él intentaba con todas sus fuerzas olvidarla.

Pero su propio lobo seguía repeliendo la idea de dejar ir a su impronta y seguir al lado de Cassy.

Incluso fue más difícil desde que tuvo que aceptar que él y Cassy nunca tendrían hijos propios, Maggie era su bendición.

Como loba solo podía procrear con una persona, su impronta y él de la misma forma.

—¿Embry?

— Ven aquí.

Ambos sonrieron cuando se fundieron en un cálido abrazo, la paz de se transmitían nunca se iba.

Cassy solo podía pensar en lo bien que se sentía estar entre los brazos de Embry, no importaba que tan mal les iba en el día, los brazos de su esposo siempre estaban listos para recibirla.

— Te amo...

— Lo sé.— Murmuró Cassy mientras dejaba descansar su mejilla sobre el pecho del moreno.— Lo sé...

— No pensé que te sintieras así por mi... por mi culpa.

— La decisión de irnos fue por eso... para alejarnos de nuestras improntas.—Suspiró cuando el chico inició una suave caricia sobre su cabello.—Sabíamos que sería difícil.

— De verdad lo intento.

— Lo sé.— Cassy se acomodó sobre sus piernas.—Estar aquí te tiene tenso.

—Más que cuando tengo que perseguir las vacas cada vez que olvido cerrar la puerta.

Cassy carcajeó mientras sentía las manos de  Embry escabullirse por debajo de su camiseta.

—Tal vez sea hora de relajarnos un poco.

Cassy no respondió, por otro lado, no dudó en iniciar un beso profundo que marcaba el inicio del final de una buena discusión.

 Embry gruñó cuando sintió los dientes de Cassy tirar de su labio, cerró los ojos tirando la cabeza hacia atrás dandole camino libre para besar su cuello sin restricción.

Cassy sonrió cuando sintió las manos de Embry levantarla para llevarla a su habitación.

Embry no dudó en quitarle la camiseta a mitad del camino e iniciar un camino de besos entre sus senos.

Pero de repente todo cambió.

Aquello ya no se sentía bien ni correcto.

Embry fue el primero en apartarse con los ojos llenos de lágrimas.

—Yo... lo siento, Cass...— Dijo Embry mientras se tomaba los cabellos con las manos en un gesto de molestia.— Yo... no... no puedo...

Cassy sentía lo mismo, la sensación de vacío parecía haberse intensificado.

— Quiero irme a casa.— El sollozo de parte de la pelirosa no se hizo esperar.— Estoy... cansada, quiero estar en casa, con tus abuelos...—Se puso su camiseta.— Lejos de ellos.

—Bien, nos iremos, mañana mismo, nos iremos, Cassy todo estará bien... 

El timbro sonó y los hizo suspirar.

Embry decidió abrir la puerta mientras ella se tomaba su tiempo para recomponerse.

Su cuerpo se tensó cuando abrió la puerta.

Paul e Isa se encontraban frente a su puerta, la morena sostenía una bandeja cubierta y Paul traía una bolsa de regalo.

— Hola, Embry.— Dijo Paul con una sonrisa de campeonato.— ¿Recuerdas a la amiga de Cassy, no?

— Soy Isa.— Se presentó la morena mientras le extendía la bandeja.— Son brownies, Cassy los adora.

— Nos encontramos en su tienda antes de venir aquí, ambos teníamos la misma idea así que decidimos venir juntos.

 —¿Está Cassy?

—Eh, sí, sí.— Dijo Embry saliendo de la ensoñación.—Pasen.

—  ¿Quién era, Embry?

Los ojos de Cassy observaron la caótica escena, la rubia no pudo evitar cerrar los ojos.

Esto afectaría a su matrimonio más de lo que quería admitir.

—¡Cassy!— Dijo Isa envolviendola entre sus delgados brazos con entusiasmo.—¿Cómo estás?

—Bien, yo... bien, ¿Cómo estás tú?

— Soltera.— Comentó Paul con una sonrisa ligera que hizo que Embry gruñera.

Cassy observó a su esposo con tristeza.

— ¿Vinimos en mal momento?

— No, creo que en el mejor.— Dijo Cassy mientras sonreía forzosamente. 

***

Cassy tomó asiento al lado de Paul, no lo había planeado pero al verlo desde la lejanía no pudo evitar llegar a su lado.

 —Fue horrible.

—Lo pude sentir todo el tiempo, aunque... creo que la única que no lo notó fue Isa.

— Sí... aún puedo sentirlo en la piel.

— ¿Fue difícil?

— Sí, mucho.— Admitió mientras tomaba la botella de agua que Paul le ofrecía.— Fueron meses de trabajo mutuo para poder... poder estar en paz.

— ¿Los lobos?

— La culpa.

Paul tomó su mano.

— Vuelve a casa.

— Es un infierno estar aquí.

— Separate de Embry.— Dijo con simpleza.— Él podrá estar con Isa y tú...

— Tú elegiste, Paul, la elegiste por sobre mi y nuestra hija.

— Fui un idiota...— Admitió.— Pero sé como te sientes, el mismo tormento que tú vives yo lo viví todo este tiempo.

— Al principio... en la mañana...— Suspiró.— Embry me pidió que nos fueramos y ahora... ahora ha pedido quedarse.

 —¿Por qué?

—No puede vivir más sin ella.— Admitió.— No hasta que ella lo rechace formalmente.

— ¿Qué harás tú?

— Me mudaré con mis padres.— Dijo Cassy mientras se aferraba a sus rodillas. —Al menos una semana antes de tomar una decisión con Embry.

—¿Y sobre Maggie?

—No lo sé...

— Podría ayudar.

— No te aproveches de la situación que sé muy bien cual era tu intención al llevar a Isa a casa.

— No quería dañarte.

— Pero hiciste más que eso.

Paul bajó la mirada.

— Destruíste mi familia.


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⏰ Última actualización: Jun 19 ⏰

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