Capítulo 39: Las Verdades del Pasado

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Después de la motivadora visita de Víctor Pérez, el equipo seguía avanzando con paso firme en la liga. Las enseñanzas del exjugador habían dejado una huella profunda en todas, fortaleciendo su unidad y su confianza. Sin embargo, para Lucía, la estabilidad del presente se vería sacudida por revelaciones del pasado.

Lucía siempre había sido reservada respecto a su pasado como jugadora y las circunstancias que la llevaron a convertirse en entrenadora asistente. Sin embargo, una tarde, mientras revisaba algunas tácticas en su en uno de los cafés de la ciudad esperando a que su chica saliese de su entrenamiento, recibió una llamada inesperada de un antiguo compañero de equipo, Sergio.

—Lucía, sé que ha pasado mucho tiempo, pero necesito hablar contigo. Hay cosas del pasado que no pueden seguir ocultas —dijo Sergio con una voz seria y preocupada.

Lucía sintió un nudo en el estómago. Sabía que Sergio estaba hablando de eventos que había intentado olvidar, pero también comprendió que enfrentarlos era necesario para avanzar.

—Está bien, Sergio. Podemos encontrarnos en el café cerca del club, yo estoy acá—respondió Lucía, tratando de mantener la calma.

Esa tarde, Lucía tomaba de su café con una mezcla de ansiedad y determinación. Sergio ya estaba por llegar allí, esperándola. Tras unos minutos de conversaciones triviales, Sergio fue directo al punto.

—Lucía, necesito hablarte sobre lo que realmente pasó con tu lesión y por qué tu carrera como jugadora terminó de esa manera —dijo Sergio, con una mirada seria.

Lucía asintió, y Sergio continuó—. He descubierto que la directiva de nuestro antiguo club, incluyendo a Carolina, manipuló los informes médicos para encubrir la gravedad de tu lesión. Querían mantenerte en el campo a toda costa, aunque sabían que corrías el riesgo de empeorar tu condición, lo cual dio el desenlace qué conocemos

La revelación dejó a Lucía en estado de shock. Carolina, la actual directora del club, había estado involucrada en un encubrimiento que le costó su carrera como jugadora. Sentía una mezcla de ira y traición.

—No puedo creer que Carolina haya hecho eso. Confié en ella, y todo este tiempo ha estado ocultando la verdad —dijo Lucía, con la voz quebrada.

Con la nueva información en mente, Lucía sabía que debía confrontar a Carolina. No podía permitir que siguiera en su posición sin enfrentar las consecuencias de sus acciones.

Al día siguiente, Lucía pidió una reunión con Carolina en su oficina. La directora la recibió con su habitual sonrisa diplomática, pero Lucía no estaba dispuesta a dejarse engañar por las apariencias.

—Carolina, necesitamos hablar sobre mi lesión y lo que realmente ocurrió —dijo Lucía, sin rodeos.

La expresión de Carolina cambió a una de sorpresa y luego de incomodidad.

—Lucía, no sé de qué estás hablando —dijo, tratando de mantener la calma.

—Sergio me ha contado todo. Sabes muy bien a qué me refiero. Manipulaste los informes médicos para encubrir la gravedad de mi lesión. Me arruinaste la carrera —respondió Lucía, con firmeza.

Carolina, sintiendo que su fachada se desmoronaba, intentó defenderse—. Hice lo que creía mejor para el equipo en ese momento. No pensé que las cosas llegarían tan lejos.

—¿Lo mejor para el equipo? ¿A costa de mi salud y mi carrera? —dijo Lucía, alzando la voz—. No puedes seguir dirigiendo este club con esos principios. Voy a asegurarme de que todos sepan la verdad.

Lucía compartió la verdad con Jonathan y algunas jugadoras de confianza, incluidas Mapi y Alexia. La noticia fue un golpe para todos, pero también un llamado a la acción.

—Esto es inaceptable. Necesitamos hacer algo al respecto —dijo Jonathan, visiblemente enojado.

Mapi añadió—. No podemos permitir que alguien como Carolina siga en el poder. Lucía, estamos contigo en esto.

Alexia, aunque preocupada por la situación, apoyó a Lucía con todo su corazón.

—Haremos todo lo necesario para que la verdad salga a la luz y para proteger a nuestro equipo —dijo Alexia, tomando la mano de Lucía.

Decididos a enfrentar la situación, Lucía, Jonathan, y las jugadoras claves comenzaron a planificar cómo exponer a Carolina y garantizar que la justicia prevaleciera. Sabían que necesitarían pruebas concretas y el apoyo de otros miembros del club.

Sergio también se comprometió a ayudar proporcionando testimonios y documentos que respaldaran la verdad sobre la manipulación de los informes médicos.

—Es hora de que la verdad salga a la luz. Lo que Carolina hizo no puede quedar impune —dijo Sergio, decidido a corregir los errores del pasado.

La culminación de su plan llegó durante una reunión de la junta directiva del club. Lucía, Jonathan, Sergio y las jugadoras se presentaron ante la junta con pruebas en mano.

—Hemos descubierto pruebas de que Carolina manipuló los informes médicos de mi lesión para encubrir su gravedad. Esto no solo arruinó mi carrera, sino que también muestra una total falta de ética y respeto por los jugadores —dijo Lucía, presentando los documentos y testimonios.

La junta directiva, impactada por la magnitud de las acusaciones y las pruebas presentadas, se tomó un momento para deliberar. Carolina intentó defenderse, pero las pruebas eran irrefutables.

—Dado lo que hemos visto aquí hoy, no podemos permitir que Carolina continúe en su posición. Necesitamos una directora que ponga el bienestar de los jugadores primero —dijo uno de los miembros de la junta, respaldado por los demás.

Con la destitución de Carolina, el club comenzó un proceso de renovación y reflexión. El bienestar de los jugadores se convirtió en la máxima prioridad, y se implementaron nuevas políticas para asegurar la transparencia y la ética en todas las decisiones.

Lucía, aunque aliviada por haber expuesto la verdad, sabía que aún quedaba mucho trabajo por hacer. Pero con el apoyo de sus compañeras, Jonathan y Alexia, se sentía más fuerte y decidida que nunca.

—Hemos pasado por mucho, pero esto es solo el comienzo de una nueva etapa. Juntas, podemos superar cualquier desafío y alcanzar nuestros sueños —dijo Lucía a sus excompañeras, con una sonrisa de esperanza y determinación.

El equipo, renovado y unido, miraba hacia el futuro con optimismo, listas para escribir el próximo capítulo de su historia, una historia de lucha, justicia y triunfo.

Segunda Oportunidad - Alexia Putellas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora