Mientras Iida se alejaba del café, Mei se quedó sentada, sonriendo mientras miraba el lugar donde él había estado sentado. Sentía un cosquilleo en el estómago, una sensación nueva y emocionante. Decidió que necesitaba reflexionar sobre lo que acababa de ocurrir y, naturalmente, la mejor manera de hacerlo era trabajando en un nuevo invento.
De regreso en su taller, Mei encendió sus herramientas y comenzó a trabajar en un nuevo dispositivo. A medida que sus manos se movían con precisión entre las piezas y los cables, su mente vagaba de regreso a la conversación con Iida.
"Siempre he admirado su dedicación," pensó, "pero hoy vi una faceta suya que no conocía. Fue... valiente y, bueno, adorable."
Mei soltó una pequeña risa al recordar cómo Iida había empezado a hablar de motores antes de confesar sus sentimientos. Era tan típico de él y, en cierta forma, eso la había encantado aún más. Pensó en cómo él siempre estaba ahí, apoyándola y animándola, incluso cuando sus inventos no salían como planeaba.
"Quizás haya algo más que motores y circuitos," se dijo, mientras ajustaba un tornillo en su nuevo proyecto. "Quizás sea hora de explorar esa chispa entre nosotros."
Terminando de armar su dispositivo, Mei se dio cuenta de que no había podido concentrarse tanto como de costumbre. Iida seguía invadiendo sus pensamientos, y con cada recordatorio, una sonrisa se extendía por su rostro.
De repente, tuvo una idea brillante. "¡Un dispositivo que pueda expresar mis sentimientos de manera más... llamativa!" exclamó, sus ojos brillando con entusiasmo. "Algo que combine luces y sonidos, para que Iida sepa exactamente cuánto me importa."
Mei se puso a trabajar de inmediato, armando un pequeño robot que, al activarse, mostraría un mensaje de amor con luces parpadeantes y una melodía dulce. Era una manera muy a su estilo de expresar lo que sentía.
Horas más tarde, con su creación terminada, Mei se recostó en su silla, admirando su trabajo. El pequeño robot era perfecto, una mezcla de tecnología y emoción.
"No puedo esperar para mostrarle esto a Iida," pensó, sintiéndose emocionada y nerviosa al mismo tiempo.
Decidida, Mei envió un mensaje a Iida: "Hola, Iida. Tengo algo que quiero mostrarte. ¿Puedes venir a mi taller esta noche?"
La respuesta llegó rápidamente: "Claro, Mei. Nos vemos allí."
Esa noche, Iida llegó al taller de Mei, curioso por saber qué había preparado. Mei lo recibió con una sonrisa radiante y lo condujo al centro del taller, donde el pequeño robot estaba esperando.
—¿Qué es esto, Mei? —preguntó Iida, intrigado.
—Es algo especial que hice para ti —dijo Mei, sus ojos brillando con entusiasmo. Presionó un botón en el robot, que comenzó a parpadear y emitir una melodía alegre. Luego, una pantalla en el robot mostró un mensaje en letras brillantes: "¡Iida, me encantas!"
Iida se quedó boquiabierto, una mezcla de sorpresa y alegría en su rostro.
—Mei, esto es... increíble. No sé qué decir.
Mei se acercó a él y tomó sus manos.
—No tienes que decir nada, Iida. Solo quería que supieras que mis sentimientos son recíprocos. Y bueno, ¿qué mejor manera de decírtelo que con un invento?
Ambos rieron, sintiéndose aliviados y felices.
—Eres asombrosa, Mei —dijo Iida, apretando sus manos suavemente—. Estoy realmente feliz de que podamos explorar esto juntos.
—Y yo también, Iida. Pero te advierto, estar conmigo significa muchas noches trabajando en el taller. Espero que estés preparado para eso —dijo Mei con una sonrisa pícara.
—Iida rió—. Estoy más que preparado. Además, alguien tiene que asegurarse de que no explotes nada por accidente.
Ambos rieron y, en ese momento, Mei supo que había encontrado algo especial. No solo un amor, sino una conexión profunda con alguien que la entendía y la apoyaba incondicionalmente. Y mientras continuaban hablando y riendo, supo que este era solo el comienzo de una maravillosa aventura juntos.
Bueno ya esta terminando espero les guste , no significa que no le voy a seguir haciendo shorts de ellos solo este esta terminado