*°𝑭𝒖𝒄𝒌𝒆𝒅 𝒎𝒚 𝒘𝒂𝒚 𝒖𝒑 𝒕𝒐 𝒕𝒉𝒆 𝒕𝒐𝒑°*

*° 12 °*

Christopher

A causa de esta mujer actúo y hablo sin pensar.

Ahora me encuentro tirado sobre un sillón rodeado de gente estúpida. Zeus se mantiene a la defensiva sentado frente a mis pies. Desde que perdió a Rachel de vista se mantiene alerta. Reviso mi reloj a cada nada ansiando porque salga ya. «Necesito verla»

Le envío un mensaje breve con órdenes claras sobre las cosas que necesito a Tyler. Debo cumplir con todos los pasos que me explicó la enfermera para quitarle esas cosas de los ojos, de lo contrario, posiblemente puedo dejarla ciega.

—¿Qué tal me veo? —elevo la cabeza con rapidez al escuchar su voz suave.

Los ojos del espacio están puestos sobre ella. Absolutamente todos, y a pesar de eso, ella solo me observa a mí.

Humectándome los labios, la reparo completa. Lleva una camisa color vino con los dos primeros botones desabrochados. El inicio de su escote se aprecia y sus clavículas también. La maldita prenda es transparente por lo que el sujetador negro que le sostiene las tetas es totalmente visible. Un par de jeans a la cintura dejando ver la piel pálida de su abdomen y la joya que adorna su ombligo. «Demonios. Quiero tomarlo entre mis dientes»

—Ardiente —respondo en voz baja.

Parpadea asintiendo con dificultad. Se gira hacia el espejo frente a nosotros pasándose las manos por sus curvas generosas. «Es una maldita diosa»

—Es la primera vez que uso algo así en años —comenta en un susurro con los ojos lagrimosos.

Debo apartar la mirada mientras trago saliva.

—Tomaré algunas cosas más y nos iremos, no necesito probarme nada más —me dice y no respondo.

Todo este tiempo con ella me ha mantenido tranquilo a pesar de la estúpida avalancha emocional. No he tenido más... visiones. Pero al toparme con Wolfgang una rabia cruda me azotó, apenas y me controlé teniéndolo en frente, quería volarle los sesos. Fue un placer ponerlo de patas en la calle por maldito incompetente y con una diana en la espalda, ahora gente confiable se encuentra revisando a fondo lo que sucede con Casos Internos, al parecer Wolfgang Cibulkova escondía más cosas de las que aparentaba.