CAPITULO 20

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Argentina se la pasaba de lo más feliz con sus perspectivas, aunque se volvieron unos pervertidos, les gusta hacerlo en otros lugares diferentes posiciones o hasta Incluso en lugares, donde hay mucha gente. Es pura suerte que hasta ahora no fueron descubiertos haciendo sus actividades íntimas tan concentrado en sus pensamientos que no escuchó la puerta tocarse ni abrirse hasta que alguien lo llamó de frente y lo sacó de sus pensamientos.

-Padre.

-Eh que pasa, Salta.

-No respondías cuando toque la puerta paso algo.

-Estaba distraído, lo siento que sucede.

Salta le empezó a contar a su padre sobre los asuntos de su gobernante. Argentina le da consejos. Salta solo escucha sus consejos. Su padre se dio cuenta y le preguntó por qué está distraído en esos salta solo puedo decirle la verdad a su padre. Su preocupación de que salga herido en esa relación que tiene con Francia. No quiere que vuelva a aislarse. En eso argentina se para y fue hasta su hijo y lo abrazó y le pidió disculpa por todas las preocupaciones. Salta solo lloró en su hombro.

Argentina solo suspiró con pesadez, pasó tanto tiempo encerrado en su oficina haciendo su trabajo que no se dio cuenta del daño que le había hecho a sus hijos, quienes se preocuparon por el solo hecho de que se vuelva a encerrar en su oficina solo por si algo salía mal en su relación con Francia y Venezuela. Siguió abrazando a su hijo. Decide que pasará todo el fin de semana con sus hijos para arreglar todo el daño que ha hecho durante toda la semana a los hijos de argentina. Se fueron reconciliando con su padre y llevándose bien con las parejas de él, toman su día para charlar o hacer una actividad con ellos.

Los hijos del argentino se la pasaban. Pasando los días, conociendo mejor a las parejas de su padre, las historias de su juventud, de como Venezuela y Argentina se independizan, incluso leyendas urbanas. Todo era fascinante. Ya no tenían ese muro de vigilancia hacia ambos y empezaron a abrirse hacia ellos. En eso hablaban de temas del pasado, sobre todo. Santa Cruz le preguntó algo a Francia que lo sorprendió.

-Señor francia.

-Sí, pequeño.

-Usted conoció a Third Reich o su padre.

-Hmm bueno....

El silencio se presentó en la sala. Incómodo para algunos y algunos sorprendidos Santa Cruz se preguntó si no debió hacer tal pregunta. Tal vez no debió hacerlo. Francia no sabía qué hacer. Esa pregunta le trajo muy malos recuerdos, pero aún así le respondió que sólo conoció a Third Reich, no a imperio Alemán. De por sí. Solo conto como Third Reich estaba obsesionado con buscar un gobierno donde no haya discriminación, pureza, etc.

Los chicos están atentos con todo lo que decía Francia, impresionados y algo asustados por toda la masacre y se preguntaban que vio su padre del loco alemán ese y su padre. Pero tantos, los mayores como Bs. As tucumán y los demás como Francia, dicen que a veces hay amor incluso las personas más sanguinarias, que todos tienen una corazón, una acción de lo cual alguien se puede enamorar.

Argentina acaba de terminar su reunión con su presidente. Había discutido con él por querer subir la economía, pero lo prohibido porque no confiaba en ellos después de tantos años donde cada presidente se roba el dinero para luego dejarlos en más deudas y volver a postularse con cara de arrepentimiento por lo que hizo en el pasado, para luego sin vergüenza proponer cosas que no tienen sentido. Llegó a casa con cansancio, pero escuchó la conversación de sus hijos con sus parejas. Solo sonrió con pesar pero con alegría por la paciencia de sus parejas con sus hijos.

EL IMPERIO ARGENTINO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora