21. OSCURIDAD

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GISELLE

No había mucho que decir con el dilema que le provoqué a Susan con sus amigas, en realidad no había hecho mucho, acercármeles fue lo único malo que hice y luego Hamilton se encargó de arruinarlo todo.

Tal parece que su paranoia le estaba afectando y realmente me sentía bien que eso fuese así cuando escuche toda la discusión de ella con las chicas para saber si mi plan estaba funcionando y que eso era lo menos que merecía.

Aún faltaba más porque cada noche que no podía dormir por las pesadillas, cada día donde debía afrontar las criticas o la decepción de en los ojos de mi madre cada vez que me miraba me demostraba que nunca sería suficiente todo lo que le pasara a Susana Hamilton.

Tal vez no era juez para determinar el castigo de cada persona, pero la verdad, ya no creía en la justicia legal porque nadie se daría cuenta de la verdad si yo no movía piezas.

Y ahí estaba, sentada en la cama muriéndome de sueño al no poder conciliarlo sin ser victima de las pesadillas, esta vez habían sido demasiadas a cada momento de cerrar los ojos volví a ese instante donde fui encarcelada.

Pero ese día especifico jamás lo olvidaría...

A pesar de tener las luces encendidas, no había dejado de ver una ocasión donde intentaba enfrentar este miedo, pero aún así, me era difícil controlar mis emociones al sentir que de nuevo estaba en ese lugar oscuro y que esas voces susurrantes me provocaban escalofríos.

Intente dejar de pensar en ello cuando me levante de la cama decidida a ya no recuperar nada del sueño perdido, estaba segura que esta vez la ojeras serían más visibles, así que, me colocaría maquillaje para no ser interrogada por Ashton, quien lo empezaba a conocer bastante bien para saber que se fijaría en mi estado.

No quería angustiarlo y mucho menos involucrarlo en un problema que solo a mí me pertenecía.

Solo... debía lidiar con esto de alguna manera.

*

Era sábado y como era común, me encargaba del oficio en el departamento para tenerlo presentable en caso que tuviera que compararlo con el lugar de Ashton.

Ni siquiera veía que se moviera en su departamento y parecía que tenía magia para hacer que las cosas se le ordenaran por si solas.

En cambio, yo aún pensaba en donde debía iniciar a ordenar.

Al final logre hacerlo todo con un poco de dificultad al no sentirme bien por mi falta de energías.

Ashton y yo acordamos que en la noche veríamos una película juntos, así que esperaba esa noche con impaciencia mientras imaginaba lo que pasaría.

Decidí por preparar unos bocadillos con los ingredientes que tenía en mi cocina, practiqué diversos platillos que pensé que no recordaba, pero al final resulto que mi memoria fotografía aún estaba ayudándome.

La noche llegó, así que fui a mi cuarto para buscar alguna ropa adecuada para estar en casa, pero a la vez algo llamativo que deslumbrara mi belleza más de lo que ya hacía, me miraba en el espejo con una gran sonrisa en mis labios al probarme diversos atuendo que llevaba tiempo sin usar.

Sin embargo, durante el tiempo que he vivido sin poder comprarme ropa, me acostumbre a usar las mismas al nunca haber hecho eso en mi vida, pero no estaba tan mal.

A veces las personas están menos pendientes de nosotros de lo que imaginamos.

Al final me decidí por algo más simple entre una blusa negra de mangas largas y unos pantalones blanco junto con una combinación de zapatos cerrados del mismo color. Estaba lista y como siempre mi cabello estaría suelto.

Perfecto TouchdownDonde viven las historias. Descúbrelo ahora