¿Cómo reaccionarías si vieras a un chico con vestimenta de hace 200 años caminando por tu ciudad? Bueno la gente de la ciudad de Teodora parecía que solo podían quedarse viendo.
-Teo todos me ven raro-
-Es por tu look que ya pasó de moda-
Teodora parecía ignorar un poco a Leo y ponerle más atención a su celular, aprecia estar mensajeando con alguien.
-¿Qué estás haciendo?-
-Estoy mandando unos mensajitos-
-¿A quién?
-No molestes San Juan, espérame tantito-
Lo que Teodora le dijo le molestó un poco a Leo y para regresarsela le quitó su celular y salió corriendo.
-¡¿Qué te pasa?! ¡regresamelo!-
-No lo haré-
Teodora comenzó a correr para recuperar su teléfono, Leo al no conocer la ciudad se dirigió hacia un callejón sin salida.
-Ya valiste San Juan-
Teodora se abalanzó sobre Leo para quitarle el celular, al instante el se subió en unas cajas que estaban abandonadas ahí y alzó el brazo para que Teodora no lo alcance.
-No lo alcanzas jajaja-
Leo tenía razón, no lo iba a alcanzar pero podría hacer que el mismo lo baje.
-Bajate o te obligo-
-A ver hazlo-
Teodora tomó el cuello de la camisa de Leo y lo jaló hacia ella haciendo que este cayera sobre ella y gracias a que Teo era fuerte logro evitar que ambos cayeran al piso.
Ambos jóvenes estaban muy pegados, a decir verdad demasiado. Ninguno decía nada ni se movía.
Leo vio la oportunidad y la tomó, se acercó mucho más a Teodora haciendo que sus labios rosaran un poco pero no pasó a más.
Teodora no reaccionó, solo se quedó quieta a lo que Leo la abrazó y después de separarse le regresó su celular.
-Leo…-
-¿Si?-
-¿Pero que te pasa?-
-¿Qué me pasa de que?-
-No nada, mejor olvídalo-
Teodora se reincorporo y comenzó a caminar para salir de ahí mientras que Leo solo la seguía.
Teodora comenzó a caminar hacia cualquier dirección, parecía estar ignorando a Leo nuevamente.
-Teodora-
-Dime
-Teodora-
-¿Qué quieres?-
-¿Te enojaste?-
-Sí
-¿Por qué?-
-Pues como que por qué San Juan, me quitaste mi teléfono ¿sabes que es una de las cosas más valiosas que tengo?-
-No te enojes, las bonitas no se enojan-
-Ay ya párale-
-No te gusta que te hable bonito?-
-Horita te atiendo San Juan estoy ocupada-
-¿Haciendo qué?
-Me estoy mandando mensajes con mi primo-
-Bueno pues ya te dejo-
Continuaron caminando y no pasaron ni 5 minutos para que Leo volviera a hablar.
-Teodora-
-Ay ¿ahora qué quieres?
-Aquí no hay mucha gente-
-¿Y eso qué?, además tú fuiste el que corrío hacia acá-
-¿Ya viste lo que hay ahí?-
-¿Dónde?-
Leo señaló hacia una especie de callejón extremadamente estrecho y que no tenía salida.
-¿Que hay ahí según tú San Juan?-
-Ve y averígualo-
Con tal de que Leo se callara Teodora se dirigió hacia ese callejón, ya estando ahí con la pura mirada escaneó el lugar
-Aquí no hay nada-
Sin previo aviso Leo que iba detrás de Teodora la tomó de la cintura e hizo que se diera la vuelta.
-¿Qué te…-
Teodora no tuvo tiempo de terminar su oración pues fue silenciada por los labios de Leo que ya hacían pegados a los suyos.
Teodora tardó un momento en procesar lo que estaba pasando y después de eso comenzó a corresponder al beso.
Enrolló sus brazos en el cuello del chico y empezó a acariciar amorosamente su cabello a la par que él comenzaba a abrazarla de la cintura.
El momento era mágico, especial, un momento, que querían que jamás terminara, hasta que ambos jóvenes fueron interrumpidos por una notificación en el celular de Teodora.
Leo fue el primero en separarse de ella ya no estaba tan apenado como antes pero de igual forma trató de evitar el contacto visual con ella, Teodora tampoco dijo nada, sacó su teléfono de su bolsa y revisó la notificación.
En cuanto Teodora abrió el mensaje comenzó a llorar.
-¿Qué pasó?- preguntó Leo mientras se acercaba a Teodora para poder consolarla.
-Teo ¿qué tienes?-
-Un incendio- contestó entre sollozos.
-¿Qué?-
-Un maldito incendio comenzó a arrasar con las tierras de mi abuelo y de mi madre-
-¿Pero cómo?-
-Mi mamá me lo acaba de decir, se adelantará su regreso, están en camino para acá-
Leo no contestó, estaba pensando en lo que estaba pasando en ese momento, Teodora tampoco dijo nada, seco sus lágrimas, tomó a Leo de la muñeca y lo jaló para irse de ahí.
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Oigan eso del incendio también es algo que estamos pasando aquí en dónde yo vivo y me gustaría pedirles sus mejores deseos para que pronto se pueda apagar.
Muchas gracias por leer.
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Tiempo de amar
RomanceHola primero que nada gracias por darle una oportunidad a mi historia me esforzaré por qué sea de tu agrado, está historia es algo así como una secuela de la serie de las leyendas de Netflix y obviamente no te pondré en contexto pues quiero que lo d...