Capítulo 2. Un café para vos.

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Los días posteriores, ese trío de amigos siguieron reuniéndose en aquel comedor, donde Jacobo comenzaria a llenar a Crystal con pequeños obsequios, cada día, desde jugos, dulces y hasta algunos chocolates, esto como una pequeña muestra de lo que ahora sentía por ella, quien los aceptaba gustosa, diciendo...

-Siempre y cuando sea comida no me negaré, es mi debilidad, en especial el chocolate.

Un día, a Jacobo se le ocurrió una mejor idea: "¿Qué tal si le llevo un café para que desayunemos juntos?". Por lo que esa misma tarde, al salir, convenció a uno de sus compañeros para cambiar de lugar con él y poder sentarse al lado de Crystal.

Al día siguiente se levantó más temprano que de costumbre para poder prepararlo junto a unos deliciosos hotcakes. El rico aroma de estos llamó la atención de su hermana mayor, quien, extrañada por esta situación, exclamó con sorpresa y curiosidad...

-¡Pero qué milagro! Siempre andas corriendo porque se te va a hacer tarde y hoy te levantaste súper temprano y además ¿!Estás haciendo hotcakes?!

Jacobo con una ligera risa nerviosa y una chispa de entusiasmo respondió...

-Es que quiero impresionar a una chica, cada mañana la escucho decir que tiene mucha hambre así que quiero invitarle unos hotcakes.

-Debí suponer que era por una chica -Le respondió con una sonrisa pícara y algo emocionada por la situación. -Ya te estabas tardando eh. Y dime, ¿Cómo se llama mi futura cuñadita?

-Crystal -Respondió Jacobo con una sonrisa que iluminó toda la cocina.

Notando eso, la hermana le deseó la mejor de las suertes añadiendo...

-Recuerda, hermanito, sólo acércate a ella con seguridad y confianza.

Poco después, Jacobo ya se dirigía a su salón y al llegar vió que Crystal ya se encontraba ahí, para su suerte ella siempre era la primera en llegar.

Momentáneamente, se quedó sin aliento al verla.

Al entrar al salón una ráfaga de viento entró con él, atravesando las cortinas de las ventanas y dejando un frío intenso en el salón, frío del cuál Crystal se cubría con aquel suéter rosa que abrazaba delicadamente su figura, no cabia dudas de que Jacobo había elegido un buen día para invitarle ese café.

Jacobo recordó las palabras de su hermana así que se acercó con seguridad hacia ella diciendo...

-Que frío hace ¿verdad?

-¡Sí!-Respondió ella.

-Para calentarte un poco, ¿Quieres un poco de café? Y podemos acompañarlo con unos ricos hotcakes que preparé.

Mientras decía aquello los nervios lo carcomían, "¿Qué tal si Crystal no aceptaba?", "¿Y se ella se espantaba por tal acción y pensaba que él era un urgido?"

Sin embargo, Crystal le respondería con una sonrisa cálida...

-No te hubieras molestado, compañero, pero está bien, aceptaré sólo porque tengo mucha hambre.

A lo que Jacobo le insistió en qué agarrara más, petición a la que Crystal no pudo negarse. Y así, ambos compartieron ese momento a solas en el salón, rodeados por el silencio matutino y el aroma tentador del café acompañado de bocados de hotcakes. Jacobo no podía dejar de mirar a Crystal con una sonrisa mientras comenzaba a decir...

-No esperaba encontrarte a solas, pensé que habría más compañeros, incluso me preocupaba que no fueran a alcanzar los hotcakes.

-Puedes agradecer a mi padre por eso, como es maestro se despierta bien temprano y luego va a tamborear mi puerta para despertarme y me pasa a dejar aquí media hora antes de que comiencen las clases. Luego, como nadie llega me empieza a preocupar que se hayan cancelado las clases y yo ni en cuenta -Dijo Crystal, riendo tras ese último comentario.

-No entiendo qué pasa con los padres -Le respondió Jacobo riendo igualmente. -El mío también se levanta súper temprano pero yo me vengo después, me da flojera levantarme. Sólo hoy me vine con él pero creo que comenzaré a llegar temprano para que no estés solita toda esa media hora.

-Pero no lo estoy -Interrumpió Crystal. -También llega temprano Tomás, seguro en estos momentos no tarda en llegar.

Y en efecto, Tomás se encontraba a solo unos pasos de llegar al salón, mientras que las dudas invadían la mente de Jacobo, "¿Desde cuándo será que Crystal y Tomás pasaban tiempo a solas durante las mañanas?"

Pronto Tomás cruzó la puerta observando a Crystal y Jacobo desayunando juntos, no pudo envitar sonreír al verlos y pensó que quizá debía dejarlos a solas para no hacer mal tercio. Pero cuando Crystal lo miró le llamó de inmediato invitándolo a desayunar con ellos. Jacobo sintió un poco de celos ante ello pero para disimular decidió decirle a Tomás que se uniera. Ante tanta insistencia, Tomás terminó aceptando y agarró un hot cake.

Minutos después Crystal se levantó para ir al baño diciendo...

-Ahora entiendo porque dicen que el café es diurético.

Comentario que provocó risas entre ambos chicos. Al marcharse, Jacobo vió la oportunidad de saciar sus dudas, sin que Crystal se diera cuenta de ello, y le preguntó a Tomás...

-Oye, ¿Es cierto que tú y Crystal llegan temprano a diario y pasan tiempo a solas aquí en el salón?

-Sí -Respondió Tomás. -Me gusta llegar temprano para darle un repaso a las lecturas que nos dejan y siempre que llegó Crystal ya está aquí.

-¿Y qué hacen mientras tanto? -Cuestionó Jacobo reflejándose la preocupación en su voz.

-Nada, tranquilo, a veces lo máximo que nos decimos es buenos días y otras pocas veces hablamos sobre las lecturas -Le respondió Tomás dándole alivio a Jacobo quien ya estaba imaginado lo peor.

-Qué alivio -Dijo Jacobo.

-Y por si lo pensabas a mi no me interesa Crystal en lo más mínimo, actualmente ya no me interesan las relaciones. Así que no te preocupes por mí, además, según lo veo, vas por buen camino, al menos yo nunca fui tan directo, ni atrevido como tú la primera vez que me enamoré de alguien, y tú si hablas muy bien con ella, incluso le trajiste un café.

Al oír eso Jacobo no pudo evitar sonreír y ahora más tranquilo y feliz lo invitó a qué agarrara otro hot cake llamándolo "amigo"

-Necesitaré tu ayuda, ¿Porque no te sientas aquí, al lado de nosotros, para que me des consejos? -Le dijo Jacobo.

-¿De verdad? -preguntó Tomás sorprendido, cuestionando en qué momento se volvió un buen consejero o si acaso lo era pero decidió aceptar la invitación de Jacobo, colocando su mochila en la butaca junto a la de Jacobo pensando que ya necesitaba un amigo en esta etapa de su vida.

Al poco tiempo, Crystal regresó sorprendida de ver que Tomás había decidido sentarse junto a ellos pero también notó que más compañeros ya estaban llegando al salón por lo que se dirigió rápidamente a su lugar sacando unos pines de su mochila, entregándoselos primero a sus amigos.

-¿Para qué es esto? -Le cuestionó Jacobo.

-Me toca exponer hoy pero antes haré una dinámica -Contestó Crystal apredurada. -Pongánselos que ya casi llega el profe, lo ví viniendo hacia acá.

Crystal, con la ayuda de sus amigos, repartió los pines al resto de sus compañeros dándoles la indicación de ponerlos a la altura del pecho y al poco tiempo de hacerlo, por fin llegó el profesor de dicha clase, el cual era el maestro Palencia, el padre de Jacobo...

Siento el mismo por ti <3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora