—Ahora te haré unas preguntas señorita Hange—Dijo el doctor Aoto. —¿Recuerda lo que sucedió ese día?
Hange asintió y miró hacia la ventana que estaba atrás del doctor Aoto, el árbol de hojas color rosado que había leído en los libros prohibidos de Paradis se alzaba imponente en lo que supuso fue un patio, pero sobre todo recuerda que ese árbol solo crecía en Hizuro, por la tierra y pH especifico que necesita.
—Sí—Respondió con simple Hange dirigiendo su vista hacia el doctor Aoto quién se quedó callado e hizo una seña con la mano para que siguiera hablando—Recuerdo que comenzó el retumbar, y que mis heridas fueron provocadas porque me enfrenté a los titanes para darle tiempo a los demás a que se fueran en el avión, la altura era de alrededor de cincuenta metros a la que me enfrenté, los titanes expulsaban un calor abrasador por eso las quemaduras, me enfrenté al último y... El calor que emitían no me permitían respirar por lo que supongo que mis vías respiratorias se cerraron y perdí el conocimiento.
—Entonces no hay traumatismo cerebral, se descarta completamente.
—¿Cuánto tiempo estuve sin conocimiento?—Pregunto Hange mientras se aclaraba la garganta.
—Poco más de una semana.—Dijo el Doctor mientras se acomodaba los lentes—Tu cuerpo colapsó tres veces, dos el primer día que llegaste y... Una ayer.
Hange tragó saliva mientras asentía y volvió a mirar la ventana, el día se veía claro y el sol no se veía por lo que supuso que era antes de medio día.
—¿Estoy en Hizuro no es así?
—¿Cómo lograste...?
La puerta se abre rápidamente y sin emitir ni un ruido, Kyomi entra a la habitación casi con una sonrisa en la boca y se acerca a paso delicado, solo se escucha el sonido de sus pasos y se sienta al frente de Hange donde había un peque sofá.
—¿Cómo se encuentra comandante Hange?—Pregunto Kyomi.
—Bien, pero, me gustaría tratar de sentarme.—Dijo Hange mientras observaba al Doctor Aoto, quien suspiró y se acercó a Hange para ayudarle a sentarse.
Su cuerpo dio un gran esfuerzo y evitó soltar algún quejido para que el doctor Aoto se arrepintiera de su decisión.
Una vez ya sentada pudo ver de mejor forma la especiosa habitación.
Cerca de la puerta había una pequeña mesa con sillas bajo una alfombra, la cama en la que se encontraba estaba cerca de la ventana y había mesitas de noche a ambos lados con distintos medicamentos.
Y perfectamente podían dormir dos personas.
—¿Por qué me encuentro acá señora Kyomi?—Pregunto sin más rodeos Hange.
—Déjenos a solas Aoto—Habló Kyomi, el doctor asintió y salió de la habitación rápidamente—Se encuentra en Hizuro porque la he salvado de la muerte.
Hange tragó fuertemente saliva y se aclaró la garganta.
—Cuando cayó al agua, ordené que fuera recogida, sinceramente no creí que usted siguiera viva, más que nada por la altura, pensaba darle un entierro. Pero cuando la dejaron en el barco su corazón era débil y casi ni respiraba, pero seguía viva. Milagrosa e inexplicablemente.
Hange pasó su mano por su frente y trató que su corazón se relajara.
—¿Alguien sabe que estoy acá?—Pregunto Hange.
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Una última oportunidad
FanfictionPor un milagro o una segunda oportunidad Levi se entera que Hange está viva y tratan de vivir con cotidianidad y normalidad como personas normales