—Feliz cumpleaños!!! —
Los gritos constantes de Alana interrumpe mi hermoso sueño.
—Que buena forma de despertar —mencionó con sarcasmo.
—Lo se, soy la mejor, ahora a levantarse que hay que desayunar.—
Al salir de la habitación y llegar al comedor me encuentro con una torta de Red Velvet con cubierta de una crema, y con velas de dos cifras numéricas.
—Felices Veinticuatro añitoooos, sopla las velas —
Antes de soplar las velas unos disparos se escuchan fuera del departamento.
—¡¿Acaso no podemos tener un maldito día de tranquilidad?! —
—Alana, jamás podremos tener tranquilidad —
Saco mi pistola del estuche apuntando hacia la puerta, tocan el timbre y Alana Voltea a verme.
—Un asaltante que toca el timbre? Le daremos una tazita de cafe. — se acerca sin preocupación alguna y abre la puerta.
—Surprise!!!! — me sorprende ver a tormenta con un mini pastel en las manos.
—Rodeen la zona — le ordena a sus guardaespaldas.
—¿Que haces aquí? — la verdad no me sorprende mucho, llevamos cinco años con el y siento que lo conozco como la palma de mi mano.
—Selebrando tu cumpleaños número veinticuatro— Alana le arrebata el pastel de las manos y se dirige a la pequeña mesa detrás de ella.
—Suéltalo — toma un poco de crema batida y lo empieza a saborear.
—Bien, necesito que ataquen a unos mafiosos —
—Necesitamos más información para poder atraparlos ¿sabes? — el sarcasmo de Alana cada día crece más.
—Me dejas terminar? —
—Adelante — comenta para molestarlo y sigue comiéndose el pequeño pastel.
La mirada que le avienta es muy pesada, pero ella hace caso omiso.
—Bien, son más de tres —
—¿Son una pandilla? — la curiosidad sobresale de los ojos de Alana.
—No, riquillos que quieren "experimentar" algo que claramente no les va a salir bien. Están rebajando mi mercancía. —
—¿Que quieres que hagamos? —
—Hacen fiestas cada dos semanas, hoy es uno de esos días tendrán que ir seducirlos y darles una buena advertencia —
—¿Porque seducirlos? — cuestiona Alana.
—Ellos además de hacer lo que les mencione anteriormente también drogan a chicas menores de edad y las rentan a tipos para abusar de ellas.
—cuando los capturamos? — Alana odia que los hombres venda y trafiquen a mujeres. Ya que normalmente es pedofilia.
.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.
Estábamos vestidas para la fiesta, Alana estaba vestida con un vestido de cuero y botines negros, yo con pantalón de cuero conformado con la parte superior de color blanco e igual que ella unos botines.
—bien hermosas. van, los seducen, los meten a una habitación y me hablan para ir por ellos. Quiero que ustedes salgan sin un rasguño ¿entendido? —
—Yes, sir — saluda poniendo su mano derecha como lo haría un soldado.
.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.
Antes de bajar del coche Jorge nos detiene.
—Tomen — nos extiende unos audífonos
—Puende hablar mutuamente, cualquier percance precionen dos veces para una comunicación directa con el jefe. Cuídense. —
—Gracias cariño — Alana es la primera en vajar. Ya estando paradas frente a la enorme casa nos ponemos los audífonos analizando por fuera.
Hay una larga fila como si estuviesen esperando para hacer una orden de comida, pasamos de largo a la fila y nos paramos frente a los dos guardias, Inmediatamente abren paso.
—Tu ve la pista y arriba, yo veré acá abajo,
Cuídate. ——Deacuerdo —
Me dirijo hacia la barra buscando nuestros objetivos.
—¿Quieres una bebida linda? —
—Esfúmate —
La insistencia del hombre estaba por hacerme explotar.
—vamos linda te haré ver las estrellas —
Me toma de la cintura intentando llevarme a la parte superior de la casa.
—oye imbecil, es mía —
Voltéo hacia atrás para ver a quien pertenece la voz y me encuentro con mi objetivo.
—pero —
—que te largues—
El chico me suelta y se aleja maldiciéndo.
—Gracias — es hora de ponernos en marcha.
—como se llama esta hermosa princesa? —
—Rubí, un gusto —le extiendo la mano con una sonrisa forzada.
—Mateó — la toma y le da un beso en el dorsor.
—Amigo, una bebida para la señorita con todos los poderes —
—ahora mismo — la sonrisa del chico tras la barra es maliciosa.
palabra clave, era de esperarse. Segundos después llega con una margarita y la deja frente a mi.
—bebe, es de las mejores que podrás saborear —
Discretamente meto el dedo a la bebida mientras distraigo al tal mateo, la saco y veo como mi uña cambia a un rosa fucsia.
*^*^*^*^*^*^*^
—Este esmalte de hizo en Canadá, detecta cualquier droga en los líquidos, se darán cuenta si cambia de color. —
*^*^*^*^*^*^*^
Necesito a Alana
—toma cariño —
Tomo un pequeño sorbo y lo mantengo en mi boca si que se de cuenta. Parece que la he invocado, aparece junto a tres hombres tras ella, mateo voltea inmediatamente y yo devuelvo el sorbo a la copa.
—Rubí ¿qué haces aquí? —
—Luisa hola, ha pasado un tiempo desde la ultima vez que nos vimos—
—¿Se conocen? —
—Claro. Somos amigas desde la secundaria —
—Niñas porque no vamos a un lugar más silencioso ¿si? —
Alana y yo nos volteamos a ver y sonreímos a la par y volteamos a verlos nuevamente.
—Claro — Se acabó su jueguito imbeciles.
Jake - Mate está de regreso.
ESTÁS LEYENDO
Los Hermanos Dubois
AksiEn un mundo donde el poder y la lealtad son la moneda más valiosa, Riley, una sicaria de renombre, se encuentra atrapada entre la lucha y el deseo. Reconocida por sus estrategias impecables y habilidades mortales, su camino se cruza con Aaron, Abdie...