Capítulo 8: ' Habibi'

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Yugi

Apenas desperté, me senté en la cama, Atem aún seguía durmiendo, pero lo que me extrañaba un poco es que Joey no llegó, de todas formas me puse de pie y me arreglé por mi cuenta, aunque Joey me deja arreglarme por mi cuenta en ocasiones, pero es una buena oportunidad de recordarme que no soy un niño chiquito, me vestí rápido y me maquillé como normalmente lo hago, y cuando me estaba terminando de colocar los aretes, Atem despertó.

Atem: Le dije a Joey que no te viera hoy, ¿por qué estás arreglado?

Yugi: Yo puedo arreglarme solito Atem, en mi época todos hacen esas cosas por su cuenta, nos en señan eso desde pequeños- me miró sorprendido y me sonrió- ¿qué vamos a hacer hoy?

Atem: Hoy no tenemos que hacer mucho, solo tenemos una reunión para discutir sobre unos cambios en el pueblo, pero será largo, después debo atender un asunto con los guardias y ya- me abrazó- el resto del día es nuestro- me reí y me quedé esperándolo.

Al llegar con Isis, miré lo que había pasado, el calor está aumentando más en estos días y el cultivo se está secando, y cuando queríamos mirar los cultivos del palacio, ya que Atem dudaba de que eso estuviera pasando, los esclavos que se encargaban de eso estaban corriendo de un lado a otro, lo que no se había secado, lo estaban colocando bajo una carpa que ellos hicieron con una manta y unos palos enormes de madera, me echaban agua nuevamente y vigilaban el estado...

Yugi: ¿Hay un río que este cerca al palacio?- miré a Atem y asintió con la cabeza- es mejor que construyan caminos de agua, así el cultivo no se secará y la carpa que están haciendo será más efectiva- algunos si me entendieron, otros no, y como quería ayudar, me quité las joyas.

Atem: ¿Vas a hacerlo también?- asentí y me quité los zapatos, cuando estaba pequeño con Tea, miramos como construían los canales en Japón, hicimos uno y nos mojamos los zapatos.

Yugi: El problema me afecta tanto a mí, como a los demás, y quiero hacerlo- y me fui con ellos antes de que Atem me dijera algo, con un grupo fuimos al río, es verdad, no queda lejos, eso es bueno, miramos como hacer que el agua llegara, primero hicimos unos huecos para probar si la fuerza del agua podía llenarlo, y perfectamente lo hacía, menos mal porque no quiero desviar el río, tapamos un momento y aprendí a hacer los canales, cuando llegamos a donde estaban los demás, ayudaron y verificamos cada canal, una de las chicas me sostuvo porque casi me caigo, di la señal para que dejaran que el agua corriera, y apenas sentí el agua recorrer mis pies, temblé y casi me casi me caigo otra vez- está fría- me reí con los demás y salí del canal, volvimos a acomodar las plantas e hicimos más carpas, y finalmente quedó- quiero que pasen las enseñanzas de hoy al pueblo, esto no se debe quedar entre nosotros- y en poco tiempo algunos esclavos fueron con los guardias.

Atem

Me sorprende que quiera hacer las cosas, aunque me imagino que para él es normal, tenemos costumbres muy diferentes, pero eso solo hace que me guste más, apenas se secaron sus pies y volvió a ponerse todo lo demás, regresó a mi lado y seguimos con lo último, al mirar como los guardias entrenaban, suspiré, hace poco tuvimos un problema con un grupo de ladrones, logramos eliminar a todos, pero el líder se escapó, así que solo es aumentar los guardias en el pueblo y el palacio.

En la noche...

Caminamos por el santuario y nos sentamos a mirar la luna, Yugi estaba recostado en mi hombro y yo acariciaba su cabeza.

Yugi: ¿No te molestó que trabajara con los cultivadores?

Atem: Claro que no, me sorprendió porque no estoy acostumbrado a ver esa actitud- se acomodó para verme- pero me gusta que seas así- me sonrió y besé sus labios, y cuando puse una mano sobre su pierna, me detuvo.

Yugi: Atem, estamos afuera, ¿no crees que alguien podría vernos?

Atem: Es tarde y nadie viene al santuario, solo estamos nosotros dos- volví a besarlo para que no dijera nada y lo recosté en el piso- vamos habibi, disfrutemos de la noche- suspiró y yo besé su frente.

Empecé besando su cuello y lentamente iba bajando, jamás me había dado cuenta de que su piel es tan suave, poco a poco la ropa me iba estorbando y mientras preparaba a Yugi mordía, chupaba y lamía su cuello, cuando ya estaba listo, besé sus labios para distraerlo y lentamente lo penetré, al estar totalmente dentro, intenté calmarme, no quiero hacerle daño, y cuando empecé a moverme, los gemidos de Yugi me excitaban cada vez más, y las expresiones que hace me fascinan, no aguanté y mordí su cuello, aumenté las embestidas y cuando Yugi colocó sus manos en mis mejillas, lo besé y cuando me vine dentro de él, me rasguñó la espalda y lo besé.

Atem: Quiero otra ronda.

Yugi: Estamos afuera y mañana tenemos deberes- nos vestimos y le tomé la mano.

Atem: Somos los reyes habibi, tomarnos un día libre no nos hará daño- lo llevé corriendo a la habitación, de saber que su cuerpo es una delicia, lo habría hecho mío hace días.

Hasta el próximo capítulo....


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