Siendo sinceros, este año no ha sido mi año. Mientras todas mis amigas entraban en la universidad, yo decidí que era una buena idea tomarme un año sabático y ponerme a trabajar mientras pensaba en qué quería dedicarme de verdad y qué estudiar. ¿Conocéis esa sensación de cuando acabas de cumplir 18 años y empiezas a pensar que el año que viene tendrás 19, y el siguiente 20? Empiezas a darte cuenta de que ya tienes 20 años, ya no eres un adolescente, y se supone que debes actuar como un adulto. Pero, en realidad, no sabes cómo actúa un adulto, y simplemente eres un adolescente que intenta prolongar esa sensación de ser joven a través de cualquier tipo de estímulo o situación.
— Hola buenas ¿os puedo ayudar en alguna cosita? ¿buscáis algo en concreto? —dije amablemente a la pareja que acababa de entrar en la casa del libro donde estoy trabajando actualmente.
— Hola sí mira estoy buscando la trilogía de libros no sé si se llama....¿cómo había dicho la niña que se llamaban los libros Mari Carmen? — Pregunto el señor de unos 45 años a su mujer.
— la culpa es tuya — susurró la mujer mientras seguía hablando por teléfono.
— ¿Seguro que el libro se llama la culpa es nuestra o realmente estáis buscando es culpa mía de Mercedes ron? — Comenté amablemente a los clientes.
— Culpa mía leche sí, exacto ese era el libro que quería la niña, Mari Carmen no era ese nombre por dios — comentó divertido el hombre.
— Nada no se preocupe — Dije con una sonrisa.
— ¿Y buscáis solo el primer libro o tenéis pensado llevaros la trilogía entera? lo digo porque tenemos un estuche con los tres libros que sale a muy buen precio en vez de comprar los libros por separado.
— ¿a qué precio salen los libros por separado? — preguntó el hombre.
— Pues mira por separado los tres juntos serían cuarenta y cinco euros, mientras que se os lleváis el estuche completo con los tres libros os saldría 34 euros con 99.
— Ay pues sí mira está bastante bien de precio, pues ponme mejor el estuche y pónmelo también de regalo gracias.
— aquí tiene ¿va a pagar con tarjeta con efectivo?
— con tarjeta por favor gracias
— Pues listo entonces — dije dándole el ticket
— Que tenga buen día muy amable, adiós.
Finalmente, tras tres horas más de trabajo, terminé. Salí del centro comercial donde trabajo y me dirigí al metro para tomar la línea 7 en dirección a mi casa. Tras cuatro paradas, finalmente llegué a casa.
— Hola ya estoy en casa — Dije en alto mientras colocaba mis llaves en el portallaves.
— Hola Nachin — Dijo mi padre sin levantar la mirada del ordenador.
— ¿Aún sigues trabajando papá? Son las diez de la noche — Dije dándole un beso en la cabeza.
— Estoy haciendo un comunicado para el sindicato.
— Ahhh — Dije haciéndome como el que entendía.
Al entrar en casa, me dirigí al salón y me encontré con mi hermana mayor acomodada en el sofá. Estaba enviando audios a su novio con un tono tan empalagoso y exagerado que me hacía desear arrancarme los oídos. Su voz dulce y cargada de afecto contrastaba drásticamente con mi agotamiento, y cada palabra melosa que pronunciaba aumentaba mi incomodidad. Traté de ignorarla mientras avanzaba hacia mi habitación, pero sus risitas y susurritos parecían seguirme, envolviendo la casa en un ambiente pegajoso que me resultaba insoportable.
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Ecos de un amor infinito
RomantikEn el caos de los castings para un concurso musical, dos almas divergentes se cruzan en un encuentro fortuito. Miguel, con su aura enigmática y reservada, encuentra en Nacho un rayo de sol personificado. A pesar de sus diferencias como el día y la n...