Extra II

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La pareja Nuttarat intentaban calmar el llanto de su bebé, Noeul no parada de derramar dolorosas lágrimas desde que salieron de la casa Chaikamon.

El pequeño alfa se sentía perdido, su lobito se encontraba enroscado en sí mismo mientras sollozos pequeños salían de sus labios. Lo único que repetía el lobito en sus lamentos era:

Mi alfita, mi alfita...

Su pecho dolía. Con tan solo tres años de edad, Noeul estaba experimentado el dolor de dos almas gemelas siendo separadas.

— Ya, ya — Becky acariciaba los rizos de su cachorro, el lazo que lo unía con su hijo se encontraba un poco triste.

— Noeul, deja de llorar... Mami está angustiada y embarazada — Freen da una mirada de reojo a su hijo mientras manejaba hacia el aeropuerto.

— Estoy bien — Becky llena de su aroma a su hijo quien se queda dormido en el pecho de su mami Omega — Solo me hace sentir mal, eran muy grandes amigos.

Freen suspira — Lo sé... Siento mucho tener que hacer esto.

— No te preocupes alfa, el trabajo lo amerita.

🌸🌸🌸🌸

Años después...

— Vamos Ahn, debes caminar como yo — Noeul sostiene las mejillas de su hermana — Así podremos correr por la sala — ríe junto con la bebé.

Los meses después de ese gran dolor pasaron rápidos para Noeul, el alfita sentía a su lobito un poquito triste, pero algunos correteos en el parque junto con su mamá alfa le ayudaban un poquito.

La pareja Nuttarat se volvieron muy reconocidos en la ciudad donde habitaban, todos miraban el amor hacia sus hijos, como Ahn y Noeul eran las perlas más preciosas de la pareja.

Noeul, con cinco años, es el niño más hermoso y adorable que exista, el mejor en su salón, aunque a veces llegaba llorando por no ver a Bubu en la mesa. Becky tenía la obligación de llenar a su cachorro de besos y de su aroma dulzón para apaciguar ese llanto.

El alfita consiguió un grupito de amigos en la escuela, Freen se encontraba feliz por las amistades de su cachorro aunque a veces hacía cara extrañas al ver a su hijo intentar colocarse algunas joyas de Becky.

Ahora, el pequeño alfa intentaba enseñarle a su hermana a caminar. Ahn gateaba de forma estupenda, una bebé Omega que lograba perderse en cuestiones de segundos.

— ¡Nano! — Ahn alza sus manos hacia Noeul quien agitaba las suyas en una distancia considerable.

— Ven Ahn, ven — el alfita aplaude al ver a su hermana dar unos pasos — ¡Eso! — El grito asustó un poco a la omeguita que cayó en sus pompis, pero la risa fue la que hizo que los nervios de Noeul se fueran.

Becky entra a la sala con un hermoso vestido rosa pálido, los ojitos de Noeul brillaron.

— Mira cachorra, mamá compro este hermoso vestido — la Omega mayor se acerca a su hija, deja un beso en los rizos de Noeul y se sienta en el mueble.

— ¿No hay vestido para mí? — Noeul pregunta con toda la inocencia del mundo.

Becky frunce su ceño — No bebé, los alfas no utilizan vestidos — Noeul hace un puchero — Y más que todo, los hombres alfas... No está bien.

— Pero... Yo quería un vestido — Noeul muerde su labio mientras juega con sus manitas — Ayer vi un hermoso vestido de puntitos rojos en la tele — sus ojitos brillaron — ¿Puedo tener uno mami?

My different Alpha // BossnoeulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora