*°𝑭𝒖𝒄𝒌𝒆𝒅 𝒎𝒚 𝒘𝒂𝒚 𝒖𝒑 𝒕𝒐 𝒕𝒉𝒆 𝒕𝒐𝒑°*

*° 24 °*

Christopher

—¿Tienes todo? —asiente arreglándose la coleta.

Salimos del hospital una vez que hemos firmado su alta con destino a High Garden.

Pasamos directamente a mí habitación una vez pisamos la mansión. Se enfunda en un vestido azul rey y se calza unos tacones negros. Como puede, consigue arreglarse el cabello y aplicarse maquillaje. Me termino de vestir para cuando la empleada nos avisa que nos están esperando, así que me peino el cabello con las manos y, en el pasillo, Rachel me ayuda con la chaqueta en lo que yo la abrocho. Alex está en la sala y me siento ridículo al ver que tenemos el mismo atuendo.

—¿Qué somos? —bufo—. ¿El dúo patético?

Se acerca a palmearme la espalda, Rachel repime la risa en lo que Alex le besa la mejilla fingiendo ante los miembros del Consejo que están en el comedor.

—Quiero presentarles a alguien. —Nos guía al recibidor donde espera una rubia de pelo corto—. Ella es Cristal Bird: relacionista pública y especialista en campañas políticas. Es la sobrina de Olimpia Muller y es quien te ayudará en la campaña electoral.

—Desayunar con el Consejo es una buena idea, ministro —habla la mujer—. Es hora de limar asperezas con este. Desde lo de Positano, hay cierta tensión.

Rachel se pone seria y le paso el brazo por la cintura. Cosa que Cristal nota.

—Por eso los invité, de obtener el puesto, tendrás que trabajar con ellos.

Me lleno de paciencia. Siento que esto será más complicado de lo que parece.

—¿Quién eres tú, querida?

—Rachel James, mi novia —dejo en claro con un tono indiscutible.

—No sabía nada sobre una futura Primera Dama —habla con confusión paseando la mirada entre el Ministro y yo.

—Pues ya lo sabe —masculla la Teniente y la relacionista asiente poco complacida.

«Cómo me toque demás los huevos se va a la calle»

—Tiene todas las de ganar, Coronel —me dice—. Pero para hacerlo debe adaptarse a mis condiciones.

—Ya veremos —me limito a decir.

Pasos apresurados se aproximan y lo siguiente debí anticiparlo.

—¡Ogro! —exclama Gema y maldigo. Justo tenía que aparecer ahora—. No me avisaron que el Consejo estaría por aquí.

—¿Y tú eres...?

Gema está por hablar pero se descoloca con la presencia imperdible de la mujer a mi lado.

—¿Escuché bien? —Rachel me arregla la corbata sin una pizca de suavidad alguna apretando demás el nudo—. ¿Ogro?

—T-tú eres... —tartamudea Lancaster y Alex resopla antes de avanzar al comedor.

—Rachel James —se presenta de forma cortante dejando las manos sobre mi pecho aún sin soltarle la cintura—. Teniente de la FEMF, ¿y tú?

—G-gema Lancaster, amiga de Christopher... —Lancaster traga grueso y Rachel sonríe fingiendo amabilidad—. También soy parte de la FEMF...

—Oh, qué curioso, Christopher no tiene amigas —mi mujer ladea la cabeza perdiendo la paciencia e ignorando las otras palabras de Gema y presiento otro lío avecinándose.

Cristal interviene desviando la conversación y Rachel toma algo de distancia, se limita a solo entrelazar nuestras manos. Lancaster se presenta con la nueva relacionista y avanzamos al comedor finalmente.

Me siento a comer con Rachel a mi derecha y Alex a mi izquierda. Los demás empiezan a hablar sobre lo que pasó ayer luego de saludar a las Tenientes y presentarse con la relacionista. Alex escucha las sugerencias que le sueltan, cómo debería proceder, lo que creen que es mejor y lo que no. Martha Lewis es la única que no está presente, pero Joset sí, al igual que la Viceministra. Y este es el que se toma más tiempo del que quisiera para indagar en el estado de Rachel.

Siento que los minutos no pasan y la conversación nunca se acaba. El plato lo hago a un lado cuando termino y me empino la bebida por petición de mi mujer. Podrá estar enfadada pero se abstiene a dejar de descuidarme y no protesta, disfruto de que su atención esté solo en mí. Que yo sea su maldita prioridad.

De la mesa, pasamos a la sala a tomar café. El informe oficial de ayer aún no sale, sin embargo, es algo que ya se solicitó con el fin de poder analizar todo con detalle. De eso depende que la nueva sentencia de Antoni sea totalmente respaldada. Marie llega con Zeus, quien empieza a ladrar y a inquietarse al dar con Rachel. Gema trata de calmarlo actuando de metida y solo recibe a un Zeus molesto, el can la intimida cuando le muestra los dientes.

—Ven aquí, mi cielo —Rachel se pone a mimarlo mientras que yo me agacho a arreglarle la pañoleta. Marie se la come con los ojos buscando explicación de por qué está aquí.

La relacionista pública trae un fotógrafo para que me tome un par de fotos. Salgo con Alex en un par, tres con el perro, una con el Consejo que se mete y por último pierdo la cuenta de las que me sacan con Rachel. Para finalizar, nos fotografían a ambos junto con Zeus.

—Ministro, gracias por la invitación —le agradecen a Alex, y Rachel recibe la correa del perro que nos vamos a llevar—. Nos vemos en el comando.

Alex los despide mientras subimos por nuestras cosas.

—Ven aquí —la aprisiono contra la puerta de la habitación—. Mírame.

La tomo del mentón a pesar de su nula disposición.

—La quiero a metros —exige con los ojos nublados de furia. Sus manos se aferran a mi cuello haciendo que nuestras narices se rocen mientras su rodilla queda a centímetros de mi entrepierna «Que ni se atreva»—. Cómo escuche las palabras «...amiga de Christopher» de nuevo, tendremos un serio problema ¿me doy a entender, mi amor? —me excita caer en su juego de manipulación—. Ningún apodo ridículo ni mucho menos su cercanía totalmente innecesaria. Eres mío, no suyo, y como tú no pongas los límites, lo haré yo y no te va a gustar nada.

Sonrío contra su boca.

—¿Te encanta prenderme, no? —se muerde el labio jadeando—. No es ella a quien quiero. Eso está claro.

—Pues para ella parece no ser así —masculla y le mordisqueo la barbilla riendo.

—Contigo aquí será el mensaje más claro que jamás ha habido. No me interesa en lo más mínimo, de acuerdo.

Se lame los labios.

—Dí las palabras —pide y como pendejo la complazco.

—Ella no eres tú.

—Y malditamente nadie lo será —choca nuestras bocas sin más, volviéndome loco.