꒰ 🪽꒱ ࣪𓂂 ׅ
⋆ ࣪. ❝Boy and girl meet by the great design ❞⋆ ࣪.
"Donde un caso une los caminos de Priscilla y Spencer, lo que ambos no se percataron fue que ese encuentro estaba escrito en las estrellas."
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• Spencer Reid x OC Female
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Con la llegada de la temporada de otoño, los Turner se aseguraban de visitar el cementerio de Manhattan donde fue sepultado el padre de Priscilla y Therese.
Cada 23 de septiembre eran particularmente difíciles para la familia, pero ese día afectaba profundamente a Cilla en especial. Cada vez que visitaba a su padre en el cementerio, los recuerdos del día de su muerte la atormentaban, haciendo que los días consecutivos fueran más difíciles de lo habitual.
Todos en su familia se adhirieron a la rutina establecida para ese día. Compraron flores, visitaron el cementerio, las colocaron en su tumba y luego se fueron, dejando atrás a Cilla. Ella se quedaba ahí durante horas, sentada en el pasto con una mirada perdida.
- Te extraño demasiado papá... Catorce años sin ti...- la voz de Cilla se podía escuchar su profunda tristeza. - Sé que nunca querrías que estuviese triste, pero eso es algo imposible. Te extraño más y más cada día... Todavía me pregunto qué habría pasado si hubieras estado aquí con nosotras todavía. Tal vez mi madre no habría tenido sus brotes psicóticos... Podrías ver a Tess crecer; Dios, cada día se parece más y más como a ti...- sollozó, frotándose los ojos con un pañuelo que tenia en su bolsillo. - Pero aun así nos dejaste en buenas manos... mis tíos han sido un gran refugio para ambas desde que te fuiste.
La castaña cayó en un momento de contemplación silenciosa, llena de recuerdos de los cortos pero preciosos años que había pasado junto a su padre. El tiempo parecía ralentizarse a medida que su mente revisitaba esos momentos felices compartidos con él, el sabor agridulce de la pérdida todavía permanecía fresco en su corazón.
Recordó uno de sus cumpleaños donde su padre le había regalado un peluche de Snoopy.
Recién acababan de cantar las mañanitas cuando el padre de Cilla entro por el marco de la sala.
- ¡Papi!- la pequeña Cilla de 5 añitos recién cumplidos corrió a los brazos de su padre, el cual la abrazo primero para después cargarla en sus brazos.
