No sé de dónde había agarrado tanto valor para decirle que yo los conocería primero, ahora estábamos enfrente de la puerta y ni siquiera me atrevía a tocar el timbre. Ni siquiera estuve tan nerviosa cuando me subí al avión como ahora.
— Tranquila — me tomó de la mano —. Saldrá bien — sonrió.
Yo solo asentí con la cabeza, él tocó el timbre, y enseguida abrió una mujer. Su cabello era castaño claro y sus ojos eran de un azul que se parecía al de un par de zafiros, me sonrió amablemente y luego miró a Hansel como si le dijera algo con la mirada. No mucho después miró hacia la casa y me pareció verla hacer una mueca.
— Por favor entra — volvió a sonreírme.
Asentí con gentileza mientras entraba a la casa. Miré hasta el fondo del comedor, pues una mirada penetrante provenía desde ahí. Cabello rubio, lo suficientemente claro para casi ser blanco, unos ojos color azul que me miraban tan fríamente que parecían témpanos de hielo. Justo como aquella vez. Era el padre de Hansel.
— Con que tú eres Hoshie — masculló.
— Estamos muy felices de conocerte — me sonrió nuevamente mientras se sentaba a lado de ese hombre.
— Me alegro — le devolví la sonrisa.
Continuamos con la comida, misma que fue incomoda por un largo rato. La mirada de su padre siempre era molesta y amenazante, mientras que, la mirada de su madre era gentil y alegre, siempre trataba de mantener conversación con nosotros, aunque el señor siempre interrumpiera.
Pasaron largos minutos así hasta que de repente se oyó un gran estruendo viniendo de la puerta de entrada. Todos dirigimos la mirada hacia el lugar de donde provenía el ruido.
Con una gran sonrisa había entrado una chica con lentes de sol, tenía el cabello rubio, y cuando se colocó lo lentes igual que una diadema, pude notar que sus ojos eran igual de azules que los de Hansel, vestía ropa de lo más extravagante y colorida, era imposible no dejar de verla.
— Me alegro llegar a tiempo hermanito — sonrió enormemente mientras Hansel fruncía el ceño.
— No pensé que llegaras — fingió sonreír.
— Tenía que hacerlo — dijo sin dejar de sonreír —. Ella es muy especial — me miró —. Creí que morirías solo — murmuró.
— Alyne... — dijo en tono severo quien sería mi suegro por segunda vez.
Alyne solo se limitó a verlo por un par de segundos sin expresión, después, sin haberle dirigido ninguna palabra a él me miró y con una gran sonrisa dijo:
— ¡Bienvenida a la familia!
— ¡Alyne! — dijo después de golpear la mesa.
— Thomas, lo mejor será que te calmes — la madre de Hansel dijo con un tono calmado y una sonrisa serena.
— Agatha... — Thomas suavizó su tono de voz.
— Ya hablamos de esto — Agatha dijo sin inmutarse —. Así que deja de arruinar el ambiente.
— ¿Yo? — la miró con incredulidad — ¡Tu hija nos acaba de humillar frente a mi nuera!
— Supongo que es porque se parece mucho a ti — le reclamó.
— Tranquila — me dijo Alyne llevándose una cucharada del postre a su boca —. Pasa todo el tiempo, seguro te acostumbrarás después — hizo un guiño.
Fue así como después de unos minutos de discusión entre ambos Hansel los interrumpió. Se aclaró un poco la garganta mientras los miraba fijamente con una expresión seria, mientras que yo me atreví a reír al notar como se habían olvidado de todo el mundo.
Agatha se limitó a verme con una sonrisa, mientras que Thomas solo desvió la mirada fingiendo que nada de esto había sucedido, Alyne continuaba comiéndose una porción de postre, al mismo tiempo que Hansel se limitaba a verme a mí.
— Bienvenida o lo que sea — dijo Thomas sin mucha alegría mientras miraba en una dirección totalmente opuesta a mí.
Definitivamente esto era muy diferente de aquella vez.
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Una semana después de haber llevado a Hoshie con mi familia ahora estábamos enfrente de la puerta de un departamento, mientras yo intentaba no estar tan nervioso, si bien, conocía a Clarisse, aun me sentía nervioso, aunque sabía que la situación no podría ser peor a la de aquella vez.
— Relájate — dijo con una sonrisa —. Lo más probable es que el problema sea mi familia.
Sin dejarme siquiera responderle, ella solo abrió la puerta y entró como lo hubiera hecho en cualquier otro día. Yo entré al momento en el que escuchaba a Clarisse decir algo, no pude saber de que hablaba, ya que en el momento en el que me vio, dejó de hablar repentinamente.
— Lo siento — murmuró.
— ¿Por qué te disculpas? — dije con cierto desconcierto.
— Por nada — Hoshie interrumpió.
Escuché una risa muy baja, miré en dirección a esa risa, tenía el cabello color negro y unos ojos color avellana. Era la madre de Hoshie.
— He escuchado mucho de ti... — dijo con una expresión tranquila —. Lo suficiente como para convertirte en un dolor de cabeza.
Después de escucharla decir eso, comprendí la a veces inexplicable honestidad de Hoshie. Clarisse solo suspiró como si todo estuviera mal.
— Aunque me alegro de conocerlo — decía más para ella misma —. Creí que nunca te vería — miró a Hoshie mientras sonreía.
— Creo que iré a la cocina — dijo Clarisse repentinamente.
— Te acompaño — respondió Hoshie como si se estuviera zafando de algo.
— Soy Mina — dijo al momento de sentarse en el sofá — ¿Sabes que tengo que cuidar a mis hijas en ausencia de mi esposo? — dijo mirándome fijamente.
Yo miré a mi alrededor como si alguien me observara de lejos, volví a mirar a Mina y asentí con la cabeza.
— ¿La amas? — me miró con una expresión gélida directo a los ojos.
— La amo — respondí.
— Con eso es suficiente — murmuró —. Bienvenido a la familia yerno — dijo con una sonrisa —. Aunque sería mejor si...
— Mamá, ahora no — Clarisse la interrumpió.
— No vallas a romper la vajilla — le dio un ligero vistazo y luego me volvió a ver —. Puedes llamarme madre a partir de ahora, pero trae mas seguido a Hoshie, ya que nunca me visita — la miró con un falso rencor.
— ¿Tú por qué crees? — Hoshie respondió sin pensarlo mucho.
— Mocosa malcriada — masculló.
Clarisse se quedó en silencio por unos minutos hasta que después soltó otro largo suspiro, entonces me dijo:
— Lo haré.
— Hacer ¿qué? — Hoshie me miró fijamente.
Me acerqué a ella para darle un beso en la mejilla.
— Después lo sabrás, pero ahora no.
Ella frunció el ceño momentáneamente, después sonrió un poco, me miró de una forma que parecía como si dijera «¿Ves? No era tan difícil»
— De acuerdo, esperaré.
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Te Espero en mi Próxima Vida (Editando)
Romance"¿Tú crees en las vidas pasadas?" la mujer justo enfrente de mí me lo decía con esa mirada que te hace saber que pronto comenzará una historia. "Vamos a empezar desde mucho tiempo atrás..." lo decía como una cuenta cuentos. Me pregunto si su histor...