Soporta corazón, soporta. Que no has perdido, aunque tampoco ganaste esta batalla.
Que te han herido, más no estás muerto.
Por favor, no reprimas ese grito, mejor transfórmalo. Cada bocanada de dolor serán toneladas de sabiduría, y ese enemigo por el cual rezas se quedara sin armas con cuales herirte.
Por favor, no reprimas ese llanto. Porque cada lágrima acabara convertida en nube, para llegar en forma de lluvia sobre el ser que amas, para darle la paz que tanto le hace falta.
Respira corazón, respira. Que respirar casi siempre es involuntario, pero vital. Así como amar y odiar, inevitable, pero necesario.
Pues quién te cortó el aire aquella vez, no sabe del amor.
Aprende corazón, aprende. Que aprender es necesario para enseñar y enseñarte. Enseñarte a ti mismo, que no se puede aprender sin equivocarse.
Nadie debería equivocarse sin haber aprendido algo, aunque a veces eso no pasa.
Perdona, corazón, perdona. Que perdonar te hará más fuerte que el odio. El perdón te acariciará antes de dormirte, más el odio solo te bañará de insomnio.
Por lo tanto, uno te hará soñar de nuevo y el otro... El otro es sólo fuego, fuego y dolor.
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Vehemencia Poética
RomanceCada página es un poema, una historia, un sentimiento...o miles.