Lady Bridgerton||Colin Bridgerton

003

—Lo siento Violet, me despisté un momento y se debió de quitar la pluma—dijo Kate.

—Tenías un único trabajo, Kate. Pero no te preocupes, no es tu culpa. Ni la de Blair, por supuesto.

—Podía haber ido muy mal, pero no ha podido ir mejor—dijo Hyacinth contenta.

—Si querías pasar desapercibida, esto te ha complicado mucho las cosas—me avisó Violet.

—Supongo que si ha pasado esto será por algo. ¿No?

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Me encuentro en mi primera fiesta, es tal y como me las imaginaba. Música en directo, gente rica por todo el campo... Lo que no me imaginaba era que iba a estar sentada al lado de la reina. Por suerte me acompaña Violet. No paraba de recibir miradas, y no de agrado precisamente.

No sabía como ponerme en la sillas, además, el vestido es muy incómodo. Me duele la espalda de estar tan recta. Lo único que me divertía era ver como las chicas no paraban de mirar a Colin. Y no hablemos de cuando se les acercaba, solo las faltaba desmayarse. De vez en cuando posaba sus ojos sobre los míos. Estoy deseando de que se acabe esta fiesta y poder conocerle más. Como a todos sus hermanos, claro.

—¿Qué te parece esta velada?—me dijo la reina.

—Si le soy sincera, de lo más aburrida—Violet giró la cabeza tan rápido la cabeza que parecía que se le iba a salir.

—Discúlpela reina, ella no está acostumbrada a tratar con gente de la alta sociedad.

—Déjala, al final ella será lo único real de todo esto—dijo con asco mirando a todos—¿Qué es lo que cambiarías?

—No sé... Pero parece que están de funeral, y la música no ayuda. Y las madres solo buscan buenos hombres para sus hijas, no las dejan vivir.

—Lo de la música lo puedo arreglar rápido—dio dos palmadas y empezaron a tocar algo más vivos—Pero las madres sedientas de hombres de me escapan de las manos. Lady Pennington, puede retirarse. Quiero hablar a solas con Violet. Espero con ansias su boda esta temporada—me levanté, hice una reverencia y me fui.

Paseaba sin un rumbo fijo. Miraba por todo el lugar en busca de hacer algo. Me encontré con la mirada de Colin, pero esta vez parecía estar pidiendo ayuda. Se encontraba en el centro de un círculo de mujercitas. Me empecé a reír y le conseguí sacar una sonrisa. Decidí no ser mala y salvarle. Me acerqué al círculo.

—Señoritas, Violet está buscando a Colin.

—Si me disculpan—se fue—Agárrate a mi brazo—me susurró y le hice caso—Me alegro de que mis problemas sean la causa de su risa—me reí.

—Tendría que haberse visto. Estoy segura de que se hubiese reído tanto como yo.

—¿Qué tal la ciudad?

—De momento me está tratando bien. Cuando tuve que mudarme aquí no sabía que iba a ser el interés de la reina. Preferiría estar en mi casa, claro está, pero de momento no puedo quejarme.

—Al estar fuera de la ciudad, madre no me contó que alguien nuevo iba a vivir en casa. ¿Se puede saber el motivo de su traslado?—dijo con una sonrisa en la boca.

—Mis padres murieron, en un incendio—se le borró la sonrisa.

—Yo... No quería... Lo siento—se puso muy nervioso.

—No te preocupes, no lo sabías.

—¿Y cuáles son sus aficiones?

—Me gusta tocar el piano forte, leer y me encanta montar a caballo. En mi antigua casa teníamos una pequeña granja. Mi padres me regaló un caballo blanco, se llamaba Solecito.