Epílogo

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«El amor te durará tanto como lo cuides y lo cuidarás tanto como lo quieras»

10 años después.

Iván sintió movimiento en el lugar en el que descansaba, pero aún así no abrió sus ojos, sintió su cabello ser tocado y fue ahí donde despertó por completo.

Despertar entre los brazos del hombre que ama y que ahora es su esposo, es uno de los grandes placeres que la vida le da a Iván.

Tomás ya estaba despierto y le acariciaba el cabello. El menor acomodó su cabeza en el pecho del rubio perezosamente, aún con sueño y algo de cansancio.

—Buenos días, cariño. —Tomás sonrió, dándole otro beso en su cabeza mientras sobaba suavemente su hombro desnudo.

—Buenos días, mi rey. —Buhajeruk habló levantando un poco su cabeza para dar un beso rápido a su esposo, para luego volver a buscar un buen lugar en el pecho de este para seguir durmiendo.

—¿Nos levantamos ya, bebé? —era domingo, ninguno de los dos trabajaría, pero si era agradable hacer algunas actividades juntos.

—Estoy cansado, Tom. —Claro que estaba cansado.

—¿Por qué cansado?

—Amor… —el pelinegro se puso sobre el mayor completamente, se acercó a su oído para susurrarle con voz ronca—. Hicimos cositas anoche, churri. Cositas deliciosas —el santafesino mordió levemente la oreja de su pareja—. ¿Lo recuerdas, Tomi? —dijo ahora cambiando su voz a una tierna. era tan desconcertante la dualidad de Iván.

El menor miró el rostro de Arbillaga y estaba colorado, el mayor aún se sonrojaba por casi todo en cuanto a Iván.

—Gatito… —Iván sonrió con malicia, ambos seguían desnudos y el menor había sentido algo más duro que la vida contra su pierna—. Tenes problemitas con mini Tomi. —”Mini Tomi” era el nombre asignado por el menor al tributo de su esposo—. ¿Lo resolvemos? Quiero, quiero.

—¡No! Estás cansado, amor. —Tomás se puso tímido, a pesar del tiempo que llevaban juntos, que ya conocían cada rincón del cuerpo el uno del otro, aún había timidez como cuando eran novios y su relación se mantenía con el mismo cariño de años, el mismo o incluso más amor y algo muy importante en una relación; respeto.

—No estoy muy cansado, Tomi, ¿Sí? —había hecho caritas tiernas y berrinche como niño, mientras sus manos se aventuraban por el cuerpo de Arbillaga bajó las sábanas.

—Iván Arbillaga. —advirtió el rubio.

—Tomás Arbillaga. —dijo antes de ser besado por su esposo, Buhajeruk sonrió al haber logrado su objetivo, convencer a su gordito bello que estaba en buen estado para una práctica de “ejercicio mañanero”.

Terminaron haciendo el amor.

Iván amaba la forma en la que Tomás se entregaba, el mayor le hacía el amor con paciencia, ternura y suavidad. Siempre se sentía como si fuese la primera vez, en cuando a sentimientos y sensación, porque en la práctica, la primera vez de la pareja fue un perfecto y lindo desastre; la falta de experiencia de Tomás y los nervios de Iván contribuyeron a ese “desastre”, sin embargo ambos lo recordaban con una sonrisa en el rostro al ser tan especial.

Ambos chicos se sentían cómodos estando juntos, se ayudaron mutuamente a cargar sus miedos e inseguridades.

Ponían empezó en su relación con el paso de los años y sí, había discusiones tontas, celos y problemas, pero ambos encontraban la manera de solucionarlo, más nunca pasaba un solo pensamiento de dejarse porqué el amor que se tienen es más fuerte que cualquier problema o crítica, siempre lo fue y lo sería por muchos años más, porque en los planes de la pareja estaba envejecer juntos e incluso ser sepultados en la misma tumba.

GORDITO  ☆  spreen + rob .Donde viven las historias. Descúbrelo ahora