Me amarás hasta el final? [Bakutodo]

Capitulo 2

                                         ~•~

A Todoroki la verdad no le costó tanto encontrar su aula, era cuestión de fingir una sonrisa y preguntar a alguien extraño, él tenía fé que todos lo conocen y admiran.

Y es por eso que él se pregunta, cómo es posible que la gente admire a alguien que no conoce? Uno de los mayores ejemplos es justamente su padre, por alguna razón muchísimas personas lo admiraban y amaban, pero ni siquiera lo conocen bien como llegar a esos extremos.

Dejo de pensar en eso, él quería dejar una fachada de alumno neutro, pero si continuamente piensa en su padre, se le escapara un grito de impotencia.

Los héroes que veía estaban tan cerca y a la vez tan lejos, ¿Cómo es eso posible?

Al entrar al aula pudo observar que la clase estaba medio lleno, gracias a los auriculares no escuchaba los gritos que se notaban que estaban provocando. En el fondo pudo ver un asiento disponible así que con pasos medios apresurados se fue a sentarse.

—Hola, mi nombre es Eijiro Kirishima, y tú eres?—Un pelirrojo lo saludaba con una sonrisa enorme.

—Shoto Todoroki, un placer Kirishima— solo atino a dar ese saludo corto, no quería hacer amigos por el momento, no venía a eso.

El pelirrojo al notar que el bicolor volvió a ponerse sus auriculares, lo tomo como que él estaba de más en su visión, así que con una sonrisa se despidió de él.

Todoroki pudo ver cómo el pelirrojo le decía algo que no logro escuchar, pero tampoco es como quisiera, él solo quería que el maestro llegara de una vez por todas. Y así fue, por primera vez el destino está de su lado.

—Buenos dias alumnos, soy su maestro Aizawa, les estaré acompañando en todo el año para que puedan ser unos poderosos héroes— Se notaba a kilómetros que ese señor no quería estar ahí, de por sí traía ojeras y una cara de querer pegar al primero que hable.

Y justo cuando para Shoto todo estaba saliendo bien, la puerta da un sonido fuerte y posteriormente entran dos personas en el que el bicolor reconociono a un pecoso.

—*Tiene que ser una maldita broma, este chico otra vez*— es lo que maldecia el bicolor en su mente.

—MALDITO DEKU, POR TU CULPA LLEGAMOS TARDE—exacto, Katsuki cuando interrumpía una clase, en vez de pedir perdón, lo que hace es echarle la culpa a su acompañante.

—Pero Kacchan, yo no tengo la culpa, cuando pregunté me dijieron que era dos pisos arriba—y ahí estaba otra vez, deku hablando rápido.

—Ejem, si tan solo van a interrumpir en mi clase, será mejor que se retiren—dijo irritado el maestro no solo por la interrupción, sino más que nada por los gritos de ese rubio ceniza—Si es que van a entrar, háganlo de una vez y tomen asiento—

—Si-i sensei, lo siento mucho—se disculpo el menor con una reverencia.

Al tomar asiento deku se dió cuenta que había una cara que le hacía conocida, así que se dió la vuelta y al hacerlo se dió cuanta que era Shoto, iba a saludarlo, pero se acordó en la posición en la que estaba ahora mismo, así que más tarde lo haría.

Shoto en ese entonces ya estaba contando hasta 100, en alguna parte de internet vio que contar calma la ansiedad, pero él sentía que no le estaba ayudando.

Los gritos que tiraba ese rubio que no sabe cómo se llama solo lo hacían alterarse, y todo porque se acordaba de su padre, de la misma manera este le gritaba, incluso peor.

Cuando los alumnos terminaron de acomodarse, el maestro simplemente sacó una bolsa de dormir y se tiró al piso como una papa, nadie entendía el por qué lo hizo, y por eso algunos se quedaron viendo entre si, no sabían si era alguna prueba, no sabian si el profesor se desmayó.