Trabajando juntos hace quince años, conocí parejas tuyas a granel, te mostré mis lágrimas y tú los dolores por rupturas de amores, siempre juntos jugando al que hubiera sido el destino si yo no estuviera casado.
Amo realmente a mi mujer y amo muchísimo a mí amiga compañera de la pastelería: "El candil".
Hace dos años perdí a mí mujer de ésa enfermedad del infierno.
Murió de cáncer al pulmón, Yo no entiendo, nunca fumó.
Si no hubiera sido por mi compañera Rocío, no sé como lo hubiese superado.
No tuve más ninguna mujer.
Con Roly así llamo a Rocío, hablamos mucho de sus parejas y de los juegos sexuales, también hablamos de algúnos de mis juegos, Soy anticuado.
Roly me cuenta que todas sus parejas fueron bastante aburridas. Sigue buscando a su Romeo.
Me insiste en que vuelva a buscar pareja, discutimos, no estoy preparado aún.
Un viernes a la noche tuve que quedar hacer un pedido grande en la pastelería.
Ella se ofreció a ayudar, quedamos solos, hablamos de todo y como siempre termina hablando de cosas sexuales, me muestra que le llegó las esposas de policía para jugar.
-Con quién?, Pregunté.
-Contigo!, Respondió y reímos.
Le dije que me las mostrará nunca había tenido o visto esposas de policía.
Jugando con ellas, la encadeno, sobre el carrito de la pastelería, dónde trasladamos Las cosas pesadas, es una mesada de uno cincuenta por ochenta centímetros, Con una barandilla para tomar y moverla.
La acosté en la mesa y con las esposas la encadeno a la barandilla, reímos como locos mientras recorremos la cuadra de la pastelería.
Jugando le digo:
-Ahora eres mía!.- exclamé sosteniéndose de mí con sus piernas.
Roly me observó y responde:
-Siempre fui tuya, siempre!-.
Está bellísima en su traje de pastelera.
Tomo su pantalón y se lo quito, ella solo mira, sus bragas son delicadas, se las quitó también.
Ella solo mira, sin cruzar palabras le devoro la vagina, todos sus pliegues y no puedo creer que bien huele y lo sabrosa que es. Ella trata de sostener un bolsa de azúcar Glass.
Ella solo empieza a gemir, no conté los minutos pero le devoré su vagina más de media hora.
Tenía mí rostro empapado en sudor y flujo, los gritos de ella eran tapados por los de las máquinas. Siento todos sus pliegues, paso mí lengua uno a uno a veces me la cogí con la lengua dura.
Me detengo y me voy, ella pregunto entre gemidos:
-Donde vas?-, no dije nada, solo vuelvo con la miel de maple en mí mano.
Ni siquiera emitió palabras, que le coloque miel en su vagina y me la comí nuevamente por treinta minutos más. Todas sus partes pegotes y dulce, ahora puedo ir más adentro con mí lengua, tomó la bolita de tu clítoris con mis labios y trato de arrancar de esa vagina dulce, te mueres en gritos. Muerdo tus labios de la vagina dulcemente, revoloteando mí lengua por todas partes.
Hace diez minutos que me pides que te penetre pero estoy absorto en tus labios vaginales.
Te giro sobre la mesita con ruedas y me presentas tu Gran trasero, golpeo una nalgas y le digo que siempre pensé que su trasero era genial, se rió y cuando quiso hablar, puse miel de maple en su ano y me lo devoro también, toco su punto G, simultáneamente me comí su ano y glúteos, por media hora más. Te vuelvo a coger con mí lengua dura, hago círculos por los pequeños pliegues de tu ano y me chupo todas las paredes internas de tu trasero.
Estamos empapados en sudor, ella grita que la coja.
-Vamos a coger!, por favor cógeme!, cógeme!-.
Girando el carrito, pongo mí pene en su boca.
Lo atacaron mandíbulas ardientes al segundo, mientras le coloque miel de maple en la punta. Te cogí tan rápido que los ojos se te pusieron en blanco.
Moviendo el carrito me cogía su garganta hasta el fondo, sólo lo quito para que pueda respirar.
No quiero que se ahogue. Siento toda la profundidad de su garganta con mí cabeza, su aliento en mí pito me deja desesperado.
Muevo el carrito de lado con mí pito en su boca y agarrando con mi mano.
Coloque nuevamente en su trasero crema chantilly, untando su ano y me la cogí por el trasero, lento.
Ella chilla gimiendo como auténtica loca del sexo, balbucea palabras que no entiendo, porque meto mí mano de crema en su boca. Ésa cola es depravación, siempre quise cogerte el culo rico que tienes. Se la descansó toda adentro mientras le meto los dedos en su vagina y luego vuelvo a coger su trasero.
Le cogí la cola bastante y volteada nuevamente la dejo descansar mientras, busco chocolate derretido tíbio con crema.
Charlotte de chocolate con tibieza justa, desparramando lo suficiente en su vagina, me la cogí por mucho tiempo. Sentirte en el tíbio chocolate y la profundidad de tú concha, casi me deja enloquecido, es tan rica y apretada tú vagina, me ahorcás la cabeza del pito con ella, solo puedo gemir y cogerte salvaje, saco mí pito entero y te vuelvo a coger a fondo.
Los gritos desgarradores de placer de mí amiga, lo recordarán las paredes del lugar por un buen tiempo.
Gritando me implorava que le acabe.
-Acábame, acábame en mí boca!.-
Haciendo oídos sordos, de costado la comienzo a coger nuevamente por su trasero y le digo:
-Voy a dejar mí azúcar en tú cola bien adentro!,- mientras le giro los pezones.
Ella sólo grita:
-Si!, siiiiiii!, Cógeme y dame tú azúcar!.
Cógeme!, cógeme fuerte!, cógeme!.
En el último "cógeme", le acabo el ano, los glúteos y el interior.
Nunca acabé tanto.
Giró el carrito y sin soltarla la beso en su boca.
Ella me dijo:
-No quiero que ésto terminé!-.
Mirándola fijamente sosteniendo su rostro le dije:
- Nunca eligiría a otra mujer que no fuera tú!- siempre quise cogerte así.
Reímos juntos y jamás nos separamos.
La última vez ella usó las esposas de policía conmigo.
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Poemas De Amor Y Sexo Español Y Portugués
PoëzieFragmentos para enamorarse. Poemas y poesía sexual, en español y portugués. La esencia de la unión. *Advertencias* La lectura contiene lenguaje y imágenes sexuales descriptivas **Prohibido menores 18 años** Mayores de 18 Años y personas sencibles ab...