15.

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Bill llegó a la casa y no dudó ni un segundo en entrar, los chicos llegaron detrás de él y Patrick se sentía estúpido por haberles hecho caso de no dejarlo ir solo.

—No querían venir pero ¿Qué pasará cuando falte otro Georgie? ¿Si es alguno de nosotros? ¿Van a fingir que no pasa nada? Cómo todos en este estúpido pueblo, yo no puedo, cuando voy a casa lo único que noto es que Georgie ya no está y entrar a esta casa es más fácil que entrar a la mía— Patrick sabía que se sentía estar en tu propia casa y sentir que no es un hogar, sentir que no hay vida, y ahora se sentía más estúpido por tenerle empatía al que probablemente los lleve a la muerte.

—No tartamudeo ni una vez—Jade golpeó a Richie en el hombro después de su comentario. Los chicos comenzaron a subir las escaleras siguiendo a Bill.

—¡Esperen! ¿No deberíamos tener un plan?—

—Stan tiene razón. Yo seré la carnada, cuando ESO venga, ustedes lo atacan, no dejaremos que se lleven a otro niño ni a alguno de nosotros— Jade mencionó viendo al grupo de chicos.

—No, no, no, ninguno de ustedes lo hará, mucho menos tú— señaló a Jade — no te voy perder, alguien se quedará a vigilar afuera— dijo Patrick mientras se cruzaba de brazos.

—¿Quién quiere quedarse afuera?— todos los chicos levantaron la mano menos la pelirroja y los dos jóvenes de cabellos negros.

Los chicos entraron a la casa, Eddie, Jade, Richie, Patrick y Bill, todo estaba lleno de hojas, telarañas y olía a muerte.

Richie se separó del grupo al ver, en una habitación, un cartel de otro niño desaparecido, el niño se acercó lentamente, con seguridad, pero al ver la imagen notó que era él, Richie había desaparecido según el cartel, los demás lo notaron y se acercaron al chico de lentes—Dice que estoy desaparecido — dijo nervioso.

—Richie, tú no desapareciste—mencionó Bill intentando calmarlo.

—Es mi cara, mi ropa, soy yo— mencionó agitando la hoja.

—No es real, cálmate Rich—Bill no sabía cómo lograr que se calmara, Richie ya estaba gritando.

—ES MI NOMBRE, ES LA FECHA, ES MI EDAD, VOY A DESAPARECER, ME DESAPARECERÁ—

—Richie, mírame, eso no es real, eso está jugando contigo—

—No solo con él— Jade dijo haciendo que los chicos voltearan, enfrente de ellos estaba parado un señor con un cuchillo en el pecho, el hombre levantó la mano para señalar a la pelinegra —Asesina... ¡ASESINA! ¡ASESINA!— Jade tapó sus oidos y cerró los ojos lo más fuerte que pudo —No es real, no es real—repetía de forma rápida, la cara de su padre comenzó a transformarse en aquella del payaso—Se escaparon de mí una vez...¡VAN A FLOTAR!— los chicos miraron a Patrick, al ver que la chica seguia viendo hacia un punto fijo, al ver al hombre, Patrick lo reconoció por la foto en el cuarto de Jade pero ninguno podía ver que ya no era su padre quien hablaba con la pelinegra, él no sabía que hacer, así que la tomó de los brazos y se encerraron en la habitación hasta que ESO se fuera. Detrás de ellos, se escuchó un golpe en la pared, como si quisieran entrar, al darse la vuelta notaron que no provenían de la pared sino del armario que estaba ahí, la puerta se abrió lentamente y la madre de Patrick apareció mientras tomaba la mano de un niño, Jade suposo que se trataba de su hermano, la señora y el niño comenzaban a acercarse y los jóvenes retrocedían, Patrick estaba sin palabras, pero cuando se detuvieron debido a que la no había más espacio en la habitación, el niño comenzó a girar su cabeza, deformando su cuello, la señora levantó la mano señalando a Patrick —¡TODO ES TU CULPA! ¡TÚ LO MATASTE!— la cara de la señora comenzó a tornarse blanca y su cabello de un color naranja tan familiar para los jóvenes. Bill abrió rápidamente la puerta y todos salieron del cuarto cerrando detrás de ellos la puerta.

Prejudices (Patrick Hockstetter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora