UNDERWATER | Dei V |

13

PAOLA.

No estaría con un hombre que no pudiera controlarse a sí mismo, no podía estar con un hombre que sintiera celos por algo que había pasado un par de años atrás, no podía estar con David y lo que más me dolía era entender que quizás fue lo mejor. Los celos lo dejaban ciego y decía y hacía cosas inutiles cómo marcarme el brazo.

Ahora debo utilizar un estupido abrigo con este clima de Puerto Rico.

—¿Cómo está la mami más linda ? —Dijo Luar al entrar a mi habitación—

—¿Y tú que vienes sin avisar lambebicho? —Pregunté sin ganas—

—Cabrona pero yo te llamé unas siete veces y me decía que no estaba en servicio —Me mira mal— ¿Qué tú tienes Paola? Pareces un zombie raro.

—Estiy bien, solo no dormí bien —Dije mientras tapaba mi cuerpo con la sábana—

—No te creo, sé cuando mientes.

—Eso no importa, ¿Quieres dormir conmigo en las tardes como los viejos tiempos? —Puse cara triste—

No lo pensó dos veces y se entró a la cama conmigo, puse mi cabeza en su pecho donde podía escuchar los latidos de su corazón, me sentía como en los tiempos en los que dormíamos así todas las tardes hasta que el se tomó más enserio la música y no teníamos tanto tiempo libre.

No aguanté y lágrimas comenzaban a salir de mis ojos, me había recordado de David, si está bien, o que estará pasando por su cabeza en nuestro primer día separados.

—Mami, diablo esto es Amiri, no llores en el —Dice Luar viendo su camiseta con lagrimas—

—Lo extraño mucho, pero no podemos estar juntos —Dije llorando—

—¿Qué? ¿Qué pasó entre Dei y tu? —Pregunta extrañado—

—Terminé con el ayer después de la playa —Sollocé— Sus celos ya no tenían control.

—Se paró levemente de la cama quedando sentado— ¿Te hizo daño?

Me quedé callada.

—Puñeta Paola, ¿Te hizo daño? —Dice desesperado—

—Me apretó un poco pero no fue intencional —Lo defendí—

—Déjame ver Paola, quiero ver que te hizo.

—Júrame algo primero.

—No te juraré nada, muéstrame y ya.

—No, promete que no le dirás nada a nadie primero.

—Paola, no hagas esto más difícil, enséñame.

Se notaba un poco agitado, conocía a Raúl y estaba tratando de no perder el control.

—Júrame que saldrá de aquí —Dije llorando—

—Te lo juro Pao, enséñame.

—Le mostré mi brazo, levantando esa manga de mi hoodie donde estaban marcados los dedos de Dei—

—Luar me abrazó— No me pidas que no vaya a partirle la cabeza.

—Solo quiero no pensar en el —Limpié mis lágrimas— Pero es imposible.

—¿No te ha llamado?

—Tomé mi celular que estaba en mi mesa de noche— Tengo 30 llamas perdidas, 7 perdidas tuyas y 15 mensajes de David.

—¿Qué dicen?

— "Mami perdóname", "Prometo no volver a hacerte daño", "Te amo Paola",  "Me siento vacío sin ti" —Sollocé— "Dime que es broma y ven a mis brazos" , "Te escribiré un álbum si así dices que volverás a mi" , "Mami deja de ignorarme", "Te quiero solo para mi, es eso", "Soy un carbón, te prometí hacerte feliz".  —Tiré mi celular—

—Sabes que pasará si Chimi, se entera de esto, lo van a golpear peor que cuando se enteró.

—No le diré a nadie más Raúl, no quiero que Dei sufra.

—¿Pero tú si puedes sufrir por el ? —Habló seco—

—Es diferente Raúl. —Hable con fastidio—

—Deja que Ángel vuelva de sus conciertos —Me dice—

—Si haces algo, hasta ahí nuestra amistad Raúl.

Oí unas voces conocidas que provenían de la planta baja de mi casa, era mi madre hablando con alguien que no reconocía la voz.

—Yo mejor bajo a ver que tu mamá cocinó. —Dijo Raúl—

Salí  con Raul, bajando las escaleras me encontré con la mirada de Luis.