Caminos a ti

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Cuando desperté él no estaba, solo se encontró un plato del desayuno en la mesa. Él se había ido. Me senté a desayunar completamente sola, mientras enfrente de mi estaba una carta. Se encontraba dentro de un sobre, completamente cerrada, estaba escrita para mí, eso decía el sobre. Era la primera carta, aun las guardas incluso en el teléfono, por lo que me es fácil recordarlas.



Hola, creo que ha pasado demasiado tiempo desde que no ocupo las cartas.

Eso me hizo recordar a aquellas veces que, aunque nos escribiéramos a diario, tardábamos en saber uno del otro. También me hizo recordar tus notitas en el refri cuando salías temprano. Tal vez por eso decidió que serán cartas.

Justo ahora te encuentras en nuestro comedor, ese lugar en el que por alguna razón frecuentamos tanto como el sofá. Aquí surgieron tantos planos y discusiones, revelamos tantos secretos y nos ocultamos otros tantos, incluso aquí fue donde escribí esto.

En mi vida anterior nunca me imaginé que nos seguiríamos amando tanto como ahora. Recuerdo que en las dos veces que te conocí, sentí mucha curiosidad por saber quién eras, siempre quise saber más de ti, me intrigaba el hecho de que siempre te quisiera ver. No sabes cuanto me alegra el despertar a tu lado todos los días.

Quiero que esto continúe por mucho tiempo. Espero tu respuesta ha estas cartas, pero para eso tendrás que ir a la segunda carta, la cual está en el lugar en el que estuve esperando a una mariposa.



Terminé de leer la carta y salí con prisa del apartamento, sabía a donde ir, era ese parque. Fui justo a aquella banca en la que siempre lo encontré, no estaba él, pero si una cara conocida.

— Supongo que me recuerdas — sonriendo —. Después de todo tuviste muchos problemas en mi nombre.

—Aiden—respondí.

— Así es — bajó la mirada y volvió a verme —. Ella realmente se siente muy mal por los problemas que les provocó, ni siquiera quiso venir al saber que tu vendrías —sonrió levemente —. Pero estoy aquí para hacer un favor —me mostró la carta —. Supongo que esto es tuyo.

— Lo es — la tomé.

— Entonces adiós — dijo después de darme la carta.



Si ya estás leyendo esto, entonces sabrás que esta carta se encuentra en el lugar donde nos volvimos a ver después de aquel incidente, así como de seguro tu más que nadie sabe el valor de este lugar, pues una gran serie de nuestros recuerdos fueron creados. en este mismo lugar.

Este lugar ha sido para mí como una bendición y un martirio. Pasamos tantas cosas que me es imposible plasmarlas todas aquí, fua aquí cuando te volví a encontrar, aunque también fue aquí en donde te perdí.

No muy lejos de aquí confesamos nuestros sentimientos, yo esperaba seguir a tu lado, pero tu dabas por hecho que yo no lo quería así. Te esperé tantas veces en este mismo lugar, te busqué tantas veces, por un momento creí que solo fuiste un sueño.

En ese momento no sabes cuanto extrañé tu sonrisa, o tu mirada, o simplemente tú. Te extrañaba. Ahora lo hago, quisiera abrazarte justo ahora, besar tus labios... pero aún no, tengo que esperar otro poco.

Con una serie de recuerdos te escribe esta segunda carta y espero que cumplas mi capricho de buscar la tercera. Hasta entonces, déjame seguirte amando.



Guardé la carta en mi bolsillo junto a la otra. Llegué al parque de atracciones (que se encontraba totalmente solo) y me detuve hasta llegar al kiosco, ahí se encontraba Alyne, me estaba esperando.

— Lee esto — me dio la carta —. Cuando termina entra al auto — dijo con una sonrisa.

Tomé la carta y asentí.



Como has de suponer, recibir la ayuda de alguien (aunque quisiera comprar el parque por un día).

Fue gracias a este capricho que me enteré de que ya te amaba para entonces. Parecía que ese día todo jugaba en contra, incluso te lastimaste aquella vez, pero a pesar de eso no fue un día malo para mí.

No pudimos hacer nada más que regresar, sin embargo, nunca estuve tan feliz a pesar de que todo estuviera en contra. Mi corazón latía como loco cada vez que te acercabas a mí, ya a pesar de ello, siempre quise estar cerca de ti.

Siempre la consideré nuestra primera cita, ya que para ese momento ya me había enamorado de ti, y lo único que esperaba en ese momento era que tu hicieses los mismos.

Fue en ese momento cuando empecé a comparar tus ojos con las estrellas más hermosas del cielo, ya tu sonrisa con la luna. Esas han sido mis estrellas, no las que tu señalaste aquella noche en ese lugar.

Aunque no me importa si las ves, mientras tu encuentras tus estrellas, yo miraré las mías.



Subí al auto y después de unas horas llegamos a ese bosque al que tanto planeé ir para contarle todo. Para mi sorpresa Clarisse salió de un auto.

— Mira el paisaje rápido y entra al auto — dijo con un tono autoritario — Leerás la carta en el camino.

— ¿Por qué? — la miré.

— Porque ya estoy harta, ni siquiera hay señal — se quejó —. De haber sabido hubiera escogido un parque —murmuró.

Me despedí de Alyne y subí al auto con Clarisse, entonces ella me entregó la última carta.



Ésta es la última carta que te escribo, y elegí este lugar no solo por el empeño que le pusiste a dicho plan, sino porque, aquí me hiciste una promesa.

Yo sé que la cumplirás, o el destino te harás cumplirla. De cualquier forma, sé que no la vas a romper, y me gustaría que eso siguiera así.

Creo que para este momento ya sabes que es lo que quiero decir, así que no puedo expresar ninguna otra cosa por cartas. Tendré que decírtelo esta vez viéndote a los ojos.

Estaré esperando tu llegada sin importar que, quiero verte ahora mismo, pero tendré que esperar un poco más. Hasta entonces te seguiré esperando, espero una vida, y puedo esperar otro poco.

Cumpliré mi promesa atte: Hansel Waild.



Guardé la carta de inmediato, estaba nerviosa, sabía que seguiría después de esto, pero no podía evitar estar nerviosa.

Te Espero en mi Próxima Vida (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora