Prólogo.

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Prólogo:¿De donde soy realmente?

Miraba el obscuro vacío mientras notaba que se encontraba en brazos de algún ser desconocido, el panorama era obscuro mientras admiraba como unos astros a la lejanía los perseguían.

¿Qué esta pasando? Es lo que se pregunta.

[...]

Abre los ojos de a poco mientras despierta, tenía a su satélite protegido entre gravedad mientras que la pálida Luna dormía acurrucado en él.

Suspiro mientras acariciaba la corteza de su pequeña, esta abrió los ojos levemente mirando a su planeta.

-¿Tierra? -se relajo al sentir el pequeño besito en su mejilla por parte del mayor que respondió con voz cálida la interrogativa de su compañero. -No sucede nada Estrellita, vuelve a dormir, yo voy a hacer otra cosa. -la contraria se sintió tan cansada que no refuto.

Se alejó suspirando mirando el negro cielo. Apenas hace unos cuantos años se acaba de enterar que él es el padre de Luna; aquella colisión hizo que perdiera aquel recuerdo por completo durante millones de años, y siendo sinceros tiene miedo.

-¿Tierra? -escucho una voz ajena a su entorno, al voltear observo a Marte mirándolo con una calida sonrisa y notoria preocupación. -¿Te encuentras bien? -su mejor amigo lo conocía; al menos lo suficiente como para saber que no estaba bien, obviamente no lo conocía a tal magnitud que Luna pero si de una manera considerable.

-S... Sí estoy bien. -respondió, a lo que el contrario no le creyó en lo absoluto. -Tierra, hemos trabajado demasiado en nuestra amistad como para que no te conozca lo suficiente. -el contrario lo miro un poco confundido a lo que el segundo planeta más pequeño aclaró.

-En pocas palabras, te conozco lo suficiente para saber que no estas bien. -el contrario soltó un pesado suspiro, sabía que tenía razón, lo conocía tanto como para saber a la perfección que algo en su cabeza no se encontraba bien exactamente. -Bueno. Hace poco me entere que soy el padre de Selene. -respondió con nervios jugando con sus extremidades de más, lo ha ocultado durante un muy buen tiempo, sin embargo sabe que algún día todos deberán enterarse.

-¿Y cual es el problema? -preguntó con una sonrisa sarcástica, el contrario suspiro; con tan solo una mirada le dijo todo. -Ho. -sabe que le es difícil a su amigo esto, toda esta situación es complicada para él, eso nadie lo niega.

-Oye, si Luna ha decidido permanecer contigo a pesar de la forma en que lo has tratado... Estoy seguro de que se alegrara al saber que tiene un padre que lo adora. -el contrario no respondió, de hecho siquiera estaba convencido, sabía que esto sería difícil, por lo que suspiro, de verdad se sentía como alguien fuera de lugar, la Tierra, un planeta que esconde infinidad de secretos.

-Se que hay cosas de las cuales no quieres hablar, pero de verdad es importante que se las confíes a alguien, independientemente de quien sea. -el contrario respiro ondo exaltando, era cierto, hay tantas cosas que quisiera decir, pero simplemente no puede.

El contrario al saber que sería misión imposible convencerlo de hablar se dio la vuelta dispuesto a irse.

-¡Espera Marte! -llamó haciendo que el menor dejara de «caminar» para verlo. -Y... Yo. -suspiro confesandose de una vez por todas. -de alguna forma no soy de aquí. -cerro los ojos esperando una respuesta; ¿como es que sabe qué no es de la vía Láctea? Recuerdos, ¿de quién? No lo sabe bien, pero de lo que esta seguro es que son recuerdos, no sabe de quien pero al parecer vive dentro de si.

Tierra, el planeta extranjero. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora