El niño envidioso

3 0 0
                                    


Yin Zong y Yin Haoran eran hijos del venerable líder del clan Tianxing, Yin Dehuai. Desde pequeños, sus personalidades fueron opuestas como el día y la noche.

Yin Haoran, el mayor, nació con el peso de continuar el legado de su clan. Mostraba una dedicación y responsabilidad fuera de lo común para su edad. Absorbía las enseñanzas marciales y espirituales con una facilidad innata, ganándose rápidamente el orgullo y admiración de su padre.

Yin Zong, por el contrario, era indómito y rebelde. Prefería pasar su tiempo inventando travesuras y aventuras imaginarias, en lugar de atender sus deberes. Su temperamento impulsivo y sarcástico sacaba canas verdes a sus tutores.

Sin embargo, en su tierna infancia, los hermanos solían llevarse bien. Yin Haoran guiaba a Yin Zong en sus juegos, procurando mantenerlo lejos de problemas. Le tenía paciencia, entendiendo su necesidad de diversión a esa edad.

Cada noche, luego del estudio, se escabullían a los jardines para reinventar épicas batallas y peligrosas misiones. Yin Haoran siempre tomaba el papel de héroe valiente, mientras Yin Zong interpretaba a monstruos y villanos con entusiasmo. Las risas de los pequeños resonaban entre los árboles, resonando con la alegría de una infancia despreocupada.

Pero el idílico equilibrio entre los hermanos no duraría para siempre. Cuando cumplieron 8 y 10 años respectivamente, sus caminos comenzaron a bifurcarse de manera definitiva.

Yin Haoran pasaba largas horas absorbiendo las enseñanzas de espada, meditación y tácticas de batalla. Como futuro líder del clan, no podía darse el lujo de holgazanear. Su rostro juvenil ya mostraba la gravedad y disciplina que lo caracterizarían.

Los padres de ambos observaban con preocupación la diferencia abismal entre sus hijos. Yin Haoran era diligente y sobresalía en todo. Yin Zong parecía incapaz de tomarse la vida en serio. ¿Cómo podrían guiarlo para que siguiera los pasos de su hermano?

A medida que Yin Haoran se adentraba en la adolescencia, su dominio de las artes marciales crecía exponencialmente. Sus movimientos con la espada eran impecables y letales. En meditación, alcanzaba estados mentales muy por encima de sus compañeros. El orgullo de sus padres era evidente.

Yin Zong se esforzaba por seguirle el paso, pero constantemente se veía opacado, esto era normal ya que era más joven sin embargo para él era una burla. Sus katas de espada carecían de la precisión milimétrica de su hermano. Le costaba calmar su mente inquieta durante la meditación. Era diestro, pero siempre a la sombra de Yin Haoran.

Esto encendía brasas de celos y envidia en lo profundo de su ser. ¿Por qué su hermano destacaba con tanta facilidad? ¿Acaso él no formaba parte del mismo linaje? Cuando niños eran iguales, ¿en qué momento se abrió esta brecha entre sus habilidades?

Un día, durante una exhibición de espadas frente a su padre, la frustración de Yin Zong estalló en un arrebato. Perdió el control de sus movimientos y su espada estuvo a punto de cortar la garganta de otro discípulo. Solo la rápida intervención de Yin Haoran evitó la tragedia.Los padres de ambos observaban con preocupación la diferencia abismal entre sus hijos. Yin Haoran era diligente y sobresalía en todo. Yin Zong parecía incapaz de tomarse la vida en serio. ¿Cómo podrían guiarlo para que siguiera los pasos de su hermano?

A medida que Yin Haoran se adentraba en la adolescencia, su dominio de las artes marciales crecía exponencialmente al igual que el de su hermano. Sus movimientos con la espada eran impecables y letales. En meditación, alcanzaba estados mentales muy por encima de sus compañeros. El orgullo de sus padres era evidente.

Yin Zong se esforzaba por seguirle el paso, pero constantemente se veía opacado, esto era normal ya que era más joven sin embargo para él era una burla. Sus katas de espada carecían de la precisión milimétrica de su hermano. Le costaba calmar su mente inquieta durante la meditación. Era diestro, pero siempre a la sombra de Yin Haoran.

Un día, durante una exhibición de espadas frente a su padre, la frustración de Yin Zong estalló en un arrebato. Perdió el control de sus movimientos y su espada estuvo a punto de cortar la garganta de otro discípulo. Solo la rápida intervención de Yin Haoran evitó la tragedia.

—¡Yin Zong! ¿En qué estabas pensando? Casi matas a Jin Feng por tu imprudencia. Debes controlar controlarte terminarás haciendo daño a alguien... o a ti mismo —recriminó Yin Haoran frente a todos.

Yin Zong sintió que su rostro ardía de vergüenza y rabia contenida.

—No necesito sermones tuyos. Fue un simple accidente —replicó entre dientes.

—No hay accidentes con una espada en la mano. Debes ser más consciente de tus actos —sentenció Yin Haoran con severidad antes de retirarse.

Yin Zong había pasado de la vergüenza a la furia en cuestión de segundos. Su padre no tardó en intervenir, condenando duramente su "vergonzosa" exhibición frente a los invitados. A partir de entonces, la admiración que sentía por su hermano se fue envenenando con rencor. En lo más profundo, una voz le decía que Yin Haoran solo buscaba ridiculizarlo y reafirmar su superioridad frente a los demás.

Su padre no hizo más que empeorar la situación, condenando su "vergonzosa" exhibición frente a los invitados. El abismo entre Yin Zong y su familia no hacía más que agrandarse.

—¡Yin Zong! —rugió su su padre, con un tono que mezclaba el fastidio y la amargura—. Ya hiciste que Jiang Feng casi se cague encima por tu maldita imprudencia. ¿En serio eres tan idiota? Si sigues con esta irresponsabilidad, arrastrarás nuestro nombre por el lodo y nos convertirás en una maldita burla.

Las palabras de su padre resonaron en sus oídos como un golpe. Yin Zong sintió la rabia hervir en sus venas, pero se obligó a mantener la compostura.

Ya entendí, papá, gracias. —replicó con voz tensa, mordiéndose el interior de la mejilla.

—Parece que sí necesitas que te repitan lascosas una y otra vez, Yin Zong. Tal vez así por fin te entre en esa cabeza tuyadura como una roca —respondió su padre con una frialdad cortante—. Tus accionesestán dejando una mancha en nuestra reputación y no voy a quedarme de brazoscruzados mientras hundes aún más a nuestra familia.

El único capaz de apaciguar las crecientes tensiones entre los hermanos era el joven DaoYin del clan, Maestro Tian Wenquan. Compasivo y benevolente, dedicaba tiempo extra para ayudar a Yin Zong con su entrenamiento. También lo aconsejaba sobre cómo lidiar con sus conflictos internos. Con un pasado dificil y luego de recuperarse de una enfermedad, seguía siendo el maestro más dedicado en la vida de ambos.

—No dejes que los celos nublen tu corazón, Yin Zong. Con dedicación y práctica, tus habilidades florecerán. No compitas con tu hermano, compite contigo mismo, solo así superarás tus limites— decía Tian Wenquan con calma.

Yin Zong se sentía comprendido por su mentor. El maestro Tian Wenquan parecía entender su frustración y necesidad de forjar su propio camino, lejos de la sombra asfixiante de Yin Haoran.

Esto aveces despertaba enfado en su hermano mayor, quien también apreciaba la tutela del maestro Tian Wenquan. Ambos competían constantemente por su atención y aprobación, aumentando la discordia familiar.

—DaoYin, Yin Zong no se toma en serio su entrenamiento. Debería ser más estricto con él para corregir su comportamiento, se ha vuelto más dificil con la edad—se quejaba Yin Haoran con el ceño fruncido.

—Cada estudiante es único y necesita un enfoque diferente. No ganamos nada presionando a Yin Zong de más— respondía el maestro con su habitual calma.

Yin Zong sonreía internamente al escucharlo. Sabía que su DaoYin Tian Wenquan era su voz de razón frente a las exigencias sofocantes de su hermano.

Pero Yin Haoran no cesaba en sus intentos por acaparar la atención del mentor.

—DaoYin, acompañame quiero mostrarte algo—pedía con ardiente entusiasmo.

Yin Zong se enfurecia cada vez que su DaoYin y su hermano se alejaban de él, se sentía dejado de lado y un gran resentimiento crecía en su interior.




Notas de Autor:
En el mundo que cree un DaoYin vendría siendo el equivalente a un "shizun" solo que estos son brujos o hechiceros traídos desde otro continente, generalmente son entrenados desde cierta edad para contribuir a los clanes elementales por su conexión con la espiritualidad y fungen como guías a sus discipulos, son parte importante de cada clan.

El amor está en el vientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora