Capítulo 13

530 42 71
                                    

Sus pisadas quedaban marcadas sobre la fría nieve a medida que se alejaban, queriendo tener más privacidad. Sus manos se mantenían unidas, nunca se separaron y sus respiraciones agitadas soltando el vaho gélido de la noche acompañaban sus pisadas.

No pararon hasta sentirse lo suficientemente seguros a pesar de ser de noche y que cualquier demonio podría atacarlos, pero preferirían que interviniece una de esas asquerosas criaturas a que lo hiciese un humano.

Definitivamente.

Se desviaron del camino, metiendose entre los árboles en caso de que alguien pasara por ahí. Inmediatamente que se sintieron seguros y totalmente a solas Giyuu no esperó para quitarle las vendas al contrario y guardandolas dentro de su haori.

Se inclinó sin siquiera pensarlo para fundir sus labios como se debía. Clamándolo, asegurándose de borrar cualquier rastro inexistente de aquella chica.

Se sintió inseguro al verlos juntos, en verdad su pecho se estrujo. Como pudo los saludó y se dedicó a darle miradas fugáces, suplicando que se acercara pero él no lo hacía.

-¿Porqué no te acercaste Obanai?- Preguntó una vez se separó.

-Estábamos en público- Mencionó tomandolo de la cintura- Sabes que no nos pueden ver juntos.

-Pero como amigos...- Negó desviando la mirada, desechando aquél deseo de mantenerse cerca del heterocromático en todo momento.

-No pienso tener que responder las preguntas de aquellos tontos- Escondió su rostro en su pecho, hacía mucho frío.

No dijo nada más y abrazó al más bajo que se mantenía en su pecho. Aunque no llevasen mucho tiempo en aquella extraña relación se sentía como si siempre lo hubiese querido tener. Solo para él claro estaba. Pero ningún derecho tenía a reclamarle y eso lo sabía más que nadie.

-Tomioka- Se separó asfixiado por aquellos fuertes brazos del ojiazul que se negaba a separarse totalmente de él.

-Solo un poco más...- Escondió su cuello en la nuca contraria- Tenía muchas ganas de verte, estar contigo.

-...- Se mantuvo en silencio, las palabras no salían de su boca pero más que nada no sabía que decir- Yo-yo también- Apretujo al contrario sintiendo su respiración helada en su cuello- ¿Que me estás haciendo?

Se mantuvieron así hasta que una brisa fría penetró su cálido abrazo, obligandolos a separarse pero sin cortar aquel contacto físico entre ellos.

-¿A que? ¿Que quieres decir con eso?

-No se que me pasa cada vez que estoy contigo- Se acarició la cien- simplemente no quiero que esto termine...estoy confundido, mis sentimientos ¿Por que? ¿Por qué no me puedo comprender a mi mismo.

-Obanai- Tomó las heladas manos del contrario con las suyas para seguidamente entrelazar sus dedos- Tu me gustas- Lo soltó al aire se apeno inmediatamente de lo dicho pero ya no había vuelta atrás así que continuó- ¿Yo te gusto?- No estaba acostumbrado a hablar tanto pero cuando se trataba de Obanai la cosa cambiaba- Este poco tiempo que hemos tenido manteniendo este extraño lazo me ha hecho pensarlo mucho y darme cuenta de como son las cosas...yo estoy bien si dices que no pero por favor quiero que seas sincero conmigo sé que estás en un dilema pero por favor necesito una respuesta, aclararme dejar esta inseguridad de lado- Miró fijamente al contrario que permanecía inmóvil, analizando sus palabras. Apretó sus manos con las contrarias buscando seguridad o al menos una señal. Esperaba la respuesta y si le tomaba años decirle pues el lo esperaría pacientemente.

-Yo...creo que si- Se sonrojó, viendo como las comisuras dañadas de sus labios temblaban y su ceño se fruncia para mirar a otro lado. Parecía apenado por lo que acaba de decir- Pero no estoy seguro ya te dije. No me comprendo en estos momentos.

El Arte De Odiarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora