My different Alpha // Bossnoeul

15

Aunque Boss sintiera su piel arder como el infierno, disfrutaba del beso y los movimientos de Noeul — E-Eul — susurra en sus labios.

Noeul empezó un camino de besos por el cuello del mayor sin dejar de mover sus caderas. Sentía en el alma que ayudaba a su alfa con esos movimientos y no mentía. Boss se encontraba extasiado.

Las manos de Noeul se dirigen hacia la ropa interior de Boss, con delicadeza se los quita sonrojado por la gran polla del castaño — D-duele Noeul — Boss lloriquea, su nudo queriendo aparecer, pero era tan difícil — A-Alfa.

— Shh — Noeul toma la erección de Boss con su mano, empieza el vaivén observando cada expresión de su alfa. Boss tenía sus ojitos cerrados.

Noeul sentía su lubricante salir, Boss se estaba volviendo loco.

El alfa rubio se separa un poco para poder quitar su ropa interior. Ahora desnudos, los dos Noeul vuelve a tomar la erección de Boss con su mano mientras empieza un beso desesperado.

— No-Noeul, por f-favor — Boss solloza, le dolía. Quería estar dentro de su alfa. Por primera vez en su vida, mientras pasa sus tres días de celo, lo único que tiene en la mente es a Noeul.

Noeul, Noeul, Noeul, Noeul.

Boss no podía abrir sus ojos, su cuerpo dolía como la mierda, pero la excitación estaba presente mientras Noeul aceleraba su mano — P-Por f-favor.

— Aquí estoy alfa, aquí estoy — Noeul suspira, lo hará. Tomará el nudo de su alfa. Ayudará con su dolor, no importa las consecuencias.

Noeul se levanta con delicadeza e intenta buscar un condón. Boss empieza a negar — S-sin condón, sin condón Noeul — Noeul asiente sin darle vuelta al asunto. Se coloca encima de la cintura del castaño, toma el pene de su alfa alineándolo a su entrada lubricada.

Aunque Noeul no haya sido preparado, su entrada estaba resbalosa, aceptando la gran polla roja y dolorosa de Boss.

El dolor que siente Noeul en el instante que Boss está completamente dentro de él es insoportable, pero al ver el rostro de alivio del alfa sabe que está bien aguantar el dolor.

Cierra sus ojos concentrándose en los suspiros de Boss, mueve sus caderas en círculos — S-sí —es lo que susurra el alfa castaño poniendo sus manos en la cintura del rubio — No, no duele t-tanto ya.

Noeul empieza a dar pequeños saltos, lágrimas saliendo de sus ojos. En su mente, repitiéndose las mismas palabras que su lobo decía en voz alta.

Lo hacemos por nuestro alfa, no importa cuanto duela. Sigue.

— N-Noeul — Boss mira al alfa, quien tenía una expresión de dolor mientras seguía saltando — Alfa, detente. Te está doliendo.

Noeul niega — D-dame el nudo — las manos firmes en su cintura ayudaron con los saltos. Noeul solloza.

Duele mucho, duele mucho.

Lo hacemos por nuestro alfa.

Por nuestro alfa.

Boss sentía, por fin, su nudo crecer. Pero no era como lo imaginó — ¡AAAHHH! — Grita junto con Noeul quien seguía saltando hasta obtener todo el nudo en su interior — D-Duele, ¡detente Noeul! — El alfa rubio niega de nuevo.

— T-Todo — es lo único que dice mientras lágrimas seguían cayendo, dolía, dolía.

Todo el nudo creció en su interior, Noeul empezó a llorar de dolor mientras Boss respiraba agitadamente, sintiendo su cuerpo tranquilo y el dolor yéndose.

Boss lleva sus manos a las mejillas de Noeul quien lloraba en silencio — Amor, ya casi, ya casi — limpiaba las lágrimas, aunque más cayeran.

Nunca pensó que así sería su primera vez.

El nudo bajo 25 minutos después. Noeul no dejaba de llorar mientras caía al pecho de Boss. Su cuerpo ardía, todo le dolía como si quemarán su piel.

Todo el dolor que Boss sintió mientras empezaba su celo lo estaba sintiendo él.

Boss con la respiración agitada abre el cajón de su mesita sacando una de las pastas para entregársela a Noeul con una botella de agua — Toma amor, para calmar el dolor — El alfa rubio con manos temblorosas toma el agua y la pastilla.

Unos minutos después, el dolor en el cuerpo de Noeul se va dándole tranquilidad.

No hablaron, Boss solo daba caricias mientras su cuerpo se sentía relajado. Noeul respiraba en el cuello del castaño, sintiéndose bien por ayudar a su alfa.

Así pasaron los tres días, Boss desesperado cada vez que entraba en Noeul, no paraba de llorar hasta que su nudo explotaba. Noeul sentía el ardor en su piel hasta que tomaba la pasta, el dolor pasando a un nivel bajo.

Noeul alimentaba a Boss, le daba caricias y muchos besitos. No han hablado aún, solo gemían sus nombres o palabras no entendibles. Boss no sabía cómo pedirle perdón a Noeul por todo el dolor que ha pasado. Noeul solo acariciaba su cabello, besaba sus labios y volvía a montarlo.

No importaba su dolor, estaba ayudando a su alfa.

Ahora se encontraba dándose un baño de burbujas, los dos dentro de la bañera con un Boss entre las piernas de Noeul. El alfa rubio lavaba el cabello de su alfa, no hace mucho se tomó la pastilla para no quedar en embarazo.

Boss miraba sus manos sintiendo culpa, aunque no debiera — Lo siento — alza su voz, quebrándose al final.

— ¿Qué dices? — Noeul detiene sus movimientos.

— Todo lo que te hice pasar, el dolor, tus lágrimas. Perdóname —Boss empezó a llorar.

Noeul lava el cabello de Boss antes de tomarlo entre sus brazos, abrazándolo fuerte — No tienes que pedirme perdón, vine aquí para ayudarte y fue lo que hice — deja besos en su cabellera — Observé tu expresión de descanso y tranquilidad. Todo el dolor que sentí no fue importante cuando te observaba — Boss sollozaba como un cachorrito — Estoy bien, no pensé que así sería mi primera vez, pero... Estoy muy bien, mi alfa precioso y valiente. Tantos años aguantado ese dolor, ya no más... Tu alfa llegó para aliviar tus malestares.

Boss suspira escondiéndose en el pecho de Noeul — Prometo que cuando esté mejor y pueda anudar sin dolor, te daré la mejor noche de tu vida— gira su rostro, azul y verde encontrándose — Será nuestra primera vez verdadera. Te lo prometo alfa.

— Está bien bebé — Noeul deja un besito casto — Está muy bien, esperaré ansioso. Ahora, hay que salir. Te prepararé un delicioso almuerzo para después irnos a dormir — Boss asiente.

Y así es como pasa. Noeul hace un delicioso sudado de carne, los dos comen y disfrutan su compañía olvidando los tres días de dolor. Noeul lava los platos sucios mientras Boss los seca y los acomoda.

Los dos llegan a la cama del alfa castaño, Boss abraza a Noeul hacia si, dejándolo ser la cuchara pequeña.

— Tengamos una cita — Boss suelta mientras pasa su nariz por el cabello de Noeul.

— ¿Una cita? — Boss asiente haciendo un sonido de confirmación — Me parece increíble, ¿qué tal el miércoles?

— Me parece perfecto — Boss deja un beso — Gracias — susurra.

Los dos caen rendidos, abrazados.

Lo malo ya pasó, ahora sigue la mejor parte. El cortejo, las citas, besos.

Al final, Boss le dará la noche que se merece.