CAPITULO 26

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Habían pasado varios días desde la última vez que Steve se había acercado a Melyna, se portaba distante con ella, se sentía culpable al haberle dicho esas cosas aquella noche.

Todos se encontraban desayunando y en ese momento baja Melyna de las escaleras con un nuevo look, todos la miran con admiración y con asombro, Steve la ve de diferente manera, la observa de pies a cabeza, observa sus jeans negros, con una chaqueta de cuero negra...ella vestía de colores, ahora era fúnebre, incluso su mirada era diferente.

—¿Me veo tan mal?—pregunta ella.

—No...te ves diferente, no sé.—responde Natasha.

—¿Tu no le dirás nada?—le pregunta Tony a Steve.

—¿Que puedo decir? ella esta...

Melyna se voltea y agarra una taza de café.

—Está perfecta como siempre, y ella lo sabe.—añadió sin sonar tan importante.

Melyna sonreí, pero al darse la vuelta finge no importarle.

—Ire a acompañar a Zemo, mi padre a instalarse a su nuevo hogar.

—¿Saldrá de la carcél?—pregunta Bucky.

—Si, bueno, como arresto domiciliario. Tony me acompañara.

—Amm, Pepper me necesita en la empresa, ¿no te importa que Steve te lleve?

—Steve aún no puede conducir.—dijo Melyna para evitar tener contacto con Steve.

—¿Steve? Puedes verdad.

—amm claro, ya estoy mejor.

Steve se levanta y empieza a encender el auto, Melyna se despide de Tony.

—Vas a pagarme esto Tony...

—no, mas bien me lo agradecerás.

—morirás antes de que escuches un "gracias".

Melyna sube al auto y en el camino ninguno dice nada.

Llegan a la cárcel de S.H.I.E.L.D.

—Te espero aqui, si quieres.

—No me molesta que estés cerca Steve.

Melyna se da la vuelta y Steve la sigue.

—Fury...—dijo Melyna.

—Melyna, ¿lista?. Steve, ¿como sigues?

—Voy mejorando Fury.

—¿Puedo verlo antes que lo saquen?

—Claro Melyna, pasa.

Steve y Fury se quedan afuera de la celda de visitas.

—wow, ese look te queda genial.—mencionó Zemo.

—Gracias papá. Antes que nos vayamos, solo quiero que me prometas que serás otro hombre, un hombre nuevo que aprendió de sus errores.

—No puedo cambiar lo que soy o lo que fui...pero te prometo que haré lo que sea para demostrarte que soy digno de tu cariño.

—No deseo ni quiero otra decepción más.

—No será así, lo prometo.

Melyna sonríe y toma la mano de Zemo.

—¿Y tu anillo? 

—amm, me lo quité...ya no me casaré con James.

—No te preguntaré el porqué, porque sé la respuesta.

TENÍAS QUE SER TÚ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora