SEIS

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Las sombras murmuran, la niebla responde; la oscuridad ronronea como los suspiros de medianoche.

Rusty Fischer.


La noche de Victoria había sido muy productiva, no solo por el hecho de que había anclado el alma de Elizabeth en la casa de Beatriz, sino porque se había topado con Harry cuando este hablaba con la chica y por suerte pudo hacer que se quedara con ella, que hablara con ella y que solo su atención fuera para ella, con coqueteos sutiles, risitas y suaves toques que tenía encantado a Harry, él como todo un caballero la llevó a su hogar despidiéndose con un beso en la comisura de sus labios y ese acercamiento sirvió para que Victoria pudiera tomar un par de cabellos del chico que le servirán para sus futuros planes.

—¿Entonces cómo es que me acerco con ella?—. James le pregunta a Victoria mientras maneja hacia la escuela, poniendo atención al camino.

—Bueno, Harry está encantado conmigo y eso a Beatriz no le gusta para nada, así que podrías intentar con eso, sutiles susurros de mi, cosas que le hagan dudar, pero no quiero que nadie te vea.

—¿Por qué?—. James la mira rápidamente para seguir con la vista en el camino.

—Porque para lo que planeo hacerle requiere que se quede sola, que nadie crea su palabra, que se gane el odio de todos y si te vinculan con ella, eventualmente notarán que todo fue planeado.

—Bien—. El rubio estaciona el auto y apaga el motor para girarse y ver a la castaña—. ¿Las gemelas ya saben sobre qué tienen que conseguir algo de ella?

—Les pedí cabello, pero Amelie dio la idea que podíamos usar sangre, así que no se como es qué harán eso—. La chica se inclina contra el tablero para dejar un corto beso en los labios de James y baja del auto seguido de él, ambos caminando lado a lado—. ¿Oliver sigue haciendo preguntas?

—Está más preocupado por arreglar lo que sea que hizo con Derek como para preguntar lo que tramamos, aunque lo intuye.

—Encargate de que le dé más importancia a lo de Derek, no quisiera deshacerme de él—. Victoria ve al chico y le sonríe ligeramente—. Después de todo, lo aprecias.

—Que encantadora—. Le regresa la sonrisa y cuando se acercan más a las puertas de la escuela es que James la rebasa besando su pulgar con rapidez y guiñandole un ojo dejándola sola.

A lo lejos puede ver a Kora, por lo que sonrie y se acerca a donde esta ella, acercándose por detrás y soplando ligeramente en su nuca haciendo que la chica se estremezca y se gire a verla, cuando la ve no puede evitar soltar un suspiro enamorado que hace que Victoria ria y se incline a dejar un beso en su mejilla.

—Hola Kora.

—Hola Victoria—. La chica le sonríe radiante y juega distraídamente con un mechón de su cabello sin dejar de ver de sus ojos a sus labios.

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