Arco 1. Invierno: Un Largo Viaje

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Estaban de puertas al comienzo de una nueva Guerra Ninja, su mejor amigo peligraba, el mundo que conocía estaba cambiando y ella estaba desolada. Había intentado sin éxito alguno acabar con la vida de Sasuke, el gran amor de su infancia, los recuerdos aún eran poderosos en su mente, nublaron su juicio y de no ser por la oportuna intervención de Kakashi y Naruto habría muerto en las manos de Sasuke.

La batalla entre sus seres queridos desgarro su corazón y aunque no fue a más debido a la oportuna intervención de aquél enmascarado, que más adelante se enteraría qué supuestamente se autoproclamaba como Madara y el cual intervino en la reunión de los cinco kages, declarando su deseo de estar en posesión de los nueve jinjurikis y para lo cual haría uso de cualquier medio.

Sakura suspiro mientras saltaba por los árboles, Danzo había muerto y Kakashi tomó el lugar del Hokage, pues Tsunade aun seguía en coma, lo que le imposibilitaba hacerse cargo nuevamente de la villa, aquel suceso también era a causa de Sasuke. Y ella... Ella no podía quedarse más de brazos cruzados y aunque sabía que la podrían declarar traidora al marcharse en plenos inicios de guerra, no volvería a la villa, no había nada más para ella y tampoco era su deseo participar en aquella disputa; en su interior sabía que Naruto estaría bien, muchos le tenían aprecio desde el ataque de Pain, al punto de arriesgar sus vidas por él, en cambio.... era una cobarde qué ni pudo liberarlo de la carga que le impuso hace ya tanto tiempo.

Con sus ojos ardiendo con las lágrimas no derramadas, retiro la bandana de su cabeza y sacando un kunai se detuvo un momento para tachar el símbolo de la hoja, no regresaría, no podía hacerlo, ya no... Guardandola en la mochila que cargaba con las pocas pertenencias que se llevó siguió su camino, nadie la buscaría. Kakashi y sus amigos demaciados ocupados alistándose para movilizarse con las demás naciones, mientras que Naruto había sido enviado a un lugar secreto junto con el ocho colas, evitando así que se enterara de la guerra y por ende imposibilitando su participación.

Sakura simplemente no soporto más, luego de una jornada agotadora en el hospital regreso a su solitaria casa, pues sus padres habían muerto hace un par de meses en una misión, empaco sus cosas, solo lo necesario y sin mirar atrás se marchó en la madrugada, cuando la mayoría dormía, como una sombra se movió por la aldea y siguió aquel camino que Sasuke realizó antaño para marcharse.

Corrió y corrió, sin un destino en mente, solo quería alejarse y no regresar al menos hasta que su espíritu y alma esté en paz. Sakura se detuvo miro al cielo y frunció el ceño, era pasado medio día al parecer, agudizando sus sentidos escucho un afluente de agua por lo que descendio y camino hacia aquel lugar, encontrando un hermoso claro con una cascada y un pequeño lago del cual se desprendia un río, aun así el agua empozada se veía tranquila y cristalina.

Miro hacia alrededor pero no sintió ninguna presencia cerca, por lo que dejando sus pertenencias junto a un árbol y empezó a desprender sus prendas. Con un pie tocó el agua, su cuerpo desnudo era iluminado por los rayos del sol; camino al interior de aquél estanque usando su chackra y llego hasta la cascada en la cual se sentó dejando que el agua golpeara su espalda y cuello aliviando sus adoloridos músculos.

Ya estaba lo suficientemente lejos de la villa como para seguir a un ritmo más suave, aún no tenía claro hacia dónde dirigirse y si lo pensaba mejor tampoco sabía en donde estaba. Cuando fue suficiente se levantó y se dirigió a la orilla donde enjuago sus ropas y buscó unas limpias para usar, cuando terminó de vestirse y recoger sus pertenencias, comió una pildora de comida haciendo una mueca por su desagradable sabor, pese a que lo había intentado en muchas ocasiones seguía sin poder arreglar el tema de sabor, pero su fin y funcionamiento era impecable, no por nada era una shinobi médica, de las mejores en la actualidad.

Miro aquel pequeño río que fluia del lago y decidió seguirlo al menos hasta finalizar el día, quizá podría pescar algunos peces para cenar. Empezó a caminar, procurando tener su mente en blanco, pues si dejaba correr sus pensamientos seguramente terminaría condenandose así misma y cometiendo un acto estúpido.

Pétalos Carmesí [Pausada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora