Los Hermanos Dubois

Capitulo [17]

Alana y yo nos encontrábamos en la gala benéfica que se celebraba en un hermoso salón, ya que la temática sería con antifaces el salón se encontraba ambientado en la temática. Con pequeños toques dorados que le daban el toque y la hermosura al salón.

Me encuentro a Alana en el camino hacia el banquete.

—Riley! Donde estabas te estuve buscando por todo el salón — antes de que siga haciendo preguntas la tomo del brazo y la llevo a un lugar más privado.

Ya que estamos en el, no se priva en hacer las preguntas.

—¿que te pasa?, ¿Todo bien?, ¿Donde estabas?, ¡¿Podrías por favor contestar alguna de mis preguntas?!—

—Si me dejara hablar con gusto te contestaría — suspira con desesperación y me cede la palabra.

—Bien, acabo de tener un encuentro extremadamente caliente con un hombre— sus ojos de abren hasta no poder más.

—Bueno, es de esperarse, ese vestido te hace ver simplemente fenomenal. Además, el rojo contrasta con tu cabello—

Suelto la bomba antes de que esto se extienda a más.

—Con uno de los objetivos—

—¡¿QUE?!, Riley estas loca ¿sabes en qué posición nos pone si Bastian se entera?—

—Lo se, pero no importa. Aqui lo verdaderamente importante es que tengo su dirección, podremos hacer una emboscada e ir por ellos—

—No lo sé Riley, puede que funcione o puede que no—

—Bien, mientras tú lo piensas yo iré a hackear las cámaras y borrare el momento en el que yo salgo con el— salgo hacia el lado contrario de donde Alana se encontraba.

Antes de venir Bastian nos dio todo lo que necesitábamos para esta misión, y una de ellas fue un diseño del interior del salón, y eso es lo que me ayuda a ubicar fácilmente la sala de vigilancia, guardo el pequeño papel en mi escote y subo las escaleras que me llevan a mi destino.

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*Antes de la Gala benéfica*

—bien, estos objetos que a lo que se son lo básico que ustedes ocupan; para que ustedes puedan identificar a los objetivos les será muy fácil, a pesar de su apariencia. Ellos cargan con un pequeño broche en la parte superior derecha de de saco, eso los identifica como los anfitriones —

—¿y como es el broche?— la curiosidad de Alana salta, algo que se me hacia extraño que no ocurriera.

—ya lo sabrán—

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Al llegar en la puerta de la sala se encuentran dos hombres de seguridad, sacó una pequeña pistola de mi muslo interno y le apuntó en uno de los gemelos a uno de los de seguridad, está pequeña pero peligrosa pistola contiene un somnífero, que al instante hace que una persona se duerma, al instante este cae al suelo sorprendiendo a su compañero.

El colega se arrodilla dándome la espalda e intenta despertar a su amigo, me acerco en silencio hasta quedar detrás de él.

—Gracias por hacer de mi trabajo más sencillo— este reacciona con rapidez e intenta darme un golpe en el abdomen, tomo su brazo con mi mano izquierda y la derecha la posicionó en su cuello y presionó una zona clave que lo hace desmallarse.

—Bien, si no mal recuerdo eran cinco, ahora tres.—abro la puerta de la sala de seguridad y al entrar veo a los tres faltantes.

A pesar de que cargó con tacones sé manejarlos para que a la hora de una misión mis pasos sean tan ligeros que son imperceptibles para el oído humano.