Tierra, el planeta extranjero.

Capítulo seis.

Capítulo seis:No hay nada igual.

En la órbita junto al cinturón de Kuiper el planeta más grande de todo el sistema solar leía con atención cada palabra de su libro. Las lunas de su gravedad se mostraban más pacifistas y más maduras, luego de su juicio y un buen regaño lograron dejar de lado sus  diferencias y convivir en paz con sus planetas y entre ellas mismas.

Alejadas del resto dos de las lunas más grandes de Júpiter se encontraban totalmente solas mientras que Europa acomodaba papeles esparcidos por toda una pizarra de madera. Europa murmura bajo mil y un cosas con los ojos rojos por el enojo de todos sus planes fallidos.

—Europa... —la verdad asta ella que era su mejor amiga tenía un poco de miedo; desde que se juntaba con aquellos «amigos» se ha alejado de todos sin querer hablar o arreglar las cosas con su padre. —¿Estas bien? —interroga ya sabiendo perfectamente la respuesta, la contraria solo puede suspirar.

—¡No! No estoy, sigo sin entender el porque por más que quiero una reunión con los altos mandos no parecen estar interesados. —responde arrugado uno de sus papeles con una sonrisa grande. —Europa... —quiso hablar pero la contraria soltó una eufórica risa y ambos de sus ojos se transformaron en rojos por completó.

Suspiro, no había mucho que se pudiera hacer, aunque un plan paso por su cabeza.

[...]

La Tierra leía algo que Luna no podía ver al estar un poco alejado hablando con Fobos y Deimos mientras que Marte solo dormía por una extraña razón.

Calisto miraba a los presentes con un semblante serio, estaba cansada de las tantas inseguridades de Europa que no podía dejar de ser histérica con cada mínimo detalle. Sabía muy bien que Tierra podría ayudarla; sin embargo al estar ambos peleados sería difícil convencerlo a pesar de ser familia.

Dejando de lado sus pensamientos se dirigió asta la Tierra que con su semblante serio y y poco amigable la miro acercarse.

—Hola Calisto ¿necesitas algo? —wow, ese era el poderosos monarca/Overlord del universo, increíble. —Sí señor Tierra. —el contrario arqueo la seja mirando a su visita con algo de curiosidad.

—¿Y bien, de qué trata? —pregunta a lo que la aludida respondió con algo de miedo. —Se trata de Europa.

[...]

En la órbita de Júpiter el planeta mismo miraba su libro pensando y trasladando su mente a millones de años atrás. El día en el conocido a su amada esposa.

Era un día terrible para él, su galaxia había sido conquistada por los tiranos de los monarcas asta que ella apareció; fue muy amable y comprensiva, al contarle que quería hablar con sus hermanos por sus terribles acciones al principio no le creyó nada al tener las manos ensangrentadas de sus hermanos cubriendo sus ojos por completo. Fue entonces que en la junta le confesaron toda la verdad a lo que ella sin dudar decidió irse y jamás volver.

Suspiro al recordar al pequeño niño que tuvo con ella, no ha sido un buen padre y eso lo sabe muy bien, dejó a su pequeño en una órbita y nunca habló más con él sin contar las pocas y contadas ocasiones en que lo llegó a hacer. Literalmente lo abandono porque él, era igual a lo que alguna vez fue su madre, que le otorgó una parte de ella y murió protegiéndolo.