Habían pasado una hora conduciendo. Lograron investigar sobre el paradero de Beomgyu con ayuda de Eunwoo, quien era un experto en el tema.
– Es ese. – Apuntó al vehículo que se encontraba frente a ellos.
Sus manos temblaban sobre el volante.
El auto le parecía familiar, pero no le tomó importancia, se preocupaba que Beomgyu estuviera a salvo. Al principio, pensó que era una coincidencia. Pero cuando bajó del auto y sus ojos se enfocaron en el conductor, sintió un golpe seco en el pecho. Era él.
El mundo pareció detenerse por un instante.
Allí, al otro lado de la ventanilla, estaba él: Yeonjun. Se encontraba con vida, tan vivo como el primer día que lo conoció. Su rostro había cambiado de manera drástica, con líneas más marcadas de lo que recordaba, pero sus ojos seguían siendo los mismos, esos ojos que una vez miraron a su hermano con tanto amor. Y a su lado, Beomgyu, con una expresión relajada, como si estuviera en la compañía más natural del mundo.
Ambos fijaron sus ojos en ella.
Sintió un remolino de emociones contradictorias. En un instante, los recuerdos y las mentiras que había sostenido durante años la invadieron. Había sido ella quien, bajo la presión implacable de sus padres, había tenido que mentir. El aire parecía volverse más denso, cada respiración un esfuerzo. Yeri sintió una oleada de pánico recorrer su cuerpo. ¿Cómo era posible? ¿Qué hacía él allí?
¿Beomgyu supo la verdad? ¿O acababa de reencontrarse con Yeonjun? Las preguntas la asaltaban sin piedad.
Beomgyu, sintiendo la tensión en el aire, hizo a un lado su propia confusión. Decidió actuar como si nada. Bajó del auto con una sonrisa cálida, caminando hacia su hermana con los brazos abiertos.
– Estás bien. – Dijo Beomgyu estrechandola entre sus brazos.
El cuerpo de Yeri temblaba. Su voz era suave, pero firme, tratando de calmar el mar de emociones que sabía que se desataba en su hermana.
Su mente viajaba a aquel fatídico día cuando le habían avisado a Beomgyu de la muerte de Yeonjun en un trágico accidente.
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Reborn • YEONGYU AU
De TodoDebido a la sobre población, el gobierno de Corea hace siete años sancionó un nuevo período anual; donde cualquier tipo de delito, incluyendo el asesinato, es totalmente legal durante once horas consecutivas. La familia de Beomgyu adaptó la costumb...