No quedaba mucho para empezar la temporada y es ahora cuando me he parado a pensar y a arrepentirme de haberle dicho que sí a Violet. Pero supongo que así tendrá que ser.
Ayer Kate me estuvo explicando con más detalle todo. Voy a tener que asistir a bailes, lo que supone un problema para mí. No por la gente, no sé bailar. Pero ya he hablado con Violet y Eloise y Francesca me ayudarán con eso. También me explicó que la reina elije un diamante en cada temporada. Y si quiero encontrar marido, me tendré que acercar a ella. O ser el diamante, pero eso es imposible.
Las criadas terminaron de vestirme y peinarme. Me levanté de la silla del tocador y me miré enfrente del espejo. No quiero sonar egocéntrica, pero nunca me había visto así. Sonreía al espejo mientras me tocaba el vestido.
—Está preciosa, lady Pennington—la miré—si me permite decirlo—agachó la cabeza.
—Muchas gracias, ¿cómo se llama?—no es muy mayor, tendría que tener mi edad.
—Me llamo Edwina—hizo una reverencia.
—Pero la familia no puede llamar por su nombre al servicio—dijo otra de ellas.
—Técnicamente, yo no soy de la familia. ¿No?—se rieron—¿Pueden dejarme sola? Por favor—las chicas se fueron de mi habitación.
Seguí mirándome en el espejo. En estos momentos es donde más necesito a mi madre. Ella y yo éramos una. Éramos... Mis padres no querrían que yo me encerrase en mi habitación. Por eso también estoy haciendo esto, por ellos...
Cada vez que me mire al espejo me recuerdo a ella... Tal y como dijo Violet, soy idéntica a ella cuando era más joven. Mi pelo largo y pelirrojo me caía por el hombro, tenía mil pecas por la cara y unos ojos azules color turmalina. Y mi padres siempre me recordaba lo perfecta que era mi nariz. Pero supongo que ya no son más que recuerdos. Me sobresalté cuando llamaron a la puerta. Estaba perdida en mis pensamientos.
—¡Adelante!—dije y se abrió la puerta. Era Francesca.
—Buenos días, ¿cómo te encuentras?
—Estoy preguntándome en qué momento acepté a hacer esto—se rió.
—No te preocupes, esto es lo peor. Y mi hermana Daphne me dijo que no era tanto como parecía.
—¿Y Eloise?
—Bueno, Eloise no quiso presentarse desde un principio. Eso hizo que lo llevara mal. Pero ahora está bastante bien. Yo cuando estoy nerviosa siempre toco el piano forte.
—¿Hay un piano forte en esta casa?
—Por tu reacción deduzco que te gusta tocar el piano forte.
—Mi vecina tenía uno y me pasaba las tardes tocando en su casa.
—¿Quieres tocar alguna pieza?
—Con gusto—dije y me llevó al salón Bridgerton, donde había pasado la mayoría del tiempo ayer. ¿Cómo no pude darme cuenta de que estaba aquí?
Sin dudarlo me senté y empecé a tocar. Las notas salían solas. Hacía tiempo que no la tocaba, pero parecía que la practicaba todos los días. Todas las notas sonaban seguidas y perfectas. Dejé de pensar en todo y me centré en la melodía. Cuando terminé sonreí y miré al frente. La sonrisa se esfumó cuando vi a toda la familia Bridgerton mirándome y me levanté enseguida.
—No sabía que tocabas el piano forte, querida—me dijo Violet.
—Lo siento.
—¿Por qué sentir algo que estaba perfecto?
ESTÁS LEYENDO
Lady Bridgerton||Colin Bridgerton
FanfictionBlair Pennington fue a Londres obligada, sin saber que acabaría siendo la siguiente Lady Bridgerton. ✒️No permito copias ni adaptaciones sin mi permiso ✒️Colin Bridgerton ✒️Lenguaje español 🥇 Netflix 18/07/2024 🥇Daphnebridgerton 31/07/2024 20/05/2...