My different Alpha // Bossnoeul

06

— Noeul, por favor, cierra, yo iré a acostarme — Sarocha besa la mejilla de su nieto antes de subir las escaleras.

Noeul sonríe empezando a cerrar la caja, hoy fue un día bueno para él. Pudo volver a ver a un viejo amigo de la infancia y hablo con el hijo de este.

Su lobo y él se sintieron más que felices con Thanat y esa conexión fue extraña, pero muy hermosa.

Cachorro...

Desea volver a ver a Boss, no va a mentir que sintió algo extraño al verlo y escucharlo a hablar, pero no sabe que es. Nunca ha tenido ese sentimiento de querer hablar y ver a esa persona, su lobo se encontraba ansioso.

Desea ir a su nido y encontrar ese olor del alfa castaño.

Cómo quiere acurrucarse en su pecho y quedarse ahí, protegido y amado.

Niega con su cabeza, ¿qué está pensando? Boss tiene un hijo y aunque Thanat haya dicho que su madre está en la cárcel, Boss debe de tener una linda Omega como pareja o una linda alfa.

Una que está bien en el aspecto de alfas, no un defectuoso como él.

Se encontraba regando unas flores mientras un puchero inconsciente se formaba en sus labios por sus pensamientos, su lobo con la cola entre sus piernas queriendo irse a su nido.

La campana de la tienda suena, Noeul frunce su ceño para después acordarse que no ha puesto el letrero de cerrado. Bufa — Ya cerramos, lo siento — Dice con voz tranquila caminando hasta la entrada.

Boss maldice entre sus adentro, claro que ya cerró, son las 9 de la noche, ¿qué creyó? Su lobo se encontraba atento, esperando a que su, el lindo alfa, aparezca.

— ¿Lo siento? — Dice mientras se encoge de hombros. Noeul aparece en su visión con una sonrisa ladina.

— ¿Boss? — Se acerca más jugando con sus manos, el nombrado agita su mano en el aire sintiendo los nervios crecer — ¿Qué haces aquí? — Su sonrisa no desaparece, su lobo con la cabecita ladeada mirando a un lobo negro enorme observarle con un brillo en sus ojos.

— Y-Yo — Carraspea — Pensé que todavía estaba abierto — Ríe — Venía por flores, pero puedo venir mañana — Le mira con adoración. El alfa de rizos es hermoso, con esa sonrisa adorable, sus hoyuelos y sus manos jugando con sus dedos mientras le mira.

¡Vendremos todos los días!

El lobo negro caminaba alrededor del lobo castaño. Buscando la manera de acercarse sin asustarlo.

— Oh — Noeul muerde su labio, sintiéndose tonto, claro que no vino a verte solo a comprar flores. Boss frunce su ceño un poco al ver la expresión del lindo rubio — Claro, puedes venir mañana.

— ¿Puedo venir a la hora del desayuno? — Se atreve a decir mientras entra por completo a la tienda. Quiere estar con Noeul y buscará la forma de estar con él mucho tiempo.

Noeul ríe despacio — Puedes, desayunaremos con mi abuela Sarocha — Boss sonríe cerrando sus ojitos un poco.

— ¿Abuela Sarocha? — Noeul asiente — Me gustaría verla de nuevo, uff. Ha pasado tanto tiempo — Suspira.

— Sí, la última vez que la viste estábamos de vacaciones y fuimos a la playa.

— ¡Sí! — Boss se acerca más — Nos ayudó a convertirnos el lobo, y dijo que éramos adorables.

El lobo negro por fin pudo acercarse, ronronea, pasando su nariz por el cuello del lobo castaño, quien se sentía a gusto con el lobo negro cerca.

— Recuerdos bonitos — Noeul ríe tapando su boca con su mano — ¿Sigues siendo un lobo enorme? Porque, aunque éramos pequeños, eras enorme Bubu — Carraspea — Boss.