Mi guerrero no es de papel, pero es frágil como uno.
Mi guerrero no es de papel, pero lleva escritas muchas heridas en su piel.
Mi guerrero, no es omnipotente, pero tiene poder. El poder de curar mi cabeza cuando quería despegarse de su cuerpo, el poder de renovar mis sueños olvidados, el poder que no poseo ni poseeré sin su presencia.
Mi guerrero no usa armas, es valiente sin ellas, es casi mortal su mirada.
Con un "Te amo" suyo, hubiera derribado las murallas de Troya, con su abrazo se licua el diamante más puro, con un beso blanquearía hasta al ébano más oscuro.
Mi guerrero posee la magia que perdió el mundo moderno, no necesita trucos y poleas, su hechizo es el amor, el amor que no tenemos.
El corazón de mi guerrero a veces se agranda tanto que apenas cabe dentro de su pecho, se agita y se confunde, se irrita y se molesta... y es que los ángeles jamás se acostumbran a habitar dentro de un simple humano.
No se si mi guerrero comprende el amor que le tengo, y es que soy tan imperfecto...que me avergüenza llevarlo de la mano, como quien presume el agua en medio del desierto.
Mi amado guerrero, la batalla es dura, y lamento ser solo una pequeña parte de tu frágil armadura.
Pero ahí estaré presente, quizás deshecho, poniendo mi vida delante de tu pecho si acaso una flecha de depresiones se atreve a querer herirte nuevamente.
A mi guerrero...
ESTÁS LEYENDO
Vehemencia Poética
RomanceCada página es un poema, una historia, un sentimiento...o miles.