Interés

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Sus facciones y forma del rostro son de ensueño, bastante parecidas a las de un osito.

Su comportamiento, cada vez me encantaba más tras pasar tiempo con él fuera de la autoescuela. Porque sí, nos veíamos fuera de su horario laboral, ¡pero no penséis mal! Todavía eran coincidencias...

— Un, dos, tres, tierra llamando a pollito Rae.

Casi una semana completa había saltado de la nada, y no me sentía preparado para otra tarde a su lado junto con YuJin, aunque el pobre niño no tenía la culpa de mis pensamientos sobre su tío.

— ¡Kim TaeRae!

— ¡Ahora pongo la lavadora!

Fue lo primero que salió de mis labios, luego de que mi trance se disipara al oír mi nombre entero a la par que un golpe en la mesa.

Una risa alta y contagiosa, inundó el local logrando que las personas nos vieran entre extrañadas y molestas. Qué vergüenza.

— Cállate, estás llamando tanto la atención... Kim GyuVin, para ya o te doy una patada en la espinilla.

No sé si me ignoraba a propósito, pero, por debajo de la mesa, hice que su escandalosa risa desapareciera y fuera intercambiada por un grito adolorido.

— Te lo avisé, payaso.

Tomé el vaso largo con una mano, el cual contenía un batido de chocolate, para colocar la pajita que traía entre mis labios, bebiendo así un buen trago mirando a mi amigo.

— Duele, eh. Eres un bruto.

— Mira quién habla.

Comenté poniendo en blanco los ojos con un leve bufido, notando como él se tocaba la zona que yo golpeé.

— ¿Qué tenías en mente? Ni me has hecho caso por 7 minutos exactamente.

— Bueno...

— Espérate, si el causante es cierto chico que te da clases teóricas de conducir, ni lo quiero saber.

Ding dong, bingo.

Me quedé en silencio con una sonrisa de lado, dando por hecho que me estaba delantando al no producir ningún sonido.

De repente, la mirada de GyuVin se colocó en un punto fijo detrás mío, lo cual me extrañó y mi curiosidad de querer ver me ganó, girando así el cuello y medio cuerpo.

— ¿Me lo tengo que encontrar incluso debajo de las piedras?

Me hablé para mí mismo, regresando a mi posición inicial y beber del batido.

GunWook había entrado a la cafetería, y le observé de espalda mientras pedía lo que le apeteciera al empleado del mostrador.

— Vaya, ya no sé si son coincidencias o el propio destino que te avisa de tu futuro noviazgo.

— Ni gracia me hace.

Abultando mis mofletes y labios, me dejé caer un poco a la mesa como si me escondiera de él.

— Uy, que viene para acá.

Seguro que estaba bromeando conmigo para ponerme nervioso, y por eso, seguí en esa postura unos segundos más.

— Me sé tus tácticas, no voy a caer en.... Ellas.

— Buenos días, TaeRae.

Tierra trágame y escúpeme al espacio exterior.

— B-buenos días, hyung.

De la vergüenza que tenía, no pude entablar buenas conversaciones ya con mi mejor amigo, el cual se contenía la risa tonta ante lo ocurrido, estando a la mesa de nuestro lado el profesor sentado junto a su café y ordenador.

GyuVin se fue a la media hora después por temas de estudio, y yo igual también me iba, de no ser porque alguien me habló guardando su portátil.

— ¿Qué tal llevas los test? ¿Te sientes seguro de ir al examen pronto?

— Voy teniendo menos fallos, aún tengo algunas dudas. A lo mejor una semana o dos más y me presento.

— Vale, entonces esta tarde díme en lo que dudas, te ayudaré en lo que necesites.

Sonriendo asentí levantándome de la silla, él hizo lo mismo.

— Linda sonrisa. ¿Vas a casa?

— Sí, de nuevo estoy solo y hay cosas por hacer. ¿Y tú?

— Terminé con unos documentos importantes, es momento de irme a casa también.

Ambos traspasamos las puertas automáticas del local, saliendo a la calle y sintiendo el aire fresco y suave de la temporada primaveral.

Aunque él quería disimular para no incomodar, pude notar sus ojos visualizando mi anatomía de arriba abajo.

— Hasta luego, nos vemos a la tarde.

— Claro, hasta luego, hyung.

Y con esa particular despedida, él se fue en la dirección contraria a la que yo me dirigía.

El día de hoy estaba raro en cuestión de situaciones, esperaba que solo fuera esto y no nada más, pero con mi mala suerte algo habría, incluso ya lo presentía.


Autoescuela #GunRaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora