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-¿Es enserio lo que me dices?- Cuestionó la castaña al chico pecoso, realmente no entendía nada de nada

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-¿Es enserio lo que me dices?- Cuestionó la castaña al chico pecoso, realmente no entendía nada de nada.

-Hace tiempo que ya nada es lo mismo, ya no siento nada por ti.

¿La citó a un parque sólo para decirle eso? Que tonto.

Le dolía su indiferencia, pero no salían lágrimas. Que extraño.

Ochako en respuesta, sólo soltó una risa vacía. -Supongo que me dejas por tu preciosa Meli, no me importa si te quedas con esa perra, haz lo que quieras.- Dijo, para darse media vuelta e irse, sin antes comentar algo.

-Si esa hija de puta se me acerca, aunque sea para pedirme la hora, te juro que la golpearé hasta que le quite su carita de niñita buena, antes me detenía por ti cariño, ahora no hay nada que me impida no partirle la cara a esa puta barata, disfruta a tu zorrita, bye.

Dejó a su ex novio solo, realmente le dolía, ella se esforzaba al máximo para que a él no le faltara nada, daba todo de si en la relación para que él se sintiera amado y comprendido.

Pero aún así, no había lágrimas.

Asco.

Sentía muchísimo asco.

Se apoyó en un poste de luz cerca de la casa de Denki, sintió doler su estómago, se lo tomó con las dos manos, realmente le dolía.

A como pudo llegó a la casa de su amigo, cuando abrió la puerta, la tomó rápido con sus brazos, se miraba muy pálida, al punto de terminar vomitando en plena banqueta.

El rubio sin saber que hacer, la llevó rápido a un hospital general para un chequeo.

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-No, no hay nada grave.- Comentó la doctora a Denki, que se encontraba acompañado de Hitoshi, su pareja.

-¿Enserio Doctora? No es que dude, pero ¿cómo puede pasar eso?- Shinso miraba preocupado a la señora.

-A veces las emociones no salen del cuerpo cómo deberían, por ejemplo, cuando estas feliz sonríes, cuando estas triste, lloras. Pero hay ocasiones donde la persona no puede sacar eso, así el cerebro quiere liberarse de la emoción de alguna manera, y hace que las saque físicamente, a lo mejor la señorita Uraraka pasó por algo de estrés o enojo, y esas emociones se vieron reflejadas en su estómago. Eso fue lo que ocasionó el fuerte dolor y el vómito. Pero no se preocupen, estará bien.

Ochako comenzó a moverse en la camilla, a punto de despertarse.

-Los dejaré sólos, creo que deben de hablar algo.- Sonrió la Doctora, antes de irse. 

Cuando Ochako miró a su alrededor se asustó un poco, pero al ver a Denki y a Hitoshi se tranquilizó.
-¿Ochako que pasó?- La miraba preocupado, era su mejor amiga, lo que más quería era su bienestar.

La castaña un poco confundida recordó lo que pasó con Izuku.

Sus ojos avellana se llenaron de lágrimas, quería ser fuerte por ella misma, sabía que Izuku la iba a dejar, pero no quería que la viera derrotada en el juego del amor, por que si hubiera sido débil en ese momento, le habría rogado hasta de rodillas para que no la dejara.

Sentía enojo, tristeza, frustración, sentía que le había arrancado el corazón.

El rubio al ver a su amiga la abrazó, al verla en ese estado, supuso que algo no estaba muy bien, y que por obvias razones tenía que ver con el brócoli con patas.

-¡Él me dejó, Denki! ¡Me terminó para irse con Melissa!- Para este punto el llanto de Ochako era incontrolable, gruesas lágrimas salían, escondía su rostro en el pecho del rubio, se sentía cómo la mierda en ese momento.

Lo odiaba.

Lo odiaba a él y a su estúpida amiguita.

Lo odiaba a él y a su estúpida amiguita

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Sparks Fly. ||°•.༄⟶  TodoChakoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora