•°•°•°•°•°capitulo 3°•°•°•°•°•°•

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Leo ya estaba dentro del panteón cuando empezó a sentirlo de nuevo, ahí está otra vez esa sensación, volvió a recorrer su cuerpo, estaba teniendo miedo de nuevo.

Se quedó en la entrada ocultándose para que si regresaban los guardias estos no lo vieran, se colocó en posición fetal sentado al lado de unos árboles y se permitió pensar de nuevo las cosas, tal vez era el miedo que tenía en ese momento pero algo le decía que tal vez no saldría vivo de ahí.

Entonces se propuso a pensar sí debería arriesgarse para ir a ver a Teodora o no hacerlo y asegurar su vida, pero… ¿Qué sentido tendría su vida si no la compartiría con esa mujer que tanto quiere? Leo sacó de su mochila esa rosa que había comprado, esa rosa qué tanto le recordaba a Teodora, la miró unos instantes y la volvió a guardar, se paró y se adentró más al panteón.

Camino unos momentos hasta que sintió que alguien le tocaba el hombro, Leo estaba paralizado, por un momento sentía que su corazón se detenía, se volteó lentamente y comenzó a gritar al observar una niña enfrente de el.

Era una niña que se veía de unos 13-14 años, era de tes morena, cabellos negros unos enormes ojos grises, vestía un largo vestido anaranjado y adornaba su cabello con una cinta color verde.

Leo comenzó a gritar de la impresión pero la mano de esa niña sobre su boca hizo que se callará.

-Chiton! ¿Que Cres que haces aquí?

-L-o siento s-olo vine-

-Viniste por el reloj ¿verdad?-

-Si, ¿como sabes?-

-En este panteón la gente solo se para para éso-

-Em una pregunta, ¿No sé suponía que entrando aquí alguien o algo me atacaría ?-

-Te atacarían si ubieras entrado por aquel lado *señalando otra parte del cementerio*-

-¿Y por qué por ahí?

-Este es el área de los niños y pues ninguno ataca pero aquel es es el área de los adultos y pues yo no e ido pero dicen que espantan-

Esta niña se veía buena, y por lo dicho parecía ser que no lo lastimaría así que Leo decidió confiar en ella.

-¿Cuál es tu nombre?-

-Mi nombre es Xochitl, pa servir a Dios y aste-

-Que bonito nombre, yo me llamo Leo y como te dije vengo por el reloj ¿Crees que puedas ayudarme?

-Ay si me encantaría, tiene rato que no me entretengo con nada.

-Bueno pues muchas gracias, y pues vamos-

Leo y Xochitl se aproximaron al otro lado del panteón donde según Xochitl era donde estaba el reloj.

-Y… si no es algo que te moleste ¿Puedo saber para que quieres el reloj? preguntó Xochitl con algo de curiosidad, -Bueno, es una larga historia y no se si te interese oírla- respondió Leo -bueno no tengo nada mejor que hacer, por eso te estoy ayudando- -ay que mala- dijo Leo dándole un pequeño codaso.

El camino era un poco complicado debido a las hierbas y ramas en el suelo y una que otra tumba caída además que el cementerio en verdad era enorme así que para que no se les alargará el camino Leo le fue contando a Xochitl el por qué de querer encontrar el reloj.

Tiempo de amar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora