Mi cabeza daba vueltas al momento de despertar, estando desorientado sintiendo en mis extremidades algo ejerciendo fuerza.
Veía borroso, todavía no estando del todo consciente y recordando de a poco lo que había ocurrido.
En un momento, recuperé la vista junto a un dolor y un escozor insoportable alrededor del cuello.
Joder.
— Mira quién despertó al fin.
Esa voz cínica y sarcástica a la vez, no podía ser de nadie más que del desgraciado de HanBin.
Primero observé el sitio, siendo un pequeño cuarto con cuatro pantallas de ordenadores que no mostraban nada. Luego mi situación, estando atados mis tobillos y muñecas en una silla de oficina.
— Aunque quieras escapar, no lo vas a lograr, niño.
Negaba chasqueando la lengua divertido, pero para mí me era desagradable su actitud.
— No te maté porque no quiero ser un asesino en serie, ni tampoco quiero ninguna mancha en mi expediente para no ser perseguido.
— Eres un ser despiadado.
Al decirle aquello, su rostro cambió a una mueca asqueada mientras se iba acercando a mí. Él alzó mi cabeza sujetando mi barbilla mirándome con desprecio.
No pude evitar tragar saliva de la tensión por la que estaba pasando.
— Estás mejor callado, ¿sabías? Tú voz me da náuseas.
Imitó una arcada, a lo cual yo le escupí en toda la cara como contestación.
Eso por decir literalmente que mi voz te era asquerosa.
Vi como con su ropa se deshizo de mis germenes que le había regalado en su horrenda cara.
— Eres más atrevido de lo que imaginaba, niño.
— Tengo nombre, y no soy tan niño.
— Sh, al final te tengo que callar para no oírte.
Sus pasos se alejaron un poco, viendo desde donde estaba atado, como agarraba una cinta de embalaje para traerla consigo a mí.
— Así estás más lindo.
Puso una sonrisa de lado tras haberme colocado sobre mí boca un trozo de la molestosa cinta, no pudiendo escucharme de esa forma.
Si me hubieran dicho que un psicópata me secuestraría, no lo hubiera adivinado en absoluto ni en mis peores sueños.
Ahora solo podía observar sus movimientos y estar en mis pensamientos, cosa que me llegaba a aburrir.
¿GunWook se había dado cuenta de mi ausencia?
Yo esperaba que sí, aunque encontrarme sería un poco difícil.
[•° 🐥🐻 °•]
Muchas horas después continuaba igual, con unas ganas terribles de salir de este lugar, pero lo que más quería era no estar atado, porque me dejaría dolor y marca en esas zonas de mi cuerpo.
No sabía cuánto tiempo más debería aguardar de esta manera, ya que me empezaba a encontrar agobiado por no poder moverme durante día y medio que haría dentro de poco.
Había intentado forcejear, pero no funcionó porque las cuerdas tenían los nudos demasiado apretados.
A partir de ahora, debería de ir a las clases donde te enseñan a defenderte y escapar de estas situaciones peligrosas.
Soltando aire através de la nariz, cerré los ojos tratando de mantener la calma.
En cuestión de segundos, escuché la entrada abrirse, ya que HanBin salió de la casa para no sé qué.