XI

95 19 6
                                    

Asia Edevane

-¿En qué te puedo ayudar? – le pregunto a mi hermano, quien me observa con esa mirada analítica que ya le conozco. Está intentando leerme y eso me inquieta.

-¿Dónde estuviste anoche? – Es lo único que pregunta luego de cruzarse de brazos.

Inmediatamente me tenso. ¿Y si se enteró de todo?

-Con Naya, ¿Por? – Intento responder con la mayor tranquilidad.

-Te veo extraña hoy Sia, ¿Está todo bien? ¿Sucedió algo en casa de Naya?

-Estoy bien, solo algo cansada. Estoy feliz por tu compromiso. – Me acerco a abrazarlo y él corresponde mi abrazo. Saber que solo está preocupado debido a mi actitud me quita un peso de encima.

Deja un beso en mi frente.

-Ve a descansar, ya tendremos tiempo de celebrar luego.

-¿Seguro?

-Sí, ve. Deja de dormirte tarde, yo sé que la vida universitaria es muy movida, pero no pierdas el enfoque.

-No lo haré. Te amo.

-Yo a ti.

Voy directo a mi habitación y para ser sincera no he podido dejar de lado el miedo de que todo se vaya al carrizo en algún momento. Ya hoy lo supieron Graham y Grace, ¿Quiénes serán los siguientes?

Debo de terminar con esto. Aún no puedo salirme de Enjoy, en el cual solo he realizado estos últimos días una llamada diaria para que se vea mi actividad en línea. No hago nada, ni siquiera veo, solo dejo que pasen las llamadas hasta que los otros usuarios cuelguen.

Me queda un mes y días en eso.

Siempre he sido una persona que tiene bajo control, y me desespera el miedo al saber que esto no está bajo mi control, si no el de otras personas quienes tienen el poder de perjudicarme.

Lo correcto sería dejar de tener los encuentros con Sebastián, es lo mejor, y lo que me ayudaría a evitar inconvenientes.

Pero no soy estúpida, el mayor riesgo no es Sebastián, sé que él hará de todo para que nadie se enteré, porque al final de cuentas, a ninguno de los dos nos conviene que esto se sepa. Pero también me soy sincera a mí misma, si esto sale a la luz cada quien debe cuidar de sí mismo, porque no soy más que cama para él, lo que significa que su prioridad será salvarse a sí mismo antes que a mí.

Se supone que lo veré hoy, pese a que no hemos hablado desde que me fui de su casa. Ni siquiera sé si es conveniente que nos veamos, digo, mis ánimos están por los suelos.

Mi celular tiene muchos mensajes, de Harry, Naya, Jared y mis otros amigos. No hay ni uno solo de Sebas, por lo que dejo el celular de lado e intento leer algo. La Disciplina marcará tu destino de Ryan Holiday es la lectura que me acompaña. Tristemente por más que lo intento, no logro concentrarme.

Cierro el libro y me desnudo para acostarme. Quizás dormir me ayude en algo.

(*)

Para cuando me despierto dan las 7pm. Lía trajo la cena hasta mi habitación pese a no haberlo pedido. Pero internamente le agradecí, ya que extrañamente no tengo muchas ganas de socializar con mis familiares en este momento.

Aún así deseo ver a Sebastián.

No he recibido ningún mensaje de él, por lo que yo misma desde Enjoy le escribo.

Ángel: ¿Nos veremos?

Tarda los 10 minutos que me toma comer, en responder.

Daddy: Te mandaré a buscar en 30, donde la última vez baby.

Enjoy. [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora