No sabía cuantos días habían pasado, la rutina que comenzó guiada por Ryujo la ayudó a desconectarse de todas las inquietudes que invadian su mente. Levantarse al alba, alistarse, meditar hasta que el sol casi esté en su punto más alto, comer y luego empezar con el entrenamiento físico, a veces sola, otras tenía un compañero de combate, el cual podía ser Itachi o Ryujin, cuando el sol estaba a punto de ocultarse, Ryujo le daba lecciones sobre Fūinjutsu y Senjutsu, luego cenaba y se aseaba antes de dormir.
A veces su día tenía variaciones, como cuando la llevo para conectarse con algunos dragones puros y pudo entenderlos más, descubriendo que tenia afinidad con dos de ellos, Nithe (un enorme dragón de color negro con algunas escamas rojas) y Avizandum, para practicidad la había dejado abreviar a Avi (el príncipe de los dragones, más grande que el promedio, de color celeste con una melena blanca). Ryujo le había explicado que cuando invocara generalmente llamaría a aquellos con los que su conexión fuera mayor, por lo que la incito a entrenar con aquellos dos dragones en sincronizacion.
Itachi por su parte había estado acompañando a la pelirosa pero también tuvo tiempo para si mismo, para entrenar e incluso sincronizarse con una dragona llamada Tanwen, de color blanco, penetrantes ojos púrpura y cuyo fuego también era blanco. Del mismo modo para sorpresa del Uchiha, Ryujo se había dado cuenta que aunque Sakura había avanzado mucho en su sanación, aún no estaba del todo sano, por lo que con ayuda de sus sanadores le dio un tratamiento que incluso le permitió volver a activar el sharingan y el mangekyu sin riesgo de perder su vista de nuevo, su pecho y corazón con los brevajes qué le dieron también se sentía mejor, por lo que pudo unirse a los entrenamientos de forma más cómoda.
Sakura se levantó, ya podía reunir la energía de la naturaleza de forma constante, incluso sin la necesidad de meditar, pues podía sentir la energía que la rodeaba en todo momento. Al girarse se encontró con el Uchiha quien la observaba sentado sobre Tanwen a unos cuantos metros - ¿Hace mucho que estas?
- No - negó con la cabeza bajando de un salto del gran dragón blanco - Ryujin-san me pidió que te buscará, cree que estas lista - le indico.
Sakura asintió empezando a caminar con el Uchiha - ¿tú como te sientes? - pregunta, pues tenía entendido que esa mañana él estuvo en una sesión con los sanadores.
- La verdad - musito haciendo una pausa mientras veía a algunos dragones sobrevolar la estancia - mejor que en toda mi vida, gracias Sakura.
- ¿Por qué? - no puede evitar preguntar, pues no sentía que hubiera hecho mucho por él.
- Sin tu intervención seguramente hace mucho hubiera muerto - confesó dando un leve asentimiento a los guardias mientras caminaba por los pasillos dirigiendo a la pelirosa en dirección de los jardines donde Ryujo le había indicado que los esperaba.
Sakura bajo la cabeza mientras caminaba, en realidad no sabía que responder a aquello, aún sentía que no era de mucha ayuda o lo que hizo no fue tan relevante, pero luego su vida estaba cambiando, con personas y criaturas a su alrededor qué confrontaban sus más íntimas inseguridades, diciéndole que era suficiente, que no era débil, que lo que hacía era valioso y ella a pesar de todo en su interior no se sentía tan segura y dudaba de aquello, pero otra parte de sí quería creerlo.
Cuando llegaron al jardín en donde estaba la fuente había ahora una especie de altar rodeado por 6 pilares, en cada uno había un híbrido, incluida Ryujin. Por su parte, Ryujo se encontraba parado junto a aquella loza plana de piedra, sobre el agua que rodeaba la estructura y creaba caminos conectandose con los pilares; sobre las manos de los híbridos se encontraban diferentes elementos, desde cuencos hasta botellas, una daga, escamas de dragon, entre otros. Todos vestían trajes típicos tejidos de escamas de dragon, telas de cerezo y bordadas con hilos de oro.
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Pétalos Carmesí [Pausada]
FanfictionSakura ha decidido que aquel acto de su parte, en el que se vio su intención de acabar con Sasuke, a pesar de amarlo tanto, fue imperdonable. Ella no puede perdonarse por lo que termina abandonando la aldea y desertando en plena víspera del comienzo...