Mírame (Romione)

Parte 17

Es un día sombrío, deprimente y lluvioso de marzo; ha sido así durante semanas mientras caminamos y acampamos a lo largo de varios paisajes: vastos prados abiertos, costas brumosas y densos bosques. Esta noche hemos montado la tienda y los hechizos de protección en el borde de un claro. Un círculo de árboles nos rodea, pero proporciona poco refugio; están desnudos, con solo indicios de verde en las ramas. Hay un frío en el aire de la noche, pero parece aún más denso dentro de la tienda, ya que ni Ron ni yo hemos roto el tenso silencio entre nosotros durante las últimas horas.

Después de tres meses de silencios incómodos y de darle la espalda, me encuentro haciéndome la misma pregunta: ¿exactamente cuál es la razón detrás de este dolor y sufrimiento? ¿Qué lección de vida podría posiblemente obtenerse de la experiencia de que alguien a quien amas se vaya, solo para regresar y obligarte a revivir ese momento desgarrador día tras día? Estoy conflictuada; el lado vulnerable de mí quiere perdonarlo, olvidar todo y empezar de nuevo. Pero ¿de qué serviría eso a largo plazo? Demasiado pronto, y el resentimiento solo crecerá hasta convertirse en una enorme bola de furia y discusiones, y nuestra relación se romperá más allá de la reparación. Me doy cuenta de que estaba bajo la influencia del guardapelo antes de irse, que no era él mismo, y que Harry gritándole que se fuera solo ayudó en su decisión. Pero el hecho permanece; él se fue, no luchó por quedarse. No luchó por nosotros.

Mientras me revuelvo en la complejidad de nuestra relación, mis ojos se desvían hacia Ron, que está sentado con las piernas cruzadas en el suelo, golpeando la radio con su varita 'prestada', murmurando palabras y nombres al azar para encontrar la contraseña correcta para Potterwatch. Me muevo en mi catre mientras lustro distraídamente la Espada de Gryffindor, esperando que no me note mirándolo de vez en cuando. No es la primera vez desde que regresó que imagino la espada en sus grandes y capaces manos, bajándola con increíble poder sobre el guardapelo, matando un pedazo del alma de Voldemort... La cantidad de coraje y fuerza que debe haber requerido... He intentado presionar a Harry para obtener detalles, pero él ha insistido en que es la historia de Ron para contar, no la suya. Esa respuesta solo ha duplicado mi curiosidad sobre este evento desconocido que obviamente ha estado preocupando a Ron y royéndome durante meses.

–¿Ron?

Él deja de golpear la radio abruptamente y sus ojos, amplios con una mezcla de sorpresa, aprensión y esperanza, están sobre mí en un instante.

–¿Sí?– responde, casi tímidamente, y duele escucharlo tan cauteloso al hablar conmigo. No se siente natural, no se siente como nosotros.

Me tomo un momento para reconsiderar. Puedo darme la vuelta ahora mismo, decirle que olvide que dije algo. O puedo dar el siguiente paso hacia lo que ambos queremos: reconciliación. Pienso en los últimos meses y en cuánto ha madurado, cómo ha asumido un papel de liderazgo (ya que Harry está obsesionado con la idea de reclamar las Reliquias de la Muerte, lo cual es absolutamente ridículo ya que no existen, un hecho que he estado tratando, sin éxito, de convencerle), guiándonos a nuevos lugares donde Voldemort podría haber escondido otro Horrocrux. Nos ha mantenido en movimiento, sin quedarnos en un lugar el tiempo suficiente para pensar en otro intento fallido.

Estoy realmente orgullosa de él, de cuánto ha crecido. Tal vez sea mi turno de crecer, de enterrar un poco mi orgullo y hacer lo que sé en mi corazón que es correcto. Estoy tan cansada; requiere mucha energía estar enojada durante tanto tiempo. Estoy lista para un cambio.

Los ojos de Ron me siguen mientras coloco la espada en la cama, camino hacia él y me arrodillo, sentándome sobre mis talones en el suelo frente a él. Respiro hondo y encuentro sus ojos, y me sorprende la atención aguda que me está dando. No parece estar respirando mientras su mirada se clava en la mía. Lucho por mantenerme en control- fuerte. Voluntariosa.