Lady Bridgerton||Colin Bridgerton

010

Todo salió perfecto, ambos teníamos los pies intactos.

—Eres una excelente bailarina. Si me disculpas la reina me llama—se alejó y Colin me abordó.

—¿No te habrás enamorado de él?—me preguntó.

—¿Qué?

—He visto como le sonreías.

—Estaba siendo cortés.

—Sí...

—¿Y si estuviese enamorada de él? No veo nada de malo. Quiero casarme y él es un buen candidato. ¡No sé si me casaré con él! Gracias a ti lo estoy consiguiendo, deberías alegrarte de mí. No echarme en cara las cosas.

—Blair...

—Déjame, quiero estar a solas ahora.

—¡Blair!—me dijo Violet—¿Qué tal con el príncipe?

—De maravilla.

—¡Qué emoción!—dijo riendo—¿Ves futuro?

—Hasta ahora nos hemos llevando de maravilla. Me hace reír, las conversaciones son interesantes... Creo que es muy pronto para decir algo, pero es posible.

—¡Bien!

—Acompáñenme lady Pennington—Lady Danbury apareció y la hice caso.

Miré hacia atrás y vi como Colin se tomaba una copa de un solo trago. ¿Por qué ha tenido esa reacción? Si me estuviese cortejando, lo entendería. Pero no lo está haciendo. ¿Lo está haciendo?

Lady Danbury me llevó a una sala con un piano forte. Me dijo que tocara mi pieza favorita hasta que volviese. Tocar el piano es una de las cosas que mas me relaja. Empecé a tocar y la melodía retumbaba por la habitación. Solo había libros, otra de las cosas que más me gustan. ¿No puedo quedarme a vivir en esta habitación? Alguien empezó a aplaudir y me levanté. Era la reina. Hice una reverencia.

—Eso ha sido espléndido—me dijo ella. Detrás estaba Lady Danbury

—Disculpe majestad, solo me tomaba un descanso del baile.

—Porque le apasionan sus obligaciones, alguien que no toca para mí. Si no para ella misma. ¡Brava! Resplandeciente, debería decir. Volvería a escogerte como diamante mil veces más. Y gracias por la idea de la música, ahora todo es mucho más ameno—hice una reverencia y se fue.

No me puedo creer lo que acaba de pasar. ¡Se lo tengo que contar a...! Colin. Pero no sé si querrá hablar conmigo ahora mismo. Iré a buscarle. Cuando salí noté que todos me miraban.

—Es indecoroso que la señorita Pennington aceptara su ayuda—escuché a alguien decir. No creo que sea por eso—Es lamentable.

—Él ha sido muy amable, pero, tal vez demasiado—las madres susurraban. Colin apareció.

—Blair...

—Ha sido Cressida, debió de enterarse cuando se lo dije a Pen. Lo siento Blair—dijo Eloise.

—No te preocupes—dije sorbiendo. Las lágrimas no tardarían en salir. Dejé mi copa y me fui.

—Blair, ¡espera!

—Que ganas de saber que escribe lady Whisthledown sobre esto—dijo una de las chicas cuando vio que pasaba.

—Será lo más interesante de la próxima edición—salí y bajé las escaleras corriendo.

—¡Blair, para!—gritó Colin cuando ya estábamos fuera y me agarró de la muñeca—Déjame ir contigo en el carruaje.

—¿Para que la gente hable más? Prefiero que no.

—Pero...

—Colin, Blair tiene razón—dijo Eloise—Ve a casa, luego hablamos si quieres—me iba a montar en el carruaje pero antes miré atrás.

—Dila que lo haga—miré a Eloise y ella lo entendió.

✒️✒️✒️

—¿Estás segura de que quieras que Pen lo escriba?—me preguntó. Cuando Eloise llegó del baile fue directamente a mi habitación.

—Pues no, claro que no quiero que lo haga. Pero sería muy sospechoso. La gente está deseando leer mañana en la revista.

—Estás a tiempo de arrepentirte. Ella no se pasará contigo.

—Eloise, creo que siento algo por tu hermano—me abrazó—No sé si el siente lo mismo por mí y no quiero esperar. Creo que el príncipe es la mejor opción. ¿Tú que harías?

—Yo huiría de la ciudad. Hagas lo que hagas se que va a estar bien. Estás haciendo lo que puedes, no lo que quieres. Voy a dejar que descanses, mañana nos vemos.

Se fue y cerró la puerta. Apagué la vela y me metí en la cama pero oí la puerta abrirse.

—¿Eloise?—encendí la vela—Colin, ¿qué haces aquí?

—Quiero sabes como estás.

—La verdad que yo me lo he buscado. Estoy desesperada y así han terminado las cosas.

—No, Blair... Las cosas no han terminado. Todo estará bien.

—Colin... ¿Te puedo pedir algo?

—Claro—el se sentó a mi lado en la cama.

—Me besarías—en cuento estas palabras salieron de mi me arrepentí al instante. Pero ya estaba echo.

—Blair...

—No significaría nada—me apresuré a decir—Tengo miedo... Miedo de que me pase algo, de que no me case... Nunca me han besado y no estoy segura de que vayan a hacerlo. Podría morir mañana.

—No vas a morir mañana—dijo riéndose.

—Podría pasar y eso me mataría.

—Pero si ya estarías muerta—se lo está tomando a broma.

—No quiero morir sin que alguien me haya besado—nos miramos en silencio—Por favor...—susurré—Colin—se acercó poco a poco y el corazón me empezó a latir muy rápido, parecía que se iba a salir. Espero que no lo note. 

Me acarició suavemente la cara y cuando menos me lo esperó posó sus labios en los míos con delicadeza y se separó. Nos miramos y en cuestión de segundos el volvió a juntarnos. Todo era perfecto. La ventana se abrió y note como la brisa se coló entre nosotros. Me separé de él despacio.

—Gracias...—dije y me fui.