14. UN VIAJE ENCANTADOR

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GISELLE


Al final la fiesta resulto bien, a pesar de huir de unos chicos malos, parecía que todos habían disfrutado de la adrenalina que se vivió, incluyendo a Ashton quien parecía emocionada después de todo y cuando nos encontrábamos en el karaoke, participo en algunas canciones siendo algo sorprendente verlo hacerlo cuando ni siquiera le gustaba bailar.

Sin embargo, Susan no parecía demasiado feliz, más bien, la observaba como si aún estuviese asustada por correr a toda velocidad para no ser atrapada y es que debía admitir que tenía razones para estar así, no era para cualquiera estos clases de problemas. Pero no negaría que disfrutaba su rostro consternado y que se llevara ese susto de muerte.

Y en cambio Chris gozo de su cumpleaños veintiuno, comió, bebió, canto y bailo a más no poder, diciéndome casi toda la noche que estaba agradecido por la fiesta y que llevaba tiempo sin disfrutar mucho una buena celebración, siendo probable que al día siguiente sus padres se lo llevaran para darle un mejor día de cumpleaños.

En fin, no olvidaba nada de la noche anterior y mucho menos lo del callejón...

Cada vez que me lo recordaba me daba cuenta que no tenía autocontrol de mis actos y que ahora Ashton se daría cuenta de lo necesitaba que estaba de besarlo, solo pensarlo e imaginarme su cercanía hasta el punto de tomar mi cintura entre sus brazos me hacía temblar por querer sentirlo otra vez. Suspire hondo y trate de calmarme porque si no me volvería loca con solo imaginar la escena una y otra vez durante todo el día.

Era sábado, siendo costumbre que este día debía hacer la limpieza en mi querido hogar, para mi alivio no tenía que ir a trabajar esta tarde al tener el día libre, así que disfrutaría de la tarde entre mis quehaceres y las tareas de la universidad, si es que dejaba de pensar en el asunto de anoche.

Cuando terminé mis quehaceres y la hora del almuerzo paso, decidí que era buena idea ir a comprar la despensa antes de estudiar, así que, me puse una ropa más cómoda para salir entre las opciones más casuales. Estaba entre los jeans de Paige y entre el conocido Zara, mientras que entre las blusas usaría una Paige de gasa holgada con algunos botones y con mangas largas.

Al final elegí cualquiera de los jeans para salir de inmediato del departamento, siendo un grave error que justamente cuando salía también Ashton lo hizo mirándome al instante en que nuestras puertas cerraron.

A pesar de verme abrumada de volverlo a ver, me fije en su vestimenta al estar usando en ese momento unos pantalones grises de vestir con un cinturón negro en su cintura, combinando perfectamente con un suéter azul con sus mangas arremangadas hasta los codos, notando a la perfección su musculatura y sus venas.

Iba vestido demasiado bien para una salida casual.

—Buenos días. —saludo él sacándome de mis pensamientos más enloquecidos por su forma de robarme el aliento y ni siquiera me percate que estaba acortando la distancia entre nosotros.

—Buenos días... —dije agarrando mi pequeña cartera con fuerza entre mis manos.

—¿Cómo estás? —pregunto ladeando la cabeza y dejando ver una mediana sonrisa que me podía derretir en ese instante.

—Bien... ¿y tú? —le mire de nuevo de arriba abajo—. ¿Vas a alguna parte?

No pude con la duda.

—Sí. —respondió con neutralidad—. Al parecer también tú.

—Si, en realidad iré de compras a la tienda más cercana de aquí al no tener muchas cosas en el departamento.

Perfecto TouchdownDonde viven las historias. Descúbrelo ahora