Santo Padre, castígame por mis pecados (Jikook)

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Ahora sus reuniones se han vuelto regulares. Jimin ni siquiera podía admitir que después del servicio dominical estaba buscando la parte superior negra de su cabeza con cabello esponjoso que le hacía señas para pasar su mano por ella. Jungkook tampoco faltó nunca a un servicio. No siempre podían saludarse frente a ella, ya que Jimin podía estar ocupado haciendo cosas en el patio trasero, pero en otras ocasiones siempre encontraba una hora para un dongsaeng. Con el tiempo, la incomodidad se evaporó del aire y comenzaron a tener conversaciones sobre temas completamente diferentes. Espacio, ciencia, flores, viajes. 

En esos momentos, Jimin realmente olvidó que, por cierto, es un novato en la iglesia, y cuando Jungkook habla de la teoría de Darwin, al menos debería indignarse o simplemente decir que las personas, como todas las demás criaturas, fueron creadas por Dios. No habló mucho y principalmente escuchó mientras Jeon compartía cosas desinteresadamente con él. Le gustaba pasar tiempo así, se sentía completamente feliz cuando veía los ojos brillantes del menor y escuchaba su exclamación entusiasta sobre alguna película. No quería pensar en absoluto en las consecuencias de tales reuniones. 

¿Qué pasará después cuando Jimin se convierta en monje? Es poco probable que puedan verse el uno al otro sin preocupaciones. El mayor tendrá que tachar su vida mundana y trasladar los recuerdos de ella al rincón más alejado de su conciencia. Está bien, todavía tiene tiempo hasta entonces. Jungkook se aburrirá de venir aquí de todos modos. Y los problemas se resolverán solos. Han pasado 3 meses completos desde su primer encuentro. Mayo estaba terminando. La naturaleza floreció a nuestro alrededor. En verano, siempre había menos obligaciones, por lo que Jimin podía encontrar media hora casi todos los días para simplemente sentarse en el jardín o en un banco bajo un fragante manzano. 

En esos momentos, cuando todo está en calma, no hay necesidad de apresurarse a ninguna parte, solo quieres fusionarte con todo lo que te rodea, para convertirte en algo completo, unificado. Así que hoy, una calurosa tarde de martes, el novicio observó una bandada de gorriones, sentados a la sombra de los árboles. A veces le parecía que no dedicaba suficiente tiempo a la oración y a la comprensión del camino de Dios. Lo hacía por costumbre o cuando era necesario. No sintió ninguna atracción milagrosa desde sus entrañas hacia todo esto. Pero repito, no quería pensar en todo esto. 

"Esto llegará con el tiempo", se decía cada vez, posponiendo este tema de reflexión por tiempo indefinido. Sacando al novicio de sus pensamientos, alguien descaradamente se sentó a su lado. 

"Hola, hermano Jimin", el chico agitó la mano de manera amistosa. 

-Buenas tardes, Jungkook. No esperaba verte aquí hoy. 

"Mi abuela me pidió que tomara un número del periódico local", se quedó en silencio por un momento, y de repente dijo con tristeza. 

- ¿Te estoy distrayendo? Probablemente querías estar solo, ¿verdad? Jimin se volvió hacia él nuevamente, interrumpiendo su observación de aves. Noté como la mirada del chico se detuvo fugazmente en sus labios, y sin prestarle mucha atención, respondió: "Me alegraré si me haces compañía". Jungkook sonrió de nuevo y se acomodó más cómodamente en el banco, acercándose a su espalda. 

"Sabes, a veces tengo la sensación de que no vienes aquí por razones religiosas en absoluto". El chico se quedó paralizado, esperando un reproche del mayor, pero no llegó ninguno. Jimin, completamente relajado, miró hacia algún lugar frente a él. 

- Para ser honesto, eso es cierto. Vengo aquí por ti... por ti", el novicio sintió algo caer en su estómago de manera tan palpable que se volvió difícil mantener su apariencia habitual. 

- Realmente disfruto hablar contigo. Y creo que el único lugar donde puedo hacer esto es dentro de los límites de este templo. Me gustaría ser tu amigo, pero no sé si puedes tener amigos, así que estoy listo para venir y hablar de algo. Jimin guardó silencio. ¿Cuál es la respuesta? Jungkook sonaba tan puro y abierto, sin una sola pizca de mentira. Lo peor es que Jimin sintió algo similar. 

"Incluso estoy pensando en convertirme en trabajador para que podamos vernos más a menudo", finalizó Jeon, sonrojándose. El moreno estaba a punto de ahogarse por una tos de pánico. 

- Oh, ya sabes, esto es un trabajo muy duro. No creo que tuviéramos tiempo para sentarnos y charlar así. 

- Bueno, no importa. Al menos te vi y supe que todo estaba bien para ti. Jimin nunca había estado tan agradecido con nadie como con el sacerdote que salió de la nada y lo llamó.

"Es cierto, los únicos amigos que tuve fueron en la infancia. En una época de ligereza y descuido. Y luego ni siquiera pensé en ellos. El camino de la vida fue difícil para mí y solo. Hoy Jungkook dijo que quiere ser mi amigo. Experimenté emociones tan extrañas. No entiendo psicología en absoluto, pero no creo que eso sea exactamente lo que se suponía que debía sentir. Jungkook me debilita, lo anhelo tanto como le temo. Después del servicio, debería pensar en Dios o decir una oración, pero por alguna razón soy como un perro sumiso esperando que un joven pase tiempo con él. A veces tengo pensamientos de que al comunicarme con Jungkook estoy pecando, y lo peor es que me parece que solo empeorará". (Pensamientos de Jimin escritos en su libro)